otro pieza!

A la misma Generación El Curdín que avergonzó las eras de Tierra Estella con su presencia

perteneció Zoilo Javier Suescun, (Arandigoïen, 1953), poeta prolífico e inédito, en cuyo poemario "Puedo escribir los versos más malos esta noche", se aloja el siguiente serventesio,

que lleva por título

"Juventud y vino, tesoro"

Juventud y vino, tesoro:

dos piezas que en mi mano

un día yo tuví.

Pasé mi mocedad con gran decoro

repitiendo consignas como un loro,

cantando los domingos en el coro,

a resguardo de ti.

Bebí como un romano,

siempre pedo, en invierno y en verano,

tanto en La Viña como en El Marrano

hasta que me aburrí.

Y hoy cuando atrás queda ya mi Edad Media

y por la Zeta va mi enciclopedia,

una pregunta pertinaz me asedia:

¿Tuví

or not to be?

Zoilo Javier prestó toda su vida gran atención a sus propios sueños y a los de sus vecinos. En cierta ocasión aseguró:

"Entre más lo pienso, más me parece que en las creaturas humanas, el soñar y el recordar y repensar sus sueños se parece mismamente a aquellas fases de la digestión de los rumiantes
que trascurren en el Rumen, el Retículo y el Omaso, -antaño conocidos como Panza, Redecilla y Libro-, antes de pasar al Abomaso -o Cuajar- y digerirse con el consiguiente provecho.


Cuando menos, cuando menos, ese recordar y repensar los sueños y las pesadillas, viene muy bien a todo quisque, y a menudo facilita la digestión.






La digestión gástrica, quiero decir.
Y es cosa probada."