** Le propongo que se deje ir en asociación libre con ese cañaveral...
++ ¿Cómo tendría que hacer?
** Simplemente deja que las ideas vayan por delante de tí, vete tú por detrás, dime aquello que vaya surgiendo y yo seré tu secretario y tu notario.
++ Vale, voy allá. Pero, antes de empezar, una pregunta: Lo cuento todo-todo o solo lo interesante?
**Todo-todo, esa es la gracia.
++ Pues voy para allá... Hay un cañaveral/ a las orillas del río de mi pueblo hay un cañaveral/ quiero ir para cortar cañas, para hacerme cerbatanas o flautas/ siendo muy niño tuve un accidente con una astila de caña, que se me clavó en el interior de la nariz/ el cañaveral, es denso, no se puede entrar, no deja pasar/ hay un cañaveral, hay un obstáculo
pero en mi pueblo se usan las cañas para hacer sonar las dulzainas, van a cortarlas en luna menguante de invierno/ las cañas, los bambús, el cine de aventuras chino/ nadie gana, todos pierden, todos perdemos, nunca ganamos/ ¡Ay, un cañaveral!/
es hermoso, es incitador, es penoso, es desesperanzadoramente inhumano, es delicado, es encantador.
** Hay, ¡Ay!, un cañaveral. Y no hay remedio para su mal. ¿Cual es su mal?
++ ¿Quiere que asocie libremente con eso como tema?
** Quiero que me conteste.
++Me niego.
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