+ En mi sueño me encontraba en el gimnasio de mi colegio, y mis amigos se iban ausentando y solo quedaban las chicas. Ellas se agrupaban, charlando, dedicadas a sus temas, y yo me veía callado. Había una rama en el suelo. Allí, junto a la rama me quedaba yo, e iba notando que no encontraba el momento de acercarme, de intervenir. Y me decía "¿qué me pasa? no suelo tener problemas para acercarme, no me veo tímido, pero ningún momento me resulta bueno para romper el silencio". Y saltaba sobre la rama.
*¿Puedes imaginar una nueva figura en el sueño? Imagínate a tí mismo, como que estás viendo la escena. ¿Ves a tu doble cómo está?
+Le veo agarrotado y nervioso.
*¿Quieres ayudarle a desatascarse? Te sugiero que le ofrezcas algo. Una cosa, una palabra o un gesto; algo que consideres que quieres darle. No te lo pienses demasiado: dale o primero que se te ocurra...
+ Me sale darle una colchoneta.
* A ver, ahora me dirijo de nuevo a tí, pero al tí del sueño, ¿vale? Te da una colchoneta. ¿Te dice algo?
+ Sí. La acepto y la acerco a donde están las chicas apilando colchonetas.
*¿Y...?
+ ya está bien, ya está la cosa en marcha, ya alguna me dice algo y contesto y ya no me siento atascado
* Tal vez puedas acordarte de esto cuando, algún día, te veas en esas. Recuerda: si el pensamiento te atasca, no cuentes solo con más pensamiento para desatascarte, que no siempre te va a funcionar. Por ejemplo, echa mano de algo, de lo primero que se te ocurra, aunque no parezca lógico, como la colchoneta en este caso. Y, a menudo, ese gesto abrirá la situación y dejarás atrás el atasco.
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