jueves, septiembre 07, 2006
Eso, lo inconsciente
La propuesta “escucha eso, eso tuyo inconsciente, eso submarino” es tan radical, tan rompedora,
va tan frontalmente contra nuestras consignas aprendidas, contra nuestro miedo a lo monstruoso, a lo infernal, a lo desordenado
que se evita una y otra vez: se hunde a torpedazos, se sumerge, se camufla…
…pero es al mismo tiempo tan irrenunciable, tan insoslayable, tan in-inercambiable que no acaba de ser sustituida por otra.
En psicoterapia, salirse de ese “escucha eso tuyo que se adivina bajo tu conciencia ordinaria ( o “escucha eso ordinario tuyo con eso que adivinas debajo de tu conciencia”, que para los fines buscados es lo mismo), es abandonar la psicoterapia, suplirla con moralina, con conductualismo, con domesticación.
Terapia Gestalt lo enarbola al frente y se reconoce por enarbolarlo, y eso que no cita siquiera eso inconsciente, que lo deja en Presente Creativo, en Punto Cero, en Visión Dionisíaca...