El Gran sabio y yogui Milarepa es una figura histórica de honda importancia entre las del budismo tibetano. La suya fué una vida espectacular, lo cual sabemos porque él mismo la dictó a sus discípulos antes de morir.
Liliana Cavani hizo sobre este asceta una película titulada Milarepa, y Alejandro Jodorowsky no camufla que es la fuente principal de inspiración para su relato de "El Lama Blanco", comic hermosísimo.
Habiendo sido de joven muy lanzado, crió mucho mal karma, con lo que requirió de la ayuda de un maestro muy especial para llegar a ser algo en la vida. El libro de los Cantos nos cuenta sobre todo la relación que se estableció entre Milarepa y Marpa, toda ella a base de coscorrones y humillaciones. A Milarepa le tocó esforzarse mucho, pero a Marpa no menos: hubo de convertirse en un personaje atrabiliario y detestable incluso para su propia media naranja, y más de una borachera se tuvo que provocar para poder recibir a su discípulo en un estado convenientemente incongruente, que era lo propio al empeño en marcha. En fin...
A menudo estuvo Milarepa retirado por las cuevas himalayas buscando la calma para su mente y la luz para su alma, y siempre que le escuchamos tenemos la impresión de que estamos con alguien que nos cuenta las cosas tal cual. En una de sus reclusiones, tratando de practicar el ejercicio del fuego interno nos cuenta que...
...después de lo cual pese a mi ahínco habitual en la meditación, veíame incapaz
de adquirir el dominio del beatífico calor corporal;
y al tiempo en que revolvía en mi imaginación qué mejor podría hacer,
tuve una noche un sueño en el que me vi arando un campo reseco,
y como no pudiera remover la tierra a causa de su dureza, pensaba abandonar mi labor,
cuando se me apareció viniendo del espacio el venerable Marpa, que me dijo:
- Hijo mío, prosigue con ahínco y diligencia, que alcanzarás a remover la tierra pese a lo dura que está.
Y teniendo a Marpa por guía, aré finalmente el campo. La tierra ablandada, dio una excelente cosecha. Ése fue mi sueño.
Al despertar me sentí muy feliz, mas dije entre mí:
“Si ni siquiera los estúpidos tienen por verdadera la absurdidad de los sueños,
¿habré de ser más estúpido que ellos y creer en sus mensajes?”.
Pg. 195. Vida de Milarepa. Versión de Iñaki Preciado. Edit Anagrama.
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