(Un espacioso lugar. Un olivo frondoso ocupa la izquierda del escenario. El suelo es acogedor
y permite sentarse e incluso tumbarse y revolcarse en él sin que se eche a perder la ropa.
Ya el sol se asomaba en el Poniente. Al fondo, una cajita de cartón con la leyenda “Kleenex”. Al alzarse el telón, la escena está desierta de humanos. Al poco, entra por la derecha el Autor (del Blog)).
*.- Eeehhh! ... Eeeehhh! (va dando voces mientras se desplaza por el escenario, ora hacia aquí, ora hacia allí) Eeeehhh! ¡Oigaaaa! ... ¡Oiga...! ¡Venga,... por favor, que tengo que hablar con Usté!!! (solo el silencio le contesta: Silencio y más silencio) ¡EEEHHHH, OOIGAAA!!!, ¡Nada!, Nada!... No viene. No vendrá, no vendrá... (su mirada se hace vidriosa, sus gestos pierden impulso; su lenguaje corporal denota cansancio, preocupación, desaliento y cierta decepción fatalista). ¿Ehhhh? ¡Holaaaaa!, Nada, nada. (Se detiene y se termina por sentar bajo el olivo) Nada, ya me parecía a mí (musita, más que dice) si con eso de la carta que me escribió... ññsrgtfggbllmtnegdf... (de puro musitar, no se le entiende lo que dice). ¡Ay, mísero de mí, Ay infelice! ¿Qué hago yo, procurando que me escuche/ quien tiene corazón de dura piedra/ y nada le conmueve, sino...
+.-¿ Qué pasa aquí? ¿Qué está pasando aquí? A ver, ¿qué le está pasando, hombre de Dios? (entra por la derecha “El otro”. Viste ropajes negros, levita refulgente, botines adamascados y tricornio bruñido. Sus severas facciones están distorsionadas por la impaciencia: su aliento repugnante, ofende. Caen, con sus palabras, fluidos amarillos de entre sus rojos caninos. Como metro setenta. Ver fig 1)
*.- ¡Nadanadanadanada, no me passsa nadanada nada. De nada. (inseguro y tiritando). (fig 1)
+.- ¿Pero ne me estaba USTË llamando hace un momentito? ¡Venga, que le he oído! Que vengo porque quiero, oiga, que no se avergüence de haberme invocado, venga, que para eso estamos... a ver, ¿Qué le ocurre
*.- ¿A mí? ¿ocurrirme? ¿ a mí? (brotan entrecortadas estas sentencias y promueven un repentino y escandaloso ataque de llanto. ) SNIFFF, BUAAA! ¡BDËHJEMMME EN PAAAAZ! BUAAAÄ, SNIFFFF! (rueda por los suelos, las piernas incapaces de sostener tal desparrame).
+:_ ¡Pero hombre! A ver, a ver, venga usted aquí. A ver, a ver, cuénteme, cuénteme, ¿Qué le está pasando? ¡Tiene algo que ver con la cartita que le dejé hace poco? ¿tiene que ver con lo que le dije de un libro?
*.- gnssfff... sih, sih, con e libdo, murfff, guajjj..
+.- Vaya, joé, cómo se me ha puesto usté, ... Un momento, un momento (se dirige al fondo del escenario, toma la cajita de Kleenex y la acerca solícito al yacente, junto al que se sienta). ¿Quiere un klines?
*.- (De pronto, el autor del Blog sufre una auténtica metamorfosis. Atrapa con mano de hierro el pescuezo del otro y, con la ayuda de una explosiva llave de jiujitsu lanza a su adversario 'por encima de sí y, tras una doble pirueta a la derecha, cae sobre él con las rodillas hincadas en las vencidas mejillas de su oponente. Rayos de energía irradian de su rostro; su cuerpo vence curvas imposibles mientras se elonga y se arquea en una inesperada longitud. Adelgaza. Echa pelo. Aparece como recién duchado. Como metro setenta. Ver fig. a la izquierda ) ¡aquí te quería yo, perillán! ¡Jajajajajaja!
+.- Pero, ¿qué hace?!!!
*.- Calle, calle, bicho, más que bicho!.- ¡Casi me pilla con sus sermones y sus reflexiones y sus puñetas, mecagüenla! ¡Casi entro en una espiral de vergüenza y sobreesfuerzo! ¡Que escriba un libro, me dice el Tío!!!! Pues, ¿sabe lo qué le digo? ¿Sabe lo que le digo? ¿Eh, eh, eh? ¿Sabe lo que le digo??? ¡Que lo escriba usté! ¡Que lo escriba usté... si es capaz! ¡Vamos, hombre!
(continuará)
1 comentario:
plash plash plashhhhh, bravo!
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