Soñé que, soñando, estaba para entrar en uno de los paisajes en los que suelen suceder mis sueños, unos paisajes que no creo haber visto jamás. Un lago. Y entonces, ante mis ojos, el agua desaparece y deja ver lo que había debajo: el prado de los burros, el que estaba detrás de mi casa cuando era niña.
Y eso sucedió una y otra vez. El templete, el embarcadero del río… se recogían ante mí y me dejaban ver las vías del tren de la Francoespañola, el camino… unas montañas se deshinchaban y eran un sendero. Hasta diez veces. Y en el centro de todo aquello, como el centro de un cuadrado, la casa de mi niñez.
Me sentía tranquila, y contenta de comprender. Y todo era muy nítido, muy claro. Y todo era exactamente como era entonces, con las casas de entonces.
pocos dias mas tarde, volví a soñar en uno de aquellos escenarios, y todo había vuelto a revestirse de las formas acostumbradas: el lago cubría el prado, las montañas se alzaban en el lugar del sendero...
Titulo el sueño “Todo estaba allí”.
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1 comentario:
Howard Philips Lovecraft narró una experiencia semejante en un largo relato: En busca de la ciudad del sol poniente.
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