-Oiga, soy otro lector, de edad, género y filiación política por determinar, y me dirijo a usté por lo siguiente: que las últimas aportaciones me están resultando indigestas. Que mucho dato, mucha rase, mucha pinta de erudicción pero más bien son un batiburrillo que otra cosa. Que a ver con qué va usté a seguir.
-apreciado/a lectora/or: siéntase comprendido/ida por mí. Efectivamente, es material apelmazado. Así lo he puesto para tener un bloque compacto y uniforme al que referirme en el futuro. Voy en dirección a los Senoi.
-Me suenan los Senoi.
-a quienquiera que muestra interés por los sueños termina por sonarle los Senoi. Los Senoi sueñan y suenan.
- Pues le agradezco la atención.
-de todas formas, voy hacia los Senoi, pero preveo varios desvíos en esa ruta. Sin abandonar el continente americano, estoy ahora con un retrato de "los últimos señores de Palenque, herederos de los mayas, los lacandones", que viven con naturalidad la identidad entre fenómenos oníricos y el día a día. Algo les contaré antes de seguir.
La fotografía nos da un apercibimiento de las gentes y los bosque lacandones.
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2 comentarios:
Esto del diálogo...es algo socrático? Pregunto.
yo escuché por primera vez hablar de los senoi a Luis Muiño. No sé más... y te cuento: estoy leyendo Contact, he venido a tomarme un café y paré aquí, comencé a leer el segundo artículo y me parece muy interesante volveré porque ahora es que me tengo que ir :)
Ah, hace no mucho vi un reportaje acerca del sueño del chamán y como un sueño en un pueblo condiciona tu vida futura. Él decide lo que serás porque los espíritus se lo dicen.... también suena bastante determinista. Parece ser que toda sociedad sabe más de tu vida que tú mismo. Por eso cuando te encuentras, puedes estar perdido en lo que haces y eres en relación a aquello que te hubiera gustado ser y hacer. Regreso.
Un abrazo.
María (criaturas)
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