¡cuantas veces soñé que regresaba
pero poco después me despertaba
y el que lloraba entonces era yo!
(Los Secretos: quiero beber...)
canción con sueño: incluye un sencillo ejemplo de proyección: el soñador está llorando, pero para representarse a sí mismo utiliza la figura de otro: de ella. ¿Y qué razones tendría ella para llorar? Pues el dolor del reconocimiento de su error. Pero no, nunca hubo tal, solo era él llorando, él llorando, él...
soñé que el fuego se helaba
soñé que la nieve ardía
y por soñar lo imposible,
soñé...
soñé que tú me querías.
(jota navarra de toda la vida)
canción con sueño: el galán expresa al mismo tiempo su sentir, su desesperanza de que tal sentir vaya a ser correspondido, su dolor por los desdenes a que le viene sometiendo su chati, su reto y su esperanza de que algo cambie en el futuro: todo ello, cantando a voz en cuello. Lo de traerlo a escena como algo soñado es mera retórica: nunca hubo tales sueños. Otro tanto hubiesen valido fórmulas semejantes, como la muy navarrica de "me se ocurrió", solo que una jota precisa de octosílabos y descarta de entrada palabras como "imaginé", "discurrí" y semejantes.
"soñé que el río me hablaba
con voz de nieve cumbreña
y triste me recordaba
las coplas de mi querella:
Tú que puedes, vuélvete
me dijo el río llorando
allá te están esperando"
(Atahualpa Yupanqui).
Canción con sueño: El poeta pone ante sí mismo, una vez más, lo que cada noche, lo que cada momento. (Más tarde vuelve sobre ello diciendo "es cosa triste ser río, ¡quién pudiera ser laguna!). Tantas veces se lo ha dicho como hombre, que se lo dice como río; tantas veces se lo ha dicho como río que ahora, ya, se lo dice como río que habla en sueños; y bien sabe él que no, que no: que no va a volver, que no volverá; cansado está de decírselo y de no escucharse. Por eso dice: esto que mil veces me digo, lo escucho como si fuese la voz de un río escuchada entre las sombras de un sueño.... Nunca volvió.
"sueño con serpientes
con serpientes de mar, con cierto mar
¡ay! de serpientes, sueño yo.
Largas, transparentes
y en sus barrigas llevan
lo que pueden arrebatarle al amor"
(Silvio Rodriguez)
canción con sueño: En este caso, se trata de una pura alegoría. Como Quevedo en sus "sueños", el poeta cubano nos habla de la condición humana, y la ilumina oblicuamente y así vista se asemeja a la lucha de mil serpientes contra el héroe de las mil caras; y además, el héroe, triunfa. Como es su obligación. No es un sueño: es un espejo lo que Silvio se pone y nos pone delante. ("esta, al fin, me engulle/ y mientras por su estómago paseo7 voy pensando en qué vendrá...)
Y para ello, utiliza el tiempo presente, lo que distingue esta canción suya de las tres anteriores. Así se hace la buena poesía; un recurso para un propósito.
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