lunes, junio 19, 2006

Un sueño de Fritz K.

( Veamos un ejemplo de sesión trabajando con una instrucción propia a la Terapia Gestalt )


-Terapeuta: Bien, ya hemos escuchado su sueño. Ahora quiero darle algunas directrices para irlo trabajando.
La primera es que hable en primera persona del singular, así: “yo soy”, “yo era”, “yo... ¿De acuerdo? Bien.
La segunda, que escoja un elemento de entre los que aparecen en su sueño. Le propongo, más concretamente, que opte por un elemento inanimado; no, por ahora, por uno de los personajes.
¿Entendido? ¿Escoje el puente? Bien: ahora, comience a contarnos el sueño “siendo usted mismo el puente”. Adelante.

-Paciente: “Yo era un puente ...”

-Terapeuta: Una cosa más: le invito a que pruebe a narrarlo en tiempo presente, “yo soy un puente...”

-“Yo soy un puente. Soy un puente, y estoy tendido sobre un barranco. Soy rígido y frío...

Con los pies a un extremo y los dedos de las manos crispados en el otro, me enraízo solidamente en el barro movedizo...

Los faldones de mi casaca flotan a los lados. Y muy por debajo de mí ruge el torrente helado...
Ningún turista se aventura desde hace tiempo por aquí; no vengo señalizado en ningún mapa.


Así que estoy tendido y espero, no puedo hacer otra cosa que esperar. A no ser que me desplome, soy un puente y solo puedo ser un puente...

Y entonces, un día, no: una tarde, de verano, oigo pasos humanos. ¡Alguien viene hacia aquí, hacia mi! Me apresto: “!Ténsate, prepárate a soportar el peso del viajero que se confía a ti! Si su paso es inseguro, tranquilízale, sin intervenir; pero si pierde el equilibrio, demuéstrale cual es tu temple, y, como un Dios de la montaña, llévale al otro lado, hasta la tierra firme!” ...Está llegando: llega, me tantea con la punta de hierro de su bastón...

La hunde en mi, en lo que es mi cabellera, y la deja allí hincada, se olvida de mi. Mira a su alrededor con mirada salvaje. De repente salta y cae sobre mí con sus dos pies; siento un violento dolor, no entiendo nada...

Me pregunto ¿Quién es este que se porta así, un niño, un sueño, un viajero, un suicida? Y quiero mirarle, así que me giro, me retuerzo para mirarle...

Y entonces siento que le tiro, que se cae, que me caigo con él, que las rocas del fondo me reciben, me golpean...en un instante soy desgarrado y traspasado por las rocas que siempre me habían contemplado tranquilamente desde abajo a través del curso de la corriente.

Terapeuta: Ahora, le invito a volver a empezar, poniendo tu atención en esas emociones que cada instante evoca en usted. A ver: “Soy...

Paciente: “Soy un puente...uno dos orillas...nadie viene...rígido y frío...tanto tiempo...


(-¿Y dice que esta sesión nunca existió?

-No. he transcrito, casi literalmente, un relato póstumo de Kafka . ¿A que parece un sueño?“

-Pues sí. Pues vaya! )

2 comentarios:

Anónimo dijo...

kafka

Anónimo dijo...

tracatrá