jueves, marzo 13, 2008

Paisajes... Segunda Entrega.

La región les parecía –y hasta qué extremo!- un sueño, un reino de fantasmas, de una belleza afectada por la locura. Estaban en un mundo donde la naturaleza dormía, encarnando su magnífico horror, sus pesadillas, sin trabas, de una forma directa, sin la mediación de ninguna psique, en la sólida dureza de las formas materiales…

“Parece un paisaje imaginado por Lem”, dijo ella apartando con su pié las plagioclasas, que se quebraron bajo el impulso como riendo, como llorando…
“¡No eran Inversiones, chati!”
“¿Ah, no?”
“No, no lo eran, porque las inversiones se refieren a elementos del sueño, y en aquellos casos no estaba refiriéndome a elementos, sino al tono emocional del sueño mismo!!””
“Repítemelo, muñeco”
“Se moría de miedo, desde hacía años, porque algo le perseguía. El tono era de terror congelado, de desesperación. De intensa desesperación. Y cuando aquel aglomerado de sudor frío y…”

“¡cuidado!” gritó mientras su tobillo se esforzaba por no trocearse en veinte trozos.
“¡cuidado!”, gritó él cayéndose lentamente sobre los restos de diatomeas.


Se apoyaron mutuamente hasta recuperar la marcha vertical entre risotadas y empujones. Los tres soles remontaban la eclíptica en su curso hacia ninguna parte. Se sentían orientados, eufóricos y viejos…

“… y …y, y aquello tenía la intensidad exacta de su deseo de abrazar a alguien, y la violencia de los encuentros entre maníacos tenían la intensidad justa de su gratitud hacia la dulzura de su vida actual y… y… Y esto ni es Inversión ni es Polaridad, Rediantre divino!”
¡”Como digas, mi elefantito furioso”!

No, no es algo que dijera Perls, ni Artemidoro, es algo que a mí me dijeron los soñadores y que yo escuché y ante lo que me abrí y… y…
“como digas, mi ranita tosedora”

“Y ahora sé que en ocasiones un sueño representa exactamente lo opuesto a lo que transporta en sus entrañas, a lo que le da razón de ser y forma concreta. Y eso ...
“lo que digas, mi galletita chiquilín”

¿Porqué Perls nunca habló de esto? ¿Porqué nunca prestó su atención, o su pluma, a las leyes de la asociación de imágenes?
“¿Será tal vez porque dio a luz a un método de abordaje que, por sí solo, lleva, cuando es preciso, en derechura al lugar donde esas leyes se muestran y se explican por sí solas?”

Estaban los dos ¡tan guapos!

(el paisaje es de "Fiasco", de Stanislav Lem, publicado por Alianza Editorial)

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