domingo, julio 30, 2006

Los Sueños y los Libros.- 2



LOS SUEÑOS. Norman MacKenzie. Ediciones Caralt, 1976. Traducción de Antonio González Grau. Edición original en Aldus Books, London, 1965.


“¿Qué son los sueños? No hay ninguna respuesta para tan sencilla pregunta, que se ha formulado en todo tiempo y por todos los pueblos…”

Así comienza este apasionado libro. No sé nada acerca de su autor: da las gracias, al comienzo, a instituciones británicas y estadounidenses, y maneja especialmente fuentes de la cultura anglosajona, y eso es todo.

Cuando digo “apasionado”, me refiero a que es un libro claramente militante. Toma partido por el valor de los sueños como estímulo del deseo de conocimiento, y valida en este sentido cada intento de cada autor de alcanzar la anhelada clave. También toma partido por los sueños como herramienta para la psicoterapia: se vuelca en los trabajos de Freíd y sus sucesores con un espíritu abierto, curioso, pero sobre todo reverencial. Y, cosas de la vida, toma partido abierto y entusiasta por el LSD-25 y por la Mescalina: ve en su utilización un universo ignoto en el que se hallarán, a buen seguro, secretos y remedios que harán mejor y más fácil la vida de los humanos.

Me suministra innumerables pistas apetecibles, fruto de una indagación que me imagino larga y divertida. Voy a dar un listado de autores que cita y que marco desde ya con rotulador fosforito por retenerlos en la memoria, por si un día caen a mi alcance. Comparto este potpourri de conocidos y desconocidos para quien se quiera interesar:

El “Papiro Chester Beatty”, las Tablas de Asurbanipal, Cicerón, Artemidoro, Orígenes, Gregorio de Nisa, Francesco Colona (y su “sueño de Polifilo), Jerónimo Cardán, John Wesley, François Magendie, David Hartley, John Addington Symonds, Robert MacNish, John Abercrombie (médicos escoceses estos dos últimos), Ludwig Laistner, C.G.Seligman, L.F.Alfred Maury, Havelock Ellis, G.Trumbull Ladd, Henri Bergson, Willien Wundt, James Sully, Eduard von Hartmann, J.E. Purkinje, William Hazlitt, T. de Quincey…

Los últimos capítulos están dedicados a la psicoterapia y a los experimentos médicos con drogas, e incluyen las transcripciones de dos sesiones post-LSD. Leerlo al día de hoy me produce pena –por lo mucho que se ha perdido con la postura oficial a partir de los años 70-, y cierta extrañeza, porque une las dos herramientas principales de su credo, psicoanálisis y alucinógenos, y no siempre tengo una sensación de claridad en los resultados obtenidos; se me ocurren mejoras a considerar… Pero las transcripciones de tales sesiones son siempre extrañas: en SHIVITI, narración de la cura mediante LSD de un superviviente de Auswitch, no siempre entiendo ni lo que dice, ni lo que le sugieren, ni lo que concluye, pero es su mundo y la sinceridad del relato y la autenticidad de la cura emanan de lo dicho con fuerza incuestionable: el mundo sensible al que se entra a través de Grandes Viajes se traduce sólo aproximativamente a nuestros idiomas de costumbre.