viernes, diciembre 12, 2008

Escena IV cuadro III

(continúa...)

*:- ¿por qué dice usted que quien da los cursos de sueños en base a técnicas gestálticas soy YO y no USTË? ¿Eh?

+.- Desde luego, yo no soy. Yo soy “el del Blog”. Escribo a deshoras, aborto cualquier didactismo, mezclo chorras con merinas. Ya ve usted cual es mi especialidad: la acumulación caótica. ¿Diría usted que con esa herramienta estoy en condiciones para ir dando cursos?
*.- Sí, claro que sí, por supuesto que sí. Yo suelo asistirle a usted con mi actitud crítica; y es verdad que a veces le indico que se pasa usted de espontaneista y de antiorganizacional, pero creo en sus capacidades, me fío de sus saberes...

+.- No hablo de capacidades, no. Hablo de actitud. De la actitud que se requiere para trazar líneas rectas, para arar, que es lo que se hace cuando se enseña. Yo rindo culto a la línea quebreda! No, amigo, de mí no salen esos cursos. En cambio, usted... usted es cortés y ponderado, y amante de lo secuencial y lo ordenado, y es infinitamente más serio que yo. En cada ocasión, quien se presenta ante el público y da un curso es usted. Así que, si alguien escribirá un libro alguna vez, será usted.
*.- No me venga con paradojas. Usted sabe muy bien que yo...

+.- ¿que usté...?
*.-que yo tengo demasiado miedo, ea. ¿Por qué sé que no soy yo quien da los cursos? Porque soy serio, de acuerdo, pero nunca creo saber lo bastante. Además, ponerme ante la gente... La posibilidad de meter la pata, de caer en el ridículo me aterra. Usted, con su descaro, con esa soltura medio loca que esgrime en el blog, usted es el que se pone delante de la gente y se pone a improvisar. Usted no tiene reparo en echar mano de lo que sea para ir adonde haya que ir. Yo tengo ideas, pero, ¿ve?, no las escribo. Usted, actitud, pero, ¿ve? No para de escribir.

(Súbito, todo se aquieta; de pronto, todo se detiene: suave viento, grato sonido, insecto caminador, nuestros protagonistas. Cabalgando en un corcel de color verde botella, dos espectros ocupan la escena. Son Florián y Fortún, abuelos de nustros protagonistas. Se comunican enre sí mediante impulsos cuánticos arbitrarios en castellano.Portan un mando a distancia en el que han pulsado la tecla “Pause”; de ahí la detención espaciotemporal que domina la escena.
Cada uno de ambos lo sabe todo: del otro y de Todo. No obstante, cosa de matar el tiempo en las Eternas Prederas, conversan así):


Florián: ¿Dilecto consuegro, qué hacen esos dos?

Fortún: Ahí andan, don Curro Perrodearriba y Panchito Perrodeabajo, como siempre: bailando al agarrao. Ellos son felices así!
Florián: Espectáculo curioso como hay pocos, esto de ver en vivo y en directo a un nieto propio escindido en subpersonalidades...

Fortún: Y eso sin hablar de la caja de Kleenex...
Florián: ¡Insólita propiedad, la de partirse y oponerse uno mismo en su mismo seno a la menor señal de frustración! ¿Para qué lo hacen?

Fortún: Lo hacen: les es inevitable, son así. Ante cualquier disyuntiva, atascarse y dividirse son una misma y contemporánea cosa. A fuerza de observarlos, voy concluyendo que se trata de una estrategia: Antes de optar entre esto y aquello, se envían a sí mismos como prospectores por las posibles bifurcaciones a que darían lugar cada una de sus decisiones..
Florián : Así que el Curro está explorando las ventajas y desventajas de ponerse en serio a escribir eso que le motiva escribir, y Panchito las ventajas y desventajas de mentenerse incólume en su rol de bohemio ilustrado... ¿Y no les convendría más optar y aunar sus fuerzas en pro de cualquiera de ambas opciones?

Fortún: Inviable, por el momento: solo son humanos vivos... Pero vámonos, pariente: dejémosles sopesar sus cosas y veamos cómo termina todo esto. No te olvides de darle al Play a la realidad .

(Desvanécense y la escena cobra de nuevo vida).

+.- ¿Sabe la razón real de por qué no me pongo a escribir? Porque escribir lleva tiempo. Y yo no dispongo de eso que llamamos “tiempo libre”. Para dedicarme a escribir, tendría que dejar de lado algo de lo que al día de hoy hago. Y de todo cuanto hago, lo que debería abandonar sería... precisamente... el Blog. Que me lleva un tiempo, entre que recopilo, que decido, que redacto y que taquimecanografío. Este Blog, que es mi alivio, mi gimnasia y mi sesión de baile. Me resisto a dejarlo. Oiga, ahora en serio: ¿dispone usted de tiempo como para escribir?
*.- Yo es que dispongo de poco tiempo para vivir: el ritmo de usted es renético, y, honestamente, entre o que hace y las apreturas a que me somete su incesante ansiedad, vivo estrujado, aparezco poco y en cuanto a tiempo, ni sé, de veras, si lo tengo. Y además, le conaré un secreto: Para mí es diez veces más fácil trabajar junto a otros, y diez veces más difícil acerlo a solas. Si tuvese un socio...

+.- ¿Le serviría yo? Al fin y al cabo, de sueños, algo voy sabiendo... A mí me falta tiempo, y a usted empuje. Yo no puedo dar todo mi tiempo; ahora bien: algo, un poco, un tanto... imagino que sí... Pero usted tiene que pringarse, que comprometerse
*.- ¿Y si lo dejamos correr? Al fin y al cabo, un libro más en este mundo sublunar, ¿de qué servirá? Usted se expresa, y yo , cuando lo necesito, me asomo a su Blog y digo lo que quiero.

+.- Pero a usted le hace ilusión ver nuestro nombre impreso en el lomo de un tocho
*.- Pero usted prefiere su Blog

+.- Pero eso ya lo tengo
*.- pero...

(la tarde, mansamente, se cae. Un solitario esófago asciende aprovechando las corrientes térmicas que producen las almas de ambos sujetos en el momento en que se miran a lo hondo de los ojos y entienden que lo que más quieren en esta vida es el bien común. La brisa hace aletear el penúltimo kleenex. Atrás quedan los meses de Septiembre, Octubre y Noviembre. Cabeza con cabeza, los contrincantes echan al aire una coplilla perfectamente adecuada al momento y al lugar:

No me preguntes de donde vengo,
mi origen es muy lejano.
¿Por qué vagabundear tan lejos?
Por los pájaros que vuelan,por el arroyo que fluye en el valle,
por las vastas praderas,
pero sobre todo, sobre todo,
por el olivo de mis sueños.
Al olivo, al olivo/ ,al olivo subì.
Por coger una rama /del olivo caí.
Del olivo caí,/ quién me levantará? /Una gachí morena/ que la mano me da.
Que la mano me da,/ que la mano me dio,/ una gachí morena/ que es la que quiero yo.
Que es la que quiero yo/ que es la que he de querer,/
una gachí morena que ha de ser mi mujer.
Que ha de ser mi mujer/ que ha de ser y será/ esta gachí morena/ que la mano me da...

1 comentario:

Anónimo dijo...

y..¿qué podria ser, señor del blog, si usted se duerme o se aletarga y su contertulio, ese del libro, se da cuenta?