jueves, julio 26, 2007

sueños y lenguajes: Castillo Colomer


I: EL SUEÑO

“Estaba en una fiesta con mucha gente. Había mujeres, todas ellas con vestidos brillantes, con lentejuelas que brillaban”.

Citado por Javier Castillo Colomer en la página 78 de su “Los sueños en la vida, la enfermedad y la muerte”, subtitulado “claves para una hermeneútica” y publicado por Biblioteca Nueva en Madrid, el año 2005. Nos dice que es cita de Angel Garma, en la página 214 de su “Tratado mayor del psicoanálisis de los sueños”, publicado por Tecnopublicaciones en Madrid el año 1990.

II: LA INTERPRETACIÓN
+.- ¿Podría explicarme esa entrada anterior que nos viene de endilgar?.
- Pues es un sueño. Todo un sueño. Y nada menos que un sueño..
- Los he visto menos escuetos, a fuer de sinceros..
- Menos escuetos, pase, pero más ricos en menos espacio, déjeme que lo dude..
- Y esa riqueza que me está usted señalando, ¿ me haría el favor de desplegarla ante mí? .
- ¡Y cómo no! Sólo que….
- ¿solo que … ¿qué de qué?.
- solo que de un lector listo, educado, informado, a su imagen y semejanza, hubiese yo esperado que resolviese la menudencia que es el significado de este sueñazo. En fin, voy a darle unas pistas. Primera: Lo soñó una médico..-
-¿?
.- Más completo, y paso a citar a Castillo Colomer/ Angel Garma: La mujer en cuestión era una profesional de la medicina que estaba en formación psicoanalítica y tenía dudas de que su trabajo de promoción fuera bueno, temiendo que su psicoanalista estuviera descontento por ello..
- ¿?.-
¿Más pistas? Había tenido dificultades guante sus partos, que habían tenido lugar en el curso del tratamiento psicoanalítico..
- ¿?.
- durante la segunda guerra mundial experimentó angustias intensas ante la fantasía de ser quemada en un campo de concentración..
- ¿y quien no?.
- El sueño citado le sobrevino un día que tuvo la fantasía de que uno de sus hijos hubiese tenido un accidente.
-¿?
- Última pista: “Debido a su formación médica, la paciente asoció las lentejuelas del sueño con los folículos de Graaf del ovario..
- ¿¿??
- Pues eso, que ya nos lo aclara Castillo Colomer: Lentejuelas de vestido/Folículos de Graaf.
Y le largo lo que queda: De otras asociaciones se siguió que las otras mujeres eran representantes de la soñadora y que los vestidos simbolizaban membranas fetales,
o sea que dichas mujeres estaban dotadas de una óptima capacidad genésica, dado que lo que brilla puede significar al mismo tiempo el nacimiento (ser dado a luz) y el fuego del horno de cremación. Según Castillo, según Garma el contenido del sueño solucionaba FICTICIAMENTE (sic) todos los conflictos traumáticos de la analizada, que podían resumirse en esta fantasía:
“Qué importa que no fuese aprobado su trabajo de promoción o que su hijo pereciese en un accidente, si ella era una mujer con tanta capacidad para embarazarse y dar a luz a tantos hijos materiales y también espirituales, que la pérdida de un hijo o de un trabajo podían tenerla sin cuidado”..
- ¡!.
- de todas formas, de todo esto, lo que a Castillo Colomer le interesa destacar, según él mismo dice, es que este sueño aparece “ ni más ni menos que como la expresión de una defensa maníaca que encubriría una intensa desesperación latente ante la posibilidad de fracasar,
una importante desconfianza con respecto a los demás y un sometimiento al psicoanalista
como figura perseguidora. En esta línea, afirma nuestro autor, incluso se podría ir más allá y vislumbrar la impronta del “trauma del nacimiento” “ que configura lo brillante del contenido manifiesto”.Y yo le digo: quiere usted darme su digna opinión acerca de lo expuesto?.-
.- Vale, pido tiempo. Tiempo para preparar mi respuesta. ¿Puedo, no? Pues lo pido. Adiós.
.- Adiós.

III SOBREVOLANDO

Una vez alguien trabajaba un sueño que incluía una casa; una casa con una parte superior noble
y un sótano tenebroso. Al adentrarse en el sótano descubrió una pequeña piscina, que estaba llena de pececillos, como un magma en ebullición. Y se quedó mirándolo, encantada, recordando aquellos pececillos que en su casa atesoraban como el mejor cebo posible para los peces, y cómo en su casa llamaban a aquello “el tesoro”. El sótano acogía un gran tesoro, venido del pasado a iluminar el presente.
De ningún modo hubiese acertado yo en el simbolismo de aquel ovillo de peces en un ambiente oscuro; ni por casualidad. Ni en cien años. Era el sueño de aquella soñadora, y eran sus símbolos.

Una mujer, doctora, que sueña con un baile, asocia las lentejuelas de los trajes con los folículos
de Graff, y cae en la cuenta de qué valor concede a su trabajo y a su maternidad. La pescadora utilizó símbolos de faenas del mar; la doctora, elementos anatómicos. ¿No son actividades en todo equivalentes?
Así que ... ese mosqueo que se deja notar en el comentario sobre la interpretación del sueño en la entrada anterioranterior, es sólo puro prejuicio: no alcanza a ser la ironía que pretende . Jamás hubiese yo asociado Folículos con lentejuelas como nos cuenta Castillo Colomer que sucedió,
pero fue ella, la soñadora - de quien se nos dice que era doctora- quien hizo su propia asociación: no su psicoanalista. Era su sueño y son sus símbolos.
Soy testigo de que nada hubo de forzado en aquel trabajo con el sueño de los peces, pero del tono de mi diálogo se deduce que imaginé que sí lo hubo en el de la doctora. No quedé nada contento con ese diálogo precedente, y si lo mantengo en vez de eliminarlo es porque lo ofrezco como ejemplo de un texto que dice hablar acerca de algo pero en realidad está diciendo del estado de ánimo de quien lo escribió.

IV EL LIBRO

Es un volumen apasionado, lleno de aventura. Junguiano, o post junguiano. Atrevido, generoso; difícil, pero enriquecedor. No puedo decir que me gustó; sí que me valió la pena el esfuerzo de leerlo, que me alegro, que me motivó, que sí.

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