Estoy en un campo de olivos. Anochece.
De cada arbol penden varias serpientes.
(13/ 5/ 2010)
Este breve texto es uno de los sesentaicinco que conforman el libro "Cuaderno de Noche", de Inka Martí. La ilustración es de alciato, a quien he acudido sin vacilaciones para encontrar un correlato gráfico que produjese en mí algo semejante a lo que producen las palabras de la autora.
El libro es precioso. En la tapa fotografías de la autora, nocturnas. Provienen de
http://issuu.com/atalantaweb/docs/oniricos
que es todo un libro de paisajes (visitar esa página es una buena idea...) . Libro virtual y libro "de los de antes" vienen a ser partes de una única cosa.
Sesentaycinco sueños, contados con la mayor concisión. Sueños tal cual: la primera escena ya es un mundo con sus propias leyes; la última simplemente nos arranca de ese mundo que, con toda seguridad, continúa existiendo y pariendo sucesos, inaccesible para nosotros, por los siglos de los siglos.
El formato del libro, su brevedad, su prosa traslúcida, me recuerdan a Las Ciudades Invisibles. Y eso que son proyectos totalmente opuestos: Calvino traduce sus experiencias en descripciones de ciudades que a menudo nos saben a puros sueños, mientras que Inka Martí retrata sus sueños y deja que sus cualidades despierten en nosotros ecos de experiencias propias. Pero... "Estoy en una plaza rodeada de edificios modernos... al dar la vuelta a uno de ellos, me encuentro con una catedral que tiene en un extremo una torre muy alta... la torre se eleva hacia el cielo y en la cúspide distingo a un grupo de personas desnudas, con el cuerpo sonrosado...tienen los brazos en alto y, como atlantes, sostienen sobre sus hombros..."
Claro que se parece más a un libro de poemas que a ninguna otra cosas. Claro que solo puede ser leído fragmentariamente, un minicapítulo ahora, otro ahora, otro ahora... Claro que a veces insufla desazón y otras sosiego: es una obra plenamente surrealista, y ya sabíamos que el surrealismo es lo que tiene... Claro que apenas encaja en ningún género, porque desde luego no es poesía, ni narrativa, ni psicología. Claro que habría que pasarse unos siglos debatiendo antes de determinar si realmente Martí es la autora o si solo es la trascriptora de algo que la inunda noche tras noche, y en este caso, ¿quién fué el autor? ¿Morfeo, Hipnos, tales o cuales descarnadas alimañas de la noche?
Es, en todo caso, un buen libro, que ennoblece una biblioteca.
4 comentarios:
Canción del pirata
Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman, 5
por su bravura, el Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.
La luna en el mar rïela,
en la lona gime el viento, 10
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y ve el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa, 15
y allá a su frente Stambul:
«Navega, velero mío,
sin temor,
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza 20
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.
Veinte presas
hemos hecho
a despecho 25
del inglés,
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies. 30
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
Allá muevan feroz guerra 35
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo tengo aquí por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes. 40
Y no hay playa,
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta 45
mi derecho
y dé pecho
a mi valor.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad, 50
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
A la voz de «¡barco viene!»
es de ver
cómo vira y se previene 55
a todo trapo a escapar;
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.
En las presas
yo divido
lo cogido 60
por igual;
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival. 65
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
¡Sentenciado estoy a muerte! 70
Yo me río;
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna entena,
quizá en su propio navío. 75
Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo 80
del esclavo,
como un bravo,
sacudí.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad, 85
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor 90
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.
Y del trueno
al son violento, 95
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado 100
por el mar.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.» 105
Anahí...
las arpas dolientes hoy lloran arpegios que son para ti
recuerdan a caso tu inmensa bravura reina guaraní,
Anahí,
indiecita fea de la voz tan dulce como el aguaí.
Anahí, Anahí,
tu raza no ha muerto, perduran sus fuerzas en la flor rubí.
Defendiendo altiva tu indómita tribu fuiste prisionera
Condenada a muerte, ya estaba tu cuerpo envuelto en la hoguera
y en tanto las llamas lo estaban quemando
en roja corola se fue transformando...
La noche piadosa cubrió tu dolor y el alba asombrada
miro tu martirio hecho ceibo en flor.
Anahí, las arpas, dolientes hoy lloran arpegios que son para ti
recuerdan a caso tu inmensa bravura reina guaraní,
Anahí,
indiecita fea de la voz tan dulce como el aguaí.
Anahí, Anahí,
tu raza no ha muerto, perduran sus fuerzas en la flor rubí.
Con 13 minutos de retraso, felicidades, arriero.
Y mil Auroras de Gracias
del pajaro chowi
San Francisco de Asís
Se me olvido
el regalo
http://www.youtube.com/watch?v=NkrP0zGQMdY
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