viernes, marzo 30, 2012

Sueños Lucidos: Emilio Blazquez, buen samaritano




Raudo y servicial -señas de identidad que le distinguen, además del trazo ágil y amo de un punto de vista extraordinariamente interesante y sugerente y sólido y ligero y....
Emilio Blazquez   (   que se aloja en http://emilioblazquezcrea.blogspot.com.es/  ) ¡A NO perderse!!) ) )
Emilio, decía, me envía el siguiente informe acerca de Sueños Lúcidos:


Hola Francis, sobre los sueños lúcidos tengo un libro donde te indica ejercicios para poder tenerlos :
 EL SUEÑO LÚCIDO de Consuelo Barea (Editorial Océano, S.L., 2002). 
Luego hay otro libro de Jodorowsky, LA DANZA DE LA REALIDAD (Siruela), donde en el capítulo El sueño sin fin habla ampliamente sobre sus sueños lúcidos. Abrazos.



Hola Francis, sobre los sueños lúcidos tengo un libro donde te indica ejercicios para poder tenerlos : EL SUEÑO LÚCIDO de Consuelo Barea (Editorial Océano, S.L., 2002). Luego hay otro libro de Jodorowsky, LA DANZA DE LA REALIDAD (Siruela), donde en el capítulo El sueño sin fin habla ampliamente sobre sus sueños lúcidos. Abrazos.




Aquí una obra de Emilio, tal cual








 He recibido un comentario que quiero compartir y aprovechar. Allá va.
Anónimo Anónimo dijo...
otro sueño:   Me dirijo a casa con amigos y amigas,(aquella casa de veraneo, que nos vio crecer, a veranos de besos, a estudios, sol playa...de niño a adolescente a joven a adulto...ays...) uno de ellos se queda en el parking y cómplice le digo: "los pequeños detalles son lo que es la hostia!" y reímos.
entro al portal y por el pasillo agarro a la srta. Milagros por el hombro ante lo que gira su cara y la observo sonriendo con nocilla por los morros (...mmmm....) ante lo que expreso: Mila! tú siempre con nocilla o con el cigarro en la boca....jajjajaja!
entramos al ascensor junto con otra srta cuya cara no me suena pero de cuerpo interesante...subimos , subimos....y zas!
comienza a caer el ascensor tras un ruido ensordecedor...
debe ser un piso 100 desde el que caigo pues la velocidad y duración esta siendo verdaderamente largo en el tiempo, angustia, sí unos segundos...
pero tras sentir mi cuerpo tenso agarrado a las paredes del ascensor haciendo fuerza sobre el techo, compensando la fuerza gravitatoria del caer, pienso, reflexiono...
-como dicen los sabios...mejor me abandono...
si voy a morir en unos segundos, lo acepto y con disposición curiosa espero...
suelto mi cuerpo, no hay tensión y me dejo flotar, sin apoyo en las paredes, sin fuerza. experimento la sensación, ya no hay angustia, no hay presión en mis músculos...ahh mejor... y ahora?

no pasa nada. el ascensor disminuye la velocidad poco a poco...
despierto. acelerado sí pero con todo lo demás también.
y así es mi vida ahora.

PD: algo de sueños lúcidos? a ver...algo interesante que leer, algo para compartir Francis?
Ander

  Estimado Anónimo:

Mil y una gracias por ese sueño!. además del gesto de compartir, que me satisface tanto, está el interés intrínseco del sueño: eso que sube, y de pronto cae, y en el larguísimo tiempo de esa caída de segundos, da lugar a una reflexión, una reestructuración corporal, un cambio de estado...

Estoy desorientado y al mismo tiempo saturado del tema de los sueños. Mañana mismo doy un taller en gasteiz, y me acuesto con un libro "El significado de los sueños", de W. Kemper, escrito en 1955 y traducido y editado en Alianza el año 69; es obra de uin psicoanalista ortodoxo que, 40 años más tarde, relee a freud y se esmera por hacerlo comprensible y por "aligerar la salsa", como hicieron los cocineros de aquella Nouvelle Cuisine: ¡Menos nata, por favor!.
Relaté tiempo atrás un sueño que tuve una vez en el que caía por un tobogáán  vertiginosamente, y que hacia el final se franaba suavemente y por milímetros, con infinita precisión, me dejaba en el suelo sano y salvo. Solo que en aquel momento yo estaba convencido de que todo en mi vida -en el sueño y fuera de él- propiciaba el descarrilamiento absoluto, y fué el sueño mismo el que me hizo saber que existía una salida... y eso fué exactamente lo que pasó. tu sueño y el mío tienen mecánicas semejantes al servicio de mensajes distintos.
...si es que hay tal cosa como mensajes en los sueños -dice mi escéptico interior, siempre zumbando-. Si es que hay Sueños, y no únicamente Soñadores...
Y este motivo de reflexión y discusión, que no otro, es el motivo de todo este santo blog


No tengo experiencia suficiente con los sueños lúcidos. Lo que más a menudo me he encontrado es gente no tan lúcida intentando que no solo su vigilia sino que también su dormir digan lo que ellos se empeñan en decir; vean la vida tal y como ellos la conciben. No diría yo que sea una actividad peligrosa, pero suele sonar como chapotear en el mismo charco pero más rato, más sesuda,mente, con "más opciones de adquirir... Poder". En fin.
Conozco excepciones brillantes -empezando por Jodorovsky y Carlos Castaneda, y otro Carlos que me sé yo; y Jung, con sus fantasías semioníricas...-, que trabajan los sueños lúcidos al mismo tiempo que bregan por la auténtica lucidez en el día a día, pero entonces la parte soñada viene a ser como un correlato de la otra. No tengo, la verdad,  nada valioso que aportarte al respecto.
"El mundo bajo los párpados", de Jacobo Siruela, es un libro bien entretenido sobre estos asuntos; "El cuerpo que sueña", de Arnold Mindell, un libro interesante y aprovechable para psicoterapèutas. Y "los 13 sueños que Freud nunca tuvo", de J. Allan Hobson es una introducción a la versión "neurociencias" del dormir y el soñar que a mí me gusta más que ninguna otra.



lunes, marzo 26, 2012

Bioy Casares soñaba anteanoche





.- Sueño.   Me acerco a mi abuela (Hersilia Lynch de Casares) que, misteriosamente ofendida,
da vuelta la cara. Le aseguro que no hice nada que pueda enojada; por último, cansado de insistir 
y echando las cosas a la broma, levanto una mano, como si fuera a abofetearla. 




Unos amigos (sabía quiénes eran, mientras soñaba), disgustadísimos, con ademanes perentorios,
 me ordenan que baje la mano. En seguida comprendo la razón: Augusto Zappa, el viejo tenista, 
viene hacia mí, con los brazos abiertos y visiblemente conmovido. 

(En la vigilia me preguntaré por qué habría tanto patetismo en el encuentro; Zappa está vivo, 
lo veo de vez en cuando; si hubiera sido mi amigo Willie [Robson], también tenista, que murió
 estando yo en el extranjero...) 





No sé cómo la situación y la luz cambian. Me encuentro en un piso alto de la casa de unas vecinas;
 en plena luz, porque la casa no es más que el esqueleto de la casa, con pisos, pero sin paredes. 
Yo estoy muy cómodo, recostado entre dos muchachas lindas, muy feliz: la de la derecha en el sueño    quería irse; la de la izquierda tiene el vestido abierto por delante y me lleva la mano 
a uno de sus senos. Le acaricio el pezón, chiquito, delicado y siento un profundo bienestar. 

Entonces noto que mi amiga de la derecha está furiosa. Me previene:
 "Seguí nomás,  que no volverás a verme".
 Me apena ofenderla, pero sé que debo tomar mi decisión  y abrazo a la de la izquierda. 


miércoles, marzo 21, 2012

Muffat: continúa

Alfredo Moffat 







Si bien su título universitario lo habilita para ejercer la arquitectura,
Moffatt asegura que siempre quiso ser psicólogo. Y no se equivocó.
Dueño de un humor particular, este diseñador de redes solidarias,
hombre al fin, habla sobre la locura, su infancia, sus deseos
  y sus proyectos.
Reportaje: Florencia Belinky

- ¿Cómo definirías a los terapeutas?
- Son vendedores de buzones. Les venden otra vez a los pacientes el buzón de la vida. Son estafadores. 

o
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- ¿Cómo haces para ayudar a esas personas?
- Intento reconstruirles la historia para que rescaten un sentimiento de identidad.
o
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- Bueno, por suerte vos nofuiste el inventor de la locura...
- No, yo inventé máquinas para arreglar la locura y a través de eso me encargo de reparar vidas rotas. 
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¿Y en qué puede derivar la terapia que vos implementaste?

- (Piensa). Y... en una metafísica en donde se mezcla lo real y lo imaginario.
 
"Hola, estoy terminando de desayunar", dice Alfredo Moffatt a modo de recibimiento mientras unta con mermelada un librito de grasa y luego bebe un sorbo de su mate cosido endulzado con azúcar negra. La mesa, que está llena de libros y biromes, lo delata: las migas de pan están distribuidas en toda su extensión. Sin embargo, Moffatt, que se define como una persona muy prolija y organizada "por herencia de mi padre inglés", antes de dar comienzo a la entrevista, junta todos los utensilios y sobras del desayuno en una canasta de plástico y se dirige por un pasillo largo hacia la cocina. "Ahora podemos empezar", dice con voz firme a su regresos. 
- Vos trabajás de psicólogo social. ¿Ese es tu título?
-No. Yo soy arquitecto, pero ese diploma es trucho.
- ¿Lo compraste? 
- (Contesta entre risas.) No. Lo que pasa es que aunque esté firmado por el Rector de la facultad, si llego a hacer una casa se cae.
- ¿Por qué?
- Nunca le di bola a la carrera. Es más, nunca me gustó.
- ¿Y por qué la cursaste?
- Para cumplir con el sueño de mi papá. Yo quería seguir psiquiatría o medicina, pero era muy obediente y papá muy decidido en sus opiniones. Especialmente en lo que se refería a mi persona (Ríe fuerte durante algunos segundos).
- ¿Tuviste miedo de contradecirlo?
- Lo que pasaba era que papá, aunque era muy estricto, era muy afectuoso. Una especie de autoritarismo protector. Igual que Fidel (Castro), él protege a los cubanos pero es el único que piensa. Entonces crea gente protegida pero medio oligofrénica.
- ¿Entonces vos sos oligofrénico? 
- Yo me salvé por mi mamá. Ella era una persona muy trabajada psicológicamente.

 Al tiempo que habla de su madre, señala una fotografía que se encuentra colgada en una pared. Y comenta que ese retrato de una mujer joven y bonita es su mamá y que al lado de su foto, en un cofre de madera, "la tengo en forma real, ahí están sus huesos".

- ¿En serio son los huesos de tu mamá?
- (Ríe muy fuerte.) Sí.
- ¿No te da impresión?
- Para nada. Ella me cuida. Estoy seguro de que si llega a venir un ladrón el cofre se le cae encima. Si ella murió, ¿por qué vamos a separarnos?
- ¿Te gusta tenerla cerca? 
- Claro que sí. Aparte mi mamá fue la persona que más me escuchó. El día de su velatorio se me ocurrió hacer algo muy surrealista. Porqué yo pensaba: "Que se vaya todo a los gusanos, pero... ¿por qué no agarro una navajita bien afilada, le corto la oreja, la paso por resina y la cuelgo en la pared?"
- ¿Para que te siga escuchando?
- Sí. Y para tener una parte de ella. Entonces cuando alguien me dijera: "que linda esa oreja"; yo conteste: "¿Viste?. Es la oreja de mi mamá".
 Antes de seguir con la entrevista, el sonido de un teléfono retumba en el cuarto que forma parte de la casa de Moffatt. Sin embargo, el aparato no está a la vista. En el tercer `ring', este psicólogo sin título, saca de una media de toalla, que lleva colgada al cuello, un teléfono celular.

De Terapeutas, locuras, esperanzas y otras yerbas
 

- Con respecto al tema de la locura. ¿Crees que existe la curación absoluta?
- Creo que la palabra "absoluta" puede cambiar mucho a una persona. Y si ésta cambia mucho se cura, pero termina siendo otra persona.
- ¿Cómo definirías a los terapeutas?
- Son vendedores de buzones. Les venden otra vez a los pacientes el buzón de la vida. Son estafadores.
- ¿Por qué?
- Porque venden algo que no existe: la esperanza.
- ¿Pero no es bueno tener esperanza? 
- Claro que si. Pero ahí te das cuenta de que la vida es una ilusión.
- ¿Sería como mostrarle una zanahoria a un conejo pero siempre dos metros más adelante para que no la alcance?
- (Asiente con la cabeza.) Sí. Les hacen construir otra zanahoria para que el conejo camine.
- ¿Para vos todas las personas tienen zanahorias dentro suyo?
- Sí, porque hay experiencias placenteras que se transforman en escenas deseadas.
- Para mucha gente esa zanahoria vendría a ser Dios. ¿Qué opinas al respecto?
- Esos son mecanismos protectores. En general no es que a la gente le guste amar a Dios, sino que le teme.
- ¿Cuál es tu zanahoria? 
- (Ríe y piensa con detenimiento las palabras que va a usar) Y... mi zanahoria es publicar mi libro (El tratado del mundo). También me gustaría formar una linda pareja, ahora estoy de novio.
- ¿Tenés algún deseo o alguna ambición más? 
- Me gustaría ser director del (Hospital Municipal José T.) Borda.
- ¿Hay posibilidades de que lo seas?
- Por ahora no. Pero si hay un cambio y si las cosas se quieren solucionar y alguien dice: "¿Quién sabe de locos?" y empiezan a mirar, obviamente estoy yo, no hay mucha gente que se haya especializado en reparar destinos totalmente destruidos.
- Creaste diferentes espacios, como ser el Bancadero, en los que se acompaña a personas marginadas. Al, finalizar los proyectos que encaras. ¿Seguís trabajando en él lugar o delegas mandos?
- Generalmente paso el mando de abuelo a padre. El abuelo, que vendría a ser yo, sigue cuidando o mejor dicho supervisa. A veces vuelvo. Pero ahora estoy más dedicado a otro nivel de formación.
- ¿En qué consiste el mismo? 
- Es trabajar con los que trabajan con gente. Les vas transmitiendo tu experiencia, así multiplicas.
- ¿Siempre proyectas nuevas cosas?
- Sí, soy muy inquieto. Mi mamá siempre me dijo que tenía que ser como Edison (Tomas), entonces cuando vi que la lamparita ya estaba inventada dije: "tendré que inventar otra cosa".
- Bueno, por suerte vos no fuiste el inventor de la locura...
- No, yo inventé máquinas para arreglar la locura y a través de eso me encargo de reparar vidas rotas. Por ejemplo en el hospicio hay muchas vidas rotas que están desarmadas totalmente.
- ¿Cómo haces para ayudar a esas personas?
- Intento reconstruirles la historia para que rescaten un sentimiento de identidad.
- ¿Tuviste buenos resultados?
- Reparando vidas sí, a veces fracaso, a veces no.
- ¿Qué tipo de terapia utilizas para trabajar?
- La que inventé yo.
- ¿En que consiste?
- Tiene que ver reconstruir la historia. La enfermedad es cuando se te pierden pedazos de tu historia y la misma no tiene argumentos. Tenés escenas que no tienen sentido porque no están contextuadas. Entonces cuando logran recuperar la estructuración de la temporalidad sucede el proyecto.
- ¿Qué nombre le pusiste al tipo de terapia que inventaste?
- Terapia en crisis.
- ¿Por qué?
- Porque no está basada en la cronicidad sino en situaciones de "sin sentido". Separa la historia y desaparece, cosa que es muy difícil de hacer porque es algo muy abstracto. Es difícil encontrar los espacios fuera del tiempo. Estudiar el tiempo es algo complicado. Tenés que salirte del tiempo para estudiarlo, entonces hay dos opciones para poder hacerlo: estar loco o estar muerto.
- ¿Qué opinas de las terapias en general?
- Todas las terapias tienen sus riesgos. El psicoanálisis puede decaer en religión. La gestalt en franela, en la representación de..., en la histeria. El conductismo en la represión.
- ¿Y en qué puede derivar la terapia que vos implementaste? 
- (Piensa). Y... en una metafísica en donde se mezcla lo real y lo imaginario.

jueves, marzo 15, 2012

Un sueño en Píndaro, enviado por Paul

Paul dijo:

" Por cierto Francis, leyendo a Píndaro me he encontrado un sueño incubatorio. Aparece en la Olímpica XIII, si no recuerdo mal. En este sueño Belerofonte recibe de Atenea el invento del freno (las bridas) siguiendo las instrucciones de un adivino. Las usa para montar en Pégaso y vencer a la Quimera y otros monstruos.
Un saludo! "

Y Francis le contestó:

 "Paul, ¿me puedeas hacer llegar ese fragmento de Píndatro, por favor?"

 Y Paul:

... OLÍMPICA XIII (464)

A Jenofonte de Corinto, vencedor en el estadio y en el pentatlo.

Aquél [Belerofontes] había soportado en verdad antaño/
 muchas penalidades, en su afán por uncir/
 a Pégaso, hijo de la ofídica Górgona, cerca de la fuente,/
 hasta que la doncella Palas le llevó/
 la áurea diadema de las bridas, y del ensueño al punto/
 surgió una visión real; y ella le dijo: <<¿Duermes, rey eólida?/
 Toma, acepta este ecuestre encantamiento/
 y muéstraselo al padre Domador mientras le sacrificas un/
 toro blanco>>.
/ Tales son las palabras que la doncella de oscura égida/
 le pareció que le había dirigido en las tinieblas/
 mientras dormía; de un salto enderezó sus piernas./
 Tomó en sus manos el prodigioso objeto que a su lado estaba./
Alegre fue a buscar al adivino local,/
el hijo de Cérano, y le expuso la conclusión de todo el/
 suceso:/
 cómo sobre el altar de la diosa/
se había acostado durante la noche/
de acuerdo con su oráculo y cómo en persona/
 la hija de Zeus, el del rayo por lanza, le había proporcionado/
el áureo objeto domeñador de impulsos. /
 Obedecer cuanto antes al ensueño/
 fue su consejo y, cuando al poderoso/
 sostenedor de la tierra hubiese sacrificado un animal de fuertes pezuñas,/
levantar enseguida un altar a Atena Ecuestre./
 El poder de los dioses hace que se culmine ligera/
 una empresa que sobrepasa al juramento y la esperanza./
 Así fue como el valeroso Belerofontes,/
 enardecido, tensando/
 alrededor de la quijada el calmante remedio, sujetó/
 al caballo alado. [...] (etcétera)

(Píndaro - Obra completa, Editorial Cátedra, 2008)


¡Gracias, Paul, majo!

lunes, marzo 12, 2012

Moebius y el Incal



 


Divina Comedia, Inferno: Canto I. 

Habla John Difool, detective privado de clase B, con despacho en Ciudad Rosa.

 

Nel mezzo del cammin di nostra vita

mi ritrovai per una selva oscura

ché la diritta via era smarrita...







Con esta viñeta comienza "El Incal Negro", el primer volumen de la serie "El Incal", de Jodorovsky y Moébius. Costaba 400 ptas.



Ese primwer volumen apareció en 1983.
En 1989, seis álbunes más tarde, termina con esta viñeta "Planeta Difool", sexta parte de la serie del Incal.
Costaba ya 675 pts.

No me queda sino encomiar la obra y avisar a quienes todavía no la conocen. Muchísimo que disfrutar y mucho para pensar...








domingo, marzo 11, 2012

Inside Moebius


Moebius ha dejado una especialísima obra de madurez, que en España se ha publicadpo en tres volúmenes: Inside Moebius I, II y III

La obra parte del momento en el que Jean Giraud, -seudónimo de Moebius- se planteó, allende los 60 años, abandonar su cotidiana costumbre de fumar marihuana.

Los protagonistas son el propio Moebius, el propio Moebius de chaval, Moebius como Jean Gir con treinta años, Moebius ya dibujante del Metal Hurlant, ya con 40... y Osama Bin Laden y una cuadrillita de personajes de distintas obras del autor: Arzach, el Mayor, Blueberry, los astronautas de Edena... Aquí se les ve en una foto (Moebius son el del short amarillo y el de greñas que aparece detrás de Arzach).



Como el encuentro entre el dibujante y Alejandro Jodorovsky no fue en vano, el relato es una obra maestra de la autoobservación y el viaje interior.

No es de extrañar, si recordamos que también dibujó relatos tan preñados de oro como El Incal, o La loca del Sagrado Corazón, o la serie completa deBlueberry...

Se hizo discípilo de Jodorovsky y deCarlos Castaneda. Por sus obras vemos que lo que recibió lo puso en práctica con entrega y seriedad. 

Y que se dejó llevar al límite mismo de la creación en aquel Garage Hermético/Mayor Fatal que bebe en las mismas aguas que el verdadero movimiento surrealista.

De su continua inmersión en el mundo de los sueños dan testimonio los miles de maravillosos dibujos que dejó, excediendo siempre la mera fantasía para adentrarse en una fantasía consciente y libre. Como vemos en el grabado de abajo, sus personajes -en este caso el Mayor Gruber- le visitaban mientras él dormía


Al final, le ha llegado el momento del final.




Muchas, muchas, muchas gracias, Jean Giraud, Moebius, por lo mucho que me has dado y por lo que todavía tomaré de ti
Yo.





Ha muerto Moebius.
Ha muerto Antonio Cabezas.
Ha muerto Basho.
Ha muerto Suzy Stroke.
Ha muerto la mamá.



Ha muerto Francisco Franco
Ha muerto José San Julian Luna
Ha muerto Camarón de la Isla
Ha muerto Domenikos Teotokopoulos
Ha muerto Antoine de Saint Exupery
Ha muerto Salvador Dalí
Ha muerto Rodolfo Montoya
Ha muerto Jose Lezama Lima
Ha muerto Marco Aurelio
Ha muerto Oliden
Ha muerto Javierito Lopez
Ha muerto Lola Flores
Ha muerto Stanislav Lem
Ha muerto John Lenon
Ha muerto Sisí


Jean Giraud, Moebius, ha fallecido.- 1

Ha muerto, me dice esta mañana el gara en un bar, Moebius,
el moebius-Jean giraud,
no el Moebius de la banda de Moebious,
ni aquel otro de la banda de Moebius del Madrir de la Movida,
ni el Dieter Moebius, el de Cluster, el de  de Eno, Moebius y Rodelius
sino ese, el Giraud de los comics del teniente Burberry
y el Moebius  de tantas aventuras inolvidables.
Venía recopilando algo así como "Moebius y tetas", e iba así:





No me cabe duda de cual es la forma del almohadón que Juanito Giraud desea  que tenga el del  féretro en el que pasará la eternidad.
Merci, maestro


mi Basho se llama antonio.


Después de citar a Basho,  una aclaración:


"El profesor onubense Antonio Cabezas, catedrático emérito de la Universidad de Kyoto, falleció ayer, 2 de Abril de 2008 a la edad de 77 años, cuando se encontraba ingresado en el Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, según informó en una nota la familia.



Cabezas, natural de la Palma del Condado, residía en Huelva desde su jubilación en la Universidad de Kyoto, donde impartió clases de español y de cultura española y de donde era catedrático emérito. Reconocido como uno de los mayores expertos en cultura japonesa a nivel nacional, en junio de 2003 recibió la condecoración de la Orden del Sol Naciente otorgado por el Emperador de Japón a través de su embajador en Madrid.
Así mismo, en el año 1996 el Rey le otorgó la Encomienda de la Orden de Isabel la Católica en reconocimiento a sus trabajos de docencia y sus publicaciones.
El profesor Antonio Cabezas cuenta en materia de traducción al español con algunas piezas de primera importancia en la literatura clásica japonesa como 'Un puñado de arena', de Takuboku, 'los Cantares de Ise', 'Manioshu', 'Hombre lascivo y sin linaje', de Saikaku, y 'Jaikus inmortales'"


Cuando yo leo a Basho, es a Antonio Cabezas a quien en realidad leo. Por la buena razón de que no sé cómo leer el original, que viene a ser así:

 ni me sirve tampoco la trascripción fonética de esos trazos, que suenan así:
Yoku mireba / nahuna-hana saku / kaki ne kana

Viene don Antonio Cabezas y me lo traduce (Un viejo estanque / se zambulle una rana /ruido del agua)
 Y en frases cortas, llenas de criterio, polémicas unas veces, didácticas otras, a menudo enamoradas, cuenta a quien quiere escucharle qué es eso del japón, la historia de sus gentes, la sensibilidad nipona, las semejanzas entre aquellos y nosotros -y las destaca por encima de las inmensas diferencias-, y sin poder evitarlo habla sobre la poesía.
Para mi sus pocos textos han resultado ser mis verdaderos profesores  en lo de entender qué y cómo de la poesía.
Senda de Oku, publicado por la Consellería de Cultura de la Generaletat Valenciana en 1993
Senda hacia tierras hondas,  en la editorial Hiperion.
Cantares de Ise, en Hiperión.
Haikus inmortales, en Hiperión.
Manioshu, en Hiperión.
Hombre lascivo y sin linaje, de Saikkaku Ihara, en Hiperión.
La literatura japonesa, en Hiperión.
Un puñado de arna, de Takuboku, en Hiperión.

 Releo sus libros constantemente. Por el mucho deleite que eso me proporciona.. Invito as quie n quiera a una ronda d4el mejor licor: Brandy.Antonio Cabezas





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viernes, marzo 09, 2012

... mis sueños van vagando / por un erial...



El 18 de abril de 1691, Matsuo Kinsaku, apodado Basho desde tiempo atrás, 
salió de su casita en Ueno y se trasladó a villa Rakushisha, 
en el barrio de Saga, ciudad de Kioto, 
invitado por sus amigos y discípulos Kyorai y Bonchô,
 y allí escribió unas notas que agrupó bajo el título de
 "Diario en Saga".

El 28 de Abril  escribió:

"Anoche soñé con el difunto Tokoku, y desperté llorando.
Se dice que la gente sueña cuando cambian los humores.
Si se agota el humor sombrío, se sueña con el fuego.
Si un ave lleva pelos en el pico, se sueña que se vuela.
Si uno duerme con el ceñidor apretado, se sueña con serpientes.
Cuando uno está inquieto de día, de noche, se tienen sueños inquietos.
Es lógico que, habiendo viajado cien días con Tokoku sin que se apartese nunca de mi lado,
 ahora sueñe con él.
Después de despertarme, seguí llorando".






miércoles, marzo 07, 2012


la dimension mitologica de los sueños 1


 Un cuento contado por Joseph Campbell





Un día, Viejo, el tramposo,  decidió que haría una mujer y un niño, y los hizo a ambos de barro. Una vez que hubo moldeado el barro en forma humana, le dijo: «Tú serás gente.» Entonces lo cubrió y se fue. Al volver a la mañana siguiente, retiró la cubierta y vio que las formas de barro habían cambiado un poco. A la segunda mañana habían cambiado más y a la tercera aún más. A la cuarta mañana retiró la cubierta, miró las imágenes y les dijo que se levantaran y anduvieran, y éstas lo hicieron. Fueron hasta el río con su hacedor y él les dijo que su nombre era Viejo.

Mientras permanecían de pie a la orilla del río, la mujer le preguntó a Viejo: «¿Cómo es esto? ¿Viviremos siempre y no habrá final?» Y él contestó: «Nunca lo he pensado, debemos decidirlo. Cogeré este pedacito de excremento seco de búfalo y lo arrojaré al río. Si flota, la gente morirá, pero a los cuatro días volverán a vivir de nuevo; morirán sólo cuatro días. Pero si se hunde, tendrán fin.» Arrojó el pedacito al río y flotó. La mujer se volvió, cogió una piedra y dijo: «No, no va a ser así. Tiraré esta piedra al río y si flota viviremos siempre, pero si se hunde, la gente debe morir, de forma que tengan piedad unos de otros y sientan lástima unos de otros.» La mujer arrojó la piedra al agua y se hundió. «Así sea», dijo Viejo. «Habéis elegido. Y así es como ocurrirá.»

Los primeros hombres eran pobres, estaban desnudos y no sabían cómo vivir, pero Viejo les mostró las raíces y las bayas y les enseñó cómo comerlas, y les dijo que en cierto mes del año podían pelar la corteza de ciertos árboles y comerla y que estaría buena. Les dijo que los animales debían ser su alimento. Hizo todos los pájaros que vuelan y le dijo a la gente que su carne podía comerse. Y de cierta planta decía: «La raíz de esta planta, si sé recolecta en cierto mes del año, es buena para cierta enfermedad.» Y así aprendieron los poderes de todas las hierbas.

Viejo enseñó a la gente cómo hacer armas de caza, y a matar y a carnear el búfalo, y como no es saludable comer la carne cruda, recogió madera blanda, seca y podrida e hizo yesca con ella, después cogió un trozo de madera dura y, agujereándolo con la punta de una flecha, les enseñó cómo hacer fuego con astillas y a cocinar la carne de los animales y comerla.

Después les dijo: «Ahora, sí estáis cansados, podéis dormir y obtener poder. Algo llegará a vosotros durante el sueño y os ayudará. Lo que os digan que hagáis los animales que se os aparezcan en el sueño, hacedlo. Debéis obedecerlos. Dejaros guiar por ellos. Si necesitáis ayuda, estáis solos y viajando. Si gritáis pidiendo ayuda, vuestra plegaria será contestada, quizás por las águilas o por el búfalo, o por los osos. Debéis escuchar a cualquier animal que conteste a vuestra plegaria.» Y así fue cómo los primeros hombres se hicieron con el mundo por el poder de sus sueños.



http://descontexto.blogspot.com/2007/08/las-mscaras-de-dios-de-joseph-campbell.html


lunes, marzo 05, 2012

Bioy soñaba y soñaba...




En la madrugada del 3 de diciembre de 1978 tuve un sueño que recuerda tal vez las ideas de los sueños que se hacen los directores de cine y los dibujantes. 

Habíamos recuperado el departamento del 5º piso de la calle Posadas (donde vivo), que habíamos alquilado a una repartición técnica del gobierno. Alguien me explicaba: "Salen beneficiados. Con los aparatos que debimos instalar en el baño usted se va a dar unas duchas fabulosas".
 
Como era la primera noche que pasábamos allí, el departamento aún estaba casi vacío. Yo me preparaba para acostarme. En mi dormitorio, en lugar de ventana, tenía un gran ojo de buey sobre la calle Posadas.



 

 
Oigo de pronto unos golpes en la pared. Por una anomalía del sueño, veo desde mi cama, como si asomara por el ojo de buey, un caballo que sube por el lado de afuera, verticalmente por la pared, tirando una suerte de arado de madera, que empuña un hombre. 








 Instantes después la enorme cabeza del caballo surge por el ojo de buey: está cubierta por una máscara con agujeros para los ojos, como las que usaban para los caballos de guerra en la Edad Media, o quizá como las que usan los caballos de carrera, hoy en día, para protección contra el frío. Me digo que el ojo de buey ahora parece una pechera y que el caballo ha de pasar sus noches ahí. Pienso: "El hombre que lo trajo no sabe que ya nos devolvieron el departamento".