En Ediciones Kier existen cinco volúmenes firmados por Maurice Nicoll con el título de "Enseñanzas psicológicas de Gurdjieff y Ouspensky", que contienen reflexiones valiosísimas acerca de los métodos de observación de uno mismo y otros temas.
Ouspensky, Piotr, fué un interesante periodista ruso que a comienzos del siglo XX escribió volúmenes voluminosos (Tertium Organum, Un nuevo modelo del Universo) y viajó a Oriente en busca de ciertas Escuelas Esotéricas que él había deducido que allí se radicaban.
G.I.Gurdjieff fué la respuesta a su búsqueda, y le encontró cerca de casa, en Moscú, no en el Orientistán.
Gurdjieff dió lugar a una escuela de transformación. Publicó, no mucho. Dejó una rica estela de discípulos y de estudiantes. Que se sepa, nunca habló acerca de los sueños tal y como estamos abordando en este nuestro Blog.
La perspectiva de la moderna psicología le merecía desprecio. No creo que se pueda decir "el mayor de los desprecios", porque eso es ya un desprecio de categoría. "Mierdosidad" es un adjetivo que aplicaba generosamente y que bien pudo emplear para lo generado de Freud para aquí.
Lo que G. decía acerca de los sueños, era simple: La vida vigil de la humanidad es, literalmente, un sueño. (la onírica, también, claro). Guiada por asociaciones mecánicas, ausente de sentido verdadero. Solo mediante indecibles esfuerzos y sufrimientos conscientes, alguien puede despertar de ese sueño y empezar a vivir una vida real. La vida, sólo es real cuando "uno es"; mi vida solo es real cuando "yo soy".
Así que trabajó toda su vida, y bautizó su trabajo y el trabajo de quienes quisieron trabajar con él con un honroso y bello nombre: El Trabajo. Con Mayúsculas.
Más adelante, abordaremos juntos el muy actual tema de los Sueños Lúcidos. Hondo asunto. Pero por ahora, alcemos nuestras voces conjuntadas y cantemos
"¿Sueños lúcidos? Quite, quite!
¿Qué tal las Vigilias lúcidas?"
No hay comentarios:
Publicar un comentario