viernes, enero 29, 2010

a petición del público...









La vertical sucesión de ideogramas recientemente alojada en este Pedazo de Blog, ha provocado una muchedumbre de comentarios de lectores; y los dos me piden lo mismo:

¡que lo tradu-u-uz-can! ¡que lo tradu-u-uz-can!

Sensible a ese clamor, doy la traducción, y aún la ilustro.
Se trata de un típico poema del reino laosiano de Laos-Tia en el estilo cortesano Fiang-Psú, en el que el poeta, ebrio de vino y aguardiente de cuajo de rana, deja pasar
-como malamente puede- las horas de una jornada
mirando la "escalera de sueños", insinuada
en los motivos del calabozo y el cormorán empachado,
dejando para el remate de su mínima oda lo que bulle y rebulle en el fondo de su corazón.
Su título es:
"Para Inteligir el Tractor, es menester Amar el Tractor"
(y está inspirado -por no decir "servilmente copiado"- en el escritor argentino Carlos Anglada, si damos crédito a lo que don Horacio Bustos Domecq nos dice que don Gervasio Montenegro
contó aquella tarde a don Isidro Parodi en su celda, ...por resumir...)
Traducido al castellano por Lupercio Leopoldo de Argensola viene a decir -hipérbaton más, paráfrasis menos-:

El alba titubea. Tintinea
el bulbo ,calabozo desvelado.
Un cormorán ahito de sardinas
la siesta cubre de serrín de orujo.
Y empezando la noche almidonada
la sonrisa del loto bebe vino.
Colina, flor de playa,
relojito...
¡Ah! ¡Y sexo!
¡ Mucho, mucho, mucho sexo,!
¡sexo, hasta por las orejas!

jueves, enero 28, 2010

Un comentario

オテモヤン , en "Comentarios a sueño de una escalera, dijo...
援助
ェラチオ
援助
張ホ
スト手コ
ラチ
クス
リヘ
No puedo estar más de acuerdo, sobre todo con la 4ª línea.

miércoles, enero 27, 2010

El Aleph, revisited.

...me contaron...


"Fué un día , por la mañana. Yo iba andando.

Una mujer venía hacia mi, por la misma acera . (Paso a hablar en tiempo presente)
Noto un gesto suyo con la cabeza y los hombros . Interpreto que solloza. Un paso más y le veo la cara . Ahora no me parece que solloce, sino que está hablando consigo misma. Un paso más y ya nos hemos cruzado, ya está fuera del alcance de mi mirada.
En el intervalo temporal que cubren esos tres-cuatro pasos, atisbo de pronto, como si mirase a través de una grieta, el universo de esa mujer. Veo, sé, veo que en ese diálogo que se trae consigo misma- y que yo no puedo escuchar- , está, presente a través de incontables interrelaciones, todo un mundo. Puedo ver, oler, escuchar a través de esa grieta:. ¿Qué?



"anteayer, Kepa, Asun, Maria Victoria, correos, San Sebastián, unas escaleras que llevan a un piso; unas nubes vistas dos días atrás; la Última ocasión en la que fué a Misa; las lentejas de casa de su tía ... Sus conocimientos de mecánica casera, la plantilla que compró para los zapatos de su hija, su hombro izquierdo levantándose para ponerse una chaqueta, aquella travesura...



Nada delimita las sensaciones de los pensamientos. todo es lo mismo, y todo tiene su sede en esa, mente, y nada de lo que hay en esa mente lo hay en la mía ni en la de nadie.
-.......en mi mente estoy yo, y está la imagen de ella en mí, y están estos pensamientos, que ella ignorará por siempre, así como yo ignoraré los suyos. Somos dos absolutas soledades.

Me siento como callado ante la inmensidad inconmensurable a la que me he asomado. Me queda en mi costado derecho una sensación como de cuchillada, que me acompañó durante un rato, durante un largo rato, apenas durante un ratito; lo siguiente que supe fué que estaba, como siempre, asimilado a esto que llamo El Mundo, y que solo había pensamientos allí donde había habido visión.

Ya en pensamientos -pero al principio, cuando todavía la cuchillada atenuaba el ruido asfixiante de mi pensamiento mecánico,- pensé. Agrandé primero aquel bazar, añadiendo momentos, con sus sensaciones, con sus asociaciones a otras sensaciones. Imaginé los más íntimos momentos con sus amantes, durante los cuales ambos fundían cuanto podían en pos de anularse en el otro, y comprobé que solo estaban en la mente de ella. No pude encontrar nada fuera de la mente. Ella habrá visto en televisión determinado personaje -¿Rodolfo Chiquilicuatre?- que yo -y otros cuantos millones de ciudadanos- también vimos, pero su mirando era solo suyo, y el mío, mío.

Pensé entonces en los sueños, en que allá, en aquel zurriburri residían los sueños de aquella mujer.

Considerados así eran algo intraducible, inalcanzable, y al mismo tiempo, eran concretos, y muy claros, y eran lo mismo, exactamente, idénticamente lo mismo que su respirar, su sorber, su moverse, su considerar, su creer, su añorar. Sueño y no sueño: nada real, nada de nada diferenciaba esos supuestos dos campos. Tantas vueltas para esto: Sueño versus realidad: resultado del combate: concepto vacío, nada.

Despertar, atisbo, como si el pez tuviese súbita y clara -y callada- noción de la atmósfera más allá de la frontera agua/aire. Como si eso sí que señalase una frontera entre estar dormido y estar despierto.
Aquella mujer, aquella mente, anidan solo en la mía.

Un abrazo"

sueño de la escalera

-me contaron:

"...Soñé que me dirigía al trabajo: era una mañana de Otoño.

En lo alto del tramo de escaleras
por el que yo tenía que subir,
ví a un hombre.

Se apoyaba en la pared y parecía estar vomitando. También, me parecía, estaba irritado, enfadado: hacía gestos bruscos. Eso me decía yo.
Cada paso me acercaba a la base de las escaleras. No quitaba los ojos de aquel hombre:

suelo andar por las calles descuidado, con la mirada flotante, pero no entonces. Le miraba, y le miraba tanto que él me miró. Y nos miramos. Mi miedo aumentó.




Llegué a tres metros del primer peldaño y, actuando teatralmente, me miré el reloj y aceleré el paso hacia una rampa que me alejaba de mi rumbo, que me obligaba a un largo rodeo.




Enseguida me ví y pensé: ¿y si ese hombre hubiese estado enfermo? ¿Y si necesitase ayuda?
¿Qué hago yo escapándome? ¿Escapándome por miedo?
Ah, sí que tengo derecho a tener miedo y a esquivar un encuentro que temo desagradable.
Claro que sí.
¡Yo tengo ese derecho!
.El mismo “Yo” que lee relatos de cooperantes en el Tercer Mundo, que escucha asuntos de gente sin casa y de gente que les acoge.
El mismo “Yo” que pare a diario teorías, consejos, soluciones, remedios, en los que tiene un papel protagonista.
Y mientras esto pensaba, seguía subiendo la rampa, alejándome del hombre.
Y entonces me desperté.
Y ví que no estaba durmiendo, que no estaba soñando.
Que así, así, que así era yo".

(Nu descendant un escalier nº 4 : Marcel Duchamp)

Sonia Ruiz de Arkaute: ella es así...







Para el curso "de sueños", me esperaban en Vitoria Albert Molina-que además de psicoterapeuta es un trabajador manual avezado, que tira de maza y paleta y extintor-y Sonia Ruiz de Arkaute, que además de arte-terapeuta es "experta en diamantes por la Universidad de Barcelona," titulo que me hace morir de envidia, por qué voy a decir otra cosa...
Sonia me acompañó durante el taller -¡buen taller!, las cosas, como son- con un bloc de dibujo
y un bolígrafo, y mientras los sueños iban siendo narrados y revividos por las mujeres ("¿donde los hombres?, pero, ¿donde los hombres?", que decía el poeta) ella, a lo suyo; y a media mañana vi asombrado que en el bloc había numerosos dibujos que me parecían preciosos, y que esos dibujos daban forma a los sueños que estábamos escuchando; y no solo a los sueños, sino que al clima emocional de quien los traía, y la dinámica de los trabajos que yo iba propioniendo; Todo estaba allí. "Por algo es arte-terapeuta, la tía", caí en la cuenta.

Le pregunté qué era aquello que hacía. "yo tomo notas así ", contestó.







Al final le pedí que me cediese algunos de sus dibujos para el Blog- y mientras mi mente montaba empresas de camisetas impresas con sus dibujos, de los que extraía yo beneficios pingües-, y obtuve autorizaciónlas asistentes para bloggear algunos. Otros son notas tomadas en otros talleres a los que ella había asistido. Compartir en mi blog estos trazos es mi manera de reconocer su mérito y de agradecer el buen rato que su arte me hizo pasar.


Sonia y Albert trabajan y reciben en

domingo, enero 24, 2010

Javi y josé Bianco

Conocí hace luengos años a un individuo singular, a quien pronto me unió el común amor por la literatura y la confianza de sentirme ante alguien del todo generoso y casi siempre bienhumorado.
Con el tiempo, escogió como vocación de vida el conocimiento de la lengua y sus funciones.
Con lo que se hizo... Notario.

Me costó lo suyo -¡unos seis minutos! - aceptar que aquel javi decía la verdad cuando me explicaba cómo reconciliaba algo como la Notaría -que a mis ojitos era algo así como "la cárcel de papel" hecha dura realidad- y el idioma castellano. Pero lo explica tan bien... Lo acepté, lo entendí y mi Visión Acerca de la Notaría Cambió.

Esta nota me llegó de sus manos hace poco, tras haberle comprometido yo encasquetándole el enlace a esta Web. En vez de retirarma la palabra, me envió estos textos, a los que seguiré la pista de a pocos...

"Francis, entré en tu página de sueños y, cómo no, me fui a por Borges y Cunqueiro, por empezar a enredar.

No tengo ni idea de cómo funcionan estos inventos pero me gustaría dejar, en algún lado, estas líneas que inauguran la, a mi juicio, mejor novela de la literatura argentina de segunda mitad del siglo XX.



"Hay hombres favorecidos por los sueños. Les predicen el futuro, como a los hérores de la antigüedad, o les permiten sacar circunstancias valiosas del pasado. Hacen bien en meditar sobre ellos, en interpretarlos. Hasta no me sorprende que los recojan por escrito, en cuanto se despiertan, para que su tenue y móvil realidad no se disipe o desfigure al contacto de la vida diurna.He llegado a envidiar a esa clase de hombres. Por la noche, como ya no recurro a los hipnóticos, me despierto varias veces y compruebo que he soñado. Entonces cierro los ojos, vuelvo a dormir. Mis sueños no consiguen desvelarme. No tienen ninguna relación con mis preocupaciones intelectuales, con mi vida espitirual o afectiva. Tampoco son amenos, ni siquiera terroríficos, angustiosos, eróticos o de un simbolismo sexual inteligible, sino tan vacíos y a la vez tan colmados de insignificancias como el más tedioso de mis días..."



Y así. abrazos

Javi

Epilogo encontrado en Flickr


Las Campanas... y IX y hasta otra ocasión

A lo largo de muchos años, J.W.Dunne repartió instrucciones entre sus amigos y conocidos para que prestasen cierta atención al momento del despertar; y al final de su "Un experimento...", incluyó numerosos de estos ejemplos. He querido seleccionar el siguiente:

.- Sueño: "cuando me desperté, oí con toda claridad: "THE TIMES, sueños de cuatro hombres"
.- Acontecimientos de vigilia:: El sujeto aceptó que este sueño estaba asociado con la lectura del libro de John Buchan "The Gap in the Curtain". Buchan me escribió diciéndome que este libro había sido inspirado por mi "Un Experimento con el tiempo". Es, en resumen, la historia de cuatro hombres que practicaron el experimento "Dunne" hasta que fueron capaces de prever, de manera conjunta, una página del THE TIMES de un año después.
.- Intervalo: alrededor de dos meses.
.- Valor: Bueno. El TIMES tiene más de 100 años de antigüedad y tengo que decir que, en todo ese tiempo, no hubo ninguna entrada en el periódico con "sueños de cuatro hombres' hasta que Buchan escribió su libro.--etc etc".


(¿Dejamos de lado la divertida coincidencia de que el diario del que se habla se llame, precisamente, "The Times", "El Tiempo"?).

Pues sí, lo dejamos de lado y nos vamos a conocer a otros paseantes por el tiempo: el citado
John Bunchan, que por lo que leo acerca de él fué un hombre verdaderamente notable, de quien se dicen muchas cosas, porque resultó un notable escritor, un político respetado por allí por donde pasó; y que "poseyó el don de hacer amigos hasta la muerte"; y de alguien de quien nada encuentro, sino una breve cita que encabeza su cuento "Los ganadores del mañana" en la -me faltan adjetivos para calificarla o siquiera describirla- "Antología de la Literatura fantástica", de Borges, Ocampo y Bioy.

"Holloway Horn, matemático inglés nacido en Brighton en 1901. fué célebre su polémica con J.W.Dunne, en la que demostró:

1) Que la infinita regresión del tiempo es puramente verbal.
2) Que en general es más inseguro utilizar los sueños para profetizar la realidad que utilizar la realidad para profetizar los sueños".

El cuento por el que le conozco habla de Martin Thompson, un jugador y apostador medio arruinado, que se topa con un periódico del día siguiente. "Jueves 29 de julio de 1926", lee
en los márgenes; "Miércoles 28", dice su agenda. Recela al principio, cede enseguida, mira en las páginas de las apuestas de caballos y, por si acaso fuese cierto, apuesta a los "que ganarán",
y obtiene premio tras premio. Solo al final del día, con una pequeña fortuna en sus bolsillos, encuentra en una página el suelto en el que se refiere su propia, inesperada, ineludible, muerte.

Muchos años más tarde, esta idea dió origen a una interesante serie para televisión, que en castellano se titulaba "Edición Anterior, en la que "Gary Hobson", un semiarruinado corredor de bolsa recibe cada día un diario del día siguiente.

Encontré a Dunne leyendo a Borges -habría leido cien veces este nombre entre sus páginas, pero en esta ocasión, hace un año, empecé a seguir esa pista, que tiró de mí en este "El Caso de Las Campanas de la Catedral de Santa María de Vitoria-Gasteiz" que,ahora, por el momento, abandono. Borges cita a Dunne en varias ocasiones. Pienso si sus reflexiones acerca de las teorías de Dunne -al fin y al cabo, estaban de plena moda siendo Borges un joven lector- pudiera ser que estuvieran detrás de la tramoya que levantó aquel cuento tan especial que es "Pierre Menard, autor del Quijote". Dunne habla de cuatro hombres que escriben un diario que llegará un año después; Horn, de un diario escrito el día de mañana y que por lo tanto describe tal cual el día de hoy; Pierre Menard es aquel francés del siglo XIX que escribió, partiendo de cero, sin haberlos llegado a leer, capítulos íntegros de "El Quijote". En castellano cervantino, claro...

Quedan sonando en el aire las enmudecidas campanas de santa María, con su peso paquidérmico. Y en Vitoria siguen sucediendo cosas: hice un taller de sueños, y...

Dunne oye campanas... VIII

J.W. Dunne aceptó finalmente que sus sueños parecían discurrir con igual facilidad hacia el pasado que hacia el futuro; y no solo los suyos, sino los de todos los seres humanos.

¿Por qué, entonces, nadie había recogido algo tan universal?



“¿Qué pasa -con esas ocasiones en las que uno recibe una carta de un amigo de quien no tenía noticias desde hacía mucho, y cae de pronto
en la cuenta de que ha soñado con él esa misma noche?

¿Qué pasa con ese curioso sentimiento que casi todo el mundo ha experimentado en algún momento, de que algo que está ocurriendo ahora ocurrió antes?

¿Qué pasa con esos raros sueños que terminan con un ruido
y un despertar... precedidos en el mismo sueño por una secuencia perfectamente organizada que desemboca en ese accidente repentino?

¿Y qué pasa con...?”

“Es posible que estos acontecimientos sean normales, no anormales?


¿Y si nuestra visión del tiempo como “futuro”, “presente” y “pasado” fueran solo una rara barrera mental, impuesta, activa solamente cuando estamos despiertos?” “Algo así debe ser”. Por eso...



...porque lo cierto, lo innegable -se decía- es que la mente despierta rechaza de manera rotunda la asociación entre el sueño y acontecimientos posteriores.


Para ella, ¡esta asociación es al revés!,
y tan pronto como la percibe, la rechaza: de inmediato.

El rechazo intelectual es automático e intenso. Incluso cuando,
a través de registros escritos de nuestros sueños, nos enfrentamos
con pruebas irrefutables, echamos mano de cualquier escusa para evitar su reconocimiento. Que si los detalles no coinciden plenamente, que si hay diferencias... cualquier cosa antes de reconocer las muchas
y muy importantes pistas, las semejanzas, las coincidencias, ...”





jueves, enero 21, 2010

Las Campanas: seguimos especulando VII

Volviendo al tema de las campanas y Mr Dunne: La convivencia de una moral estrictamente antianimista y un puñado de experiencias de aparente anticipación del futuro en el activo cerebro de un diseñador de aeronaves llevó al nacimiento de una doctrina que se llamó "serialismo".

Lo que Dunne dijo, fué que:

"Aquellos sueños que iba coleccionando, aquellos sueños que mis conocidos anotaron y relataron, NO eran percepciones (impresiones) de acontecimientos distantes o futuros. Eran los sueños comunes que se componen de imágenes distorsionadas de las experiencias de la vigilia, reunidos según el modo habitual, medio sin sentido, propio de los sueños.

Es decir: si hubieran ocurrido en las noches posteriores a los acontecimientos correspondientes, no habrían mostrado nada que fuera, ni lo más mínimo, infrecuente, y habrían proporcionado tanta información verdadera como falsa, que es muy poca, en relación con las experiencias de la vigilia que hubieran dado lugar a ellas, como ocurre con cualquier sueño ordinario.

Eran los sueños esperables, apropiados y ordinarios; pero habían ocurrido en las noches equivocadas".

domingo, enero 17, 2010

Paréntesis en la serie "Las Campanas..." : Un susedido (cierro paréntesis)

Un hombre, una vez, volvía
en su Citröen montado,
despues de haber presentado
un trabajo sobre el sueño;
y en su casette sonaba
con una dicción perfecta
don Atahualpa Yupanqui
a solas con su guitarra,
cantando a las soledades,
al camino de su vida,
a la injusticia, a la luna,
y a la tierna soledad;
y ya se acababa el viaje,
y ya engullía el garaje
hombre y coche juntamente,
y una estrofa todavía
le quedaba por cantar;
y solo cuando al ratito
quiso callarse el motor,
dejó que su voz dijera
unos versos simplicísimos:
estos que traslado aquí:
Anoche he tenido un sueño
que me ha dado que pensar
soñé que juntabas nieve
cerquita de mi rosal
Ay, pasé la noche entera,
pensando en el sueño aquel:
¡no vuelvas a juntar nieve
que el rosal se va a perder!
Soñar con rosas y nieve...
desdichas suele traer .

Las campanas... y Rabelais, VI

En el año 1543 apareció en Paris por vez primera el "Libro Tercero de los hechos y dichos heróicos del Gran Pantagruel", doce años después del anterior volumen de la serie. En este "Tiers livre", Panurgo, amigo de Pantagruel, se pregunta si es que haría bien en casarse o si no; y ese es el núcleo del libro todo. Los dos amigos recorren el mundo consultando adivinos representantes de todas las artes adivinatorias entonces en boga, y en uno de los capítulos, prestan atención a la interpretación del futuro por los sueños.

François Rabelais viene a decir entonces lo mismito que cuatrocientos años después dejó dicho J.W.Dunne.
¡Cuanta diferencia, no obstante, en el tono. Donde Dunne ve, al mirar hacia el pasado, feos salvajes supersticiosos, Rabelais ve sabios, fundadores de la moderna cultura medieval. Y, para explicar algo en lo que tal vez no crea (porque la consulta de los sueños para el asunto propuesto por Panurgo resulta, como método de conocimiento, todo un fiasco!), se inventa un símil de andar por casa enternecedor.
Leamos y juzguemos:



"Tomemos otro método de adivinación -respondió Pantagruel-.
Un medio antiguo y verídico es por los sueños. Pues soñando bajo determinadas condiciones -descritas por Hipócrates, Platón, Plotino, Jamblico, Sinesio, Aristóteles, . Jenofonte, Galeno, Plutarco, Artemidoro Daldianende, Teócrito, Plinio, Ateneo y otros...- el alma, a menudo, prevé las cosas futuras.

No es necesario que os lo pruebe con razonamientos: Lo entendereis bien con un ejemplo corriente. Cuando veis que, estando os niños bien limpios, ahitos
y amamantados duermen profundamente, las nodrizas se van a pasear libremente, como autorizadas durante ese tiempo a hacer lo que quieran ,
pues su presencia junto a la cuna parece inútil.
Del mismo modo nuestra alma cuando el cuerpo duerme, y la digestión está totalmente acabada, al no ser ya necesaria aquí hasta el despertar, se pasea
y vuelve a ver su patria, que es el cielo.
Allí participa insignemente de su origen primero y divino, y allí, contemplando esa esfera infinita e intelectual, cuyo centro está, según Hermes Trismegisto, en cada lugar del Universo y la circunferencia en ningún lugar, y para la que todos los tiempos están presentes, anota no solo las cosas sucedidas en este mundo de abajo, sino que también las futuras; y las comunica a su cuerpo.

Cierto es que no las comunica con la misma pureza con la que las vió, obstaculizándolo la fragilidad e impureza de los sentidos corporales:
así como la Luna, al recibir su luz de los rayos del Sol, no nos la comunica tal cual, tan brillante, tan nítida, tan brillante y ardiente como la recibe.

(Tercer libro de Pantagruel, traducción y edición de Alicia Yllera, Edit. Cátedra,
col. Letras Universales, nº408)

viernes, enero 15, 2010

Algunos diseños aeronaúticos de J.W.Dunne








Las campanas y Dunne V

J.W.Dunne, el tipo seguro de sí mismo que venimos conociendo, desestimó lo que él llamaba "la idea del alma" con gran firmeza.

"...no puede haber ninguna duda razonable de que la idea del alma tiene que haber surgido por primera vez en la mente del ser humano primitivo como resultado de la observación de su sueño. En su ignorancia, no podía haber llegado a otra conclusión que no fuese que, en el sueño, abandonaba su cuerpo dormido en un universo y deambuleaba por otro. Se cree que de no ser por esos salvajes, a la humanidad nunca se le habría ocurrido la idea de algo como “el alma”; por eso, no se puede pretender que se tomen en serio los argumentos introducidos más tarde para reforzar una cuestión -la existencia de esa “alma”- ya contaminada en su origen".
(es decir, ¿para qué molestarnos en pensar en asuntos de almas si el propio concepto de "alma se lo inventaron, mal deducido, los salvajes primitivos?)

Sus declaraciones acerca del "hombre primitivo", del "salvaje", están hoy en día, amigos míos ab-so-lu-ta-men-te su-pe-ra-das. El pobre zote, hijo al fin de su tiempo, tomaba todavía a los aborígenes que seguían sobreviviendo desde el paleolítico sin mudanza de usos ni costumbres por "salvajes" y "primitivos"
¡Creencias imperialistas, racistas y contaminadas por el ingenuo optimismo antropocéntrico de la era post-maquinista... ¡Ingenuo varón, nuestro J.W.Dunne, que se creyó que los tiempos desembocaban en Sus tiempos, y que estos eran la Quintaesencia del Verdadero Conocimiento Objetivo!
No sabía él que si hubiese podido mirar tan solo 100 años más tarde, que si su mirada hubiese podido alcanzar hasta nuestros días, hubiese visto las cosas tal y como hoy las consideramos yo y mis amados lectores -que somos, aunque esté feo que lo diga yo, el colmo de la nata del depósito de la decntación del refinamiento de lo más de lo más de lo más de la inteligencia.
Hoy , tan solo 90 años más tarde,sabemos que los contados pobados amazónicos y papúanuevaguinéicos más o menos intactos que quedan, ¡No son poblados de salvajes incultos, no, por Dios!, sino testigos, testimonios, del devenir de la Raza Humana con minúsculas!
Pobre Dunne. Él sí que era un Primitivo, él sí que era Un Salvaje!
¡Hoy en día, somos muchísimo más modernos! ¡Más tolerantes! ¡Y más objetivos! Y, si me apuran, ¡¡muchísimo más más espirituales que ellos en sus tenebrosos años de 1920!!.
En fin, así era aquel buen teniente J.W.Dunne, ¡Que el Clemente, el Misericordioso se apiade de él!.
De todas formas, dió a luz una teoría única que tiene que ver con las campanas de Santa María a las que aludí rato ha, así que seguiré con él un ratito más -mi tolerancia es proverbial (1)
He hurgado en la Web en busca de diseños de aquellos aviones que nos dicen que diseñaba, y no desdeñables imágenes he pillado. Allá van!

miércoles, enero 13, 2010

las campanas... IV Dunne

Dunne era un hombre de comienzos del siglo XX. Diseñaba aviones. ¿Podemos imaginar, alguno de nosotros lo que eso significa, "diseñaba aviones"? No un avión, sino "aviones". Algunos volaban, otros no, y otros simplemente se rompían en pleno vuelo.

SUEÑO de J.W.Dunne, año 1912:
soñé que me encontraba de pié, en un enorme prado, situado en un paisaje que no pude reconocer. Allí aterrizó un aeroplano, que se estrelló a unos sesenta metros de donde yo estaba. Poco después ví a B., que venía hacia mí en la dirección en que había ocurrido el accidente. Le pregunté si los daños habían sido graves. Me respondió: "no, no demasiado", y añadió, "La culpa es de ese espantoso motor; pero ahora tengo que cargar con él" El sueño fué largo, todo él sobre accidentes de aeroplanos, (una forma común de pesadilla que todavía me afecta en la actualidad), y el accidente no fué lo peor que ví. Me despertó el camarero etc etc...a eso de las 8 de la mañana".
COINCIDENCIA: B. se había matado aquella misma mañana al estrellarse en un prado entre las 8 y las 9.
ANALISIS DE DUNNE DE LA COINCIDENCIA: 1) Tener pesadillas sobre accidentes aéreos era corriente para mí por entonces. Así que el nexo sueño-accidente puede muy bien no ser causal, sino accidental. 2) El accidente no se debió al fallo de un motor, sino al desenganche de un mecanismo de desembrague rápido en uno de los cables maestros de sustentación, y a la consiguiente rotura hacia arriba de un ala. B. sabía pues, sin duda, que su ala se había roto. Esto priva de cedibilidad a la idea de que entre B. y yo hubiese un nexo telepático en aquellos momentos. c) B. no pilotaba el avión: era simplemente el pasajero. En mi sueño no aparecía esa otra persona... "

Diseñaba aeroplanos, escrutaba en sus sueños y se defendía como gato panza arriba de mantener cualquier idea que involucrase la existencia de un "alma" en el hombre.
Un caballero del Imperio británico, subsección Descreídos. Todo un tipo.

lunes, enero 11, 2010

asociación libre...

"An Experiment with Time, de J.W. Dunne (1927), que trata sobre el carácter eternamente presente y simultáneo del tiempo y la aptitud de los sueños


(de una crítica cinematográfica, en "Misterioso objeto al mediodia)

para sustraerse a la linealidad temporal propia de la consciencia y adquirir carácter
premonitorio. Al principio del relato (final de la película), su destino se nos presenta
como predeterminado por la cámara, que la observa desde arriba, la elige y la entrega a la centrifugadora del tiempo mientras ella lee plácidamente sobre la hierba el libro de
J. W. Dunne"...

sábado, enero 09, 2010

Las campanas, los sueños... II

Lo que puedo decirle es, en primer lugar, que claro que le creo a usted. En segundo lugar, que, efectivamente, eso no es un "deja vu", una de esas experiencias de "Yo ya he estado aquí" que quien más, quien menos, experimentamos de vez en cuando -en mi caso, esto me sucedía más a menudo "antes", en años más tempranos que los de ahora-.


Por lo demás, incontables son los ejemplos de vivencias semejantes a la que usted me cuenta.
En la Web, enseguida encuentro que:

"Yo, que recuerde, sólo he tenido un sueño premonitorio. Soñé que me encontraba en una mesa de radiografías y un médico, enfermero, no sé, me estaba examinando un tobillo. Bueno, a la mañana siguiente iba con todas las prisas arreglándome, se me enganchó un pie en un roto que había en un edredón que estaba rozando el suelo, y me caí todo lo larga que era xDD. Un tobillo se me puso como una morcilla, así que esa misma mañana me encontré en la misma situación en la que estaba en mi reciente sueño. Imaginaos mi careto..."

J.W.Dunne, allá por 1927, se tomó el fenómeno en serio y mientras recogía testimonios espontáneos de sus amigos, diseñó una serie de experimentos con los que obtuvo un número todavía mayor de testimonios; en su libro "Un experimento con el tiempo" -lo compré hace unos meses, editado por Zenith/Planeta-, da cuenta de unos cuantos, tanto propios como ajenos.

La cosa comenzó con un par de sueños: soñó que su reloj se había detenido a cierta hora, cosa que le ocurrió realmente al día siguiente,;y soñó con una gran catástrofe con 4.000 muertos en vísperas de la erupción del volcán Mont Pelée, que mató a 40.000 personas. Más adelante comenzó a anotar sus sueños al despertarse, y así pudo relacionar con precisión un sueño con un caballo que atravesaba una cerca aparentemente infranqueable con un suceso igual mientras pescaba con su hermano la tarde siguiente.

Todo esto despertó en él su afán de investigador -hay que decir que por aquel entonces se dedicaba a la ingeniería aeronaútica, es decir: inventaba aviones-... (continuará).




(J.W. Dunne en uno de sus aviones)










Las campanas de Santa Maria I

Quiero contarle una curiosa experiencia que viví días atrás. Tenía previsto acudir con mi familia a Vitoria -Gasteiz, para visitar las obras de la Catedral de Santa María. Posiblemente haya oído hablar de ello: desde hace ahora 10 años, están interviniendo en la arquitectura de ese viejo templo. Vargas Llosa y Ken Follet han sido dos visitantes ilustres de esta obra. Por cierto, que la visita nos agradó sobremanera: Bien vale la pena el corto viaje Bilbao-Vitoria.

El día estaba frío y nublado. La visita terminaba en el atrio de la Iglesia, pero tenía un extra. La guía nos hizo salir a la calle y rodear los viejos muros, y nos dirigió a una explanada cubierta por una lona. Antes de traspasar la puerta, dijo que íbamos a ver las campanas.

Me volví hacia mi hijo y le dije: "Vaya! esta noche he soñado que una guía nos llevaba a ver una gran campana, que estaba en el suelo"... y mi hijo se separó de mí y me quedé sin contarle cómo terminaba: Rodeábamos la campana y entonces la guía nos lanzaba una pregunta: "Cuanto calculan ustedes que pesa?"

En fin, entramos a la explanada y vimos las cinco campanas, depositadas allí durante la restauración. La guía nos explicó cómo se fundían in situ, nos habló de las distintas formas canónicas de campanas y nos preguntó: ¿Cuanto calculan ustedes que pesa la mayor de ellas?" Me eché a reir: ¡como en mi sueño!

Las coincidencias no iban más allá. La campana soñada pesaba cincomil kilos, y la vitoriana, mil seiscientos. Pero ¡mi hijo es testigo, soñé lo que iba a sucederme doce horas antes de que sucediese! No fué un "deja vu". ¿Qué cree usted que fué?

¿Qué me puede decir al respecto, señor del Blog?
Feliz año nuevo



(la campana mayor de Santa María desciende del campanario)

domingo, enero 03, 2010



En el claro de la luna
(
Silvio Rodríguez)


En el claro de la luna
donde quiero ir a jugar,
duerme la Reina Fortuna
que tendrá que madrugar.

Mi guardiana de la suerte,
sueña cercada de flor
que me salvas de la muerte
con fortuna en el amor.

Sueña, talismán querido,
sueña mi abeja y su edad;
sueña y si, lo he merecido,
sueña mi felicidad.

Sueña caballos cerreros,
suéñame el viento del sur,
sueña un tiempo de aguaceros
en el valle de la luz.






Sueña lo que hago y no digo,



sueña en plena libertad,



sueña que hay días en que vivo,



sueña lo que hay que callar.





Entre las luces más bellas
duerme intranquilo mi amor
porque en su sueño de estrellas
mi paso en tierra es dolor.

Mas si yo pudiera serle
miel de abeja en vez de sal
¿a qué tentarle la suerte
que valiera su soñar?

Suéñeme, pues, cataclismo,
sueñe golpe largo y sed,
sueñe todos los abismos,
que de otra vida no sé.

Sueñe lo que hago y no digo,
sueñe en plena libertad,
sueñe que hay días en que vivo,
sueñe lo que hay que callar.




Sueñe la talla del día,



—del día del que fui y del que soy—



que el de mañana, alma mía,



lo tengo soñado hoy.



¡ Feliz Año 2010!,

os estaba deseando, cuando un pequeño yo gramatical se hizo oir en mí y me exigió:
"¡Define "Feliz"!
Y después de seiscientos intentos desastrosos de definir "Feliz",
decidí copiar/pegar el cuentito de Bernardo Atxaga que sigue más abajo. Así que:

¡FELIZ AÑO 2010! (queriendo "feliz" decir lo que este cuentito expresa...)

"Enfermó Adán el primer invierno después de su salida del paraíso y asustado con los síntomas, la tos, la fiebre, el dolor de cabeza, se echó a llorar igual que años más tarde lo haría María Magdalena, y dirigiéndose a Eva, "no sé qué me ocurre" gritó, "tengo miedo" "amor mío, ven aquí, creo que ha llegado la hora de mi muerte".

Eva se sorprendió mucho al oír aquellas palabras, amor, miedo, muerte y le pareció que pertenecían a una lengua extraña, ajena al paradisiaqués, y anduvo con ellas en la boca, masticándolas como pepitas, como raíces, hasta que creyó, amor, miedo, muerte, comprender enteramente su sentido. Para entonces Adán ya se había repuesto, y volvía a sentirse feliz, o casi.

Fue sólo, aquel hecho extraparadisiaco, el primero de una larga serie, de modo que Adán y Eva siguieron, por así decir, recibiendo clases intensivas de la lengua que decía amor, miedo, muerte, aprendiendo palabras como cansancio, sudor, carcajada, carcaj, carcamal, canción, caricia o cárcel; a medida que crecía su vocabulario, las arrugas de su piel aumentaban.

La hora de la muerte, la verdadera, le llegó a Adán siendo ya muy viejo, y quiso entonces transmitir a Eva lo que había aprendido, su última verdad. "¿Sabes, Eva?", le dijo, "la pérdida
del paraíso no fue en realidad una desgracia. A pesar de los trabajos, a pesar de lo del pobre Abel y todos los demás conflictos, hemos conocido lo único que, noblemente hablando, puede llamarse vida".

Sobre la tumba de Adán se derramaron lágrimas corrientes, de agua y sal, que cayeron a tierra y no criaron jacintos, ni rosas, ni flores de ninguna clase, y de todos ellos fue Caín el que, paradójicamente, con más desgarro lloró; Luego Eva recordó con cariño el susto de Adán cuando su primera gripe, y todos se calmaron, y se fueron, y tomaron algo, y comieron un bollo".