Presenta tanto el asunto como la polémica, sin que la polémica excluya el asunto.
Un pueblo comparativamente diminuto sigue siendo, 70 años después sigue siendo centro de gravitación, de interés, de contagio de interesantes ejercicios prácticos.
Los contornos se van desdibujando con el paso del tiempo. Nuevos escritos, con una capa de bruma que hace borrosas las figuras. Los senoi, ya no siempre son malayos: a veces son indonesios, a menudo australianos, ; a veces "indios malayos". Son 17.000, o 10.000. Los investigó una antripóloga llamada Stewart, que convivió con ellos 10 años. ¡No!, 2 años...Sus desayunos "son verdaderas salas de sesion de psicoterapia grupal"...
Ahora bien, según parece ese pueblo NO practica tales prácticas, vaya por Dios! ¡Algo habrá que hacer!
Leamos lo que encontré meses atrás y colgué en una página de este Blog:
..."Representantes de las comunidades indígenas de Sarayaku, Ecuador, visitaron Buenos Aires y se entrevistaron con funcionarios del gobierno y movimientos sociales, reclamando a la petrolera del argentino Francisco Soldati detener las violaciones a los derechos humanos y ambientales en el Amazonas ecuatoriano. Han rechazado los sobornos de la empresa y la represión paramilitar.
en ese lugar donde habitan, reivindican la autonomía, viven sin electricidad, televisión ni relojes, y cada madrugada la primera actividad familiar consiste en reunirse para interpretar qué ha soñado cada uno.
La selva y el águila
. Consideramos que el bosque es un lugar sagrado. Nuestra norma consiste en respetar al bosque, porque tiene su propia vida.-Como un ser más.-Claro. Un ser con el que convivimos. Y creemos que allí habitan seres sobrenaturales que nos transmiten sabiduría.-¿Es una concepción religiosa?-No entendemos la palabra religión. Nuestros abuelos dicen que ahí aprendieron todo. Dicen: ese árbol me enseñó a curar. Ese animal me hizo soñar. Todo está muy conectado con los sueños.- Y amanecen con el sol.-No, antes. A las tres de la madrugada, el jefe de la casa despierta a todos los niños, toman un té, y se cuentan historias y también que sueños se han soñado. Se hace una interpretación de los sueños, se conversa con los niños. Y asi alguien ha soñado mal, ese día no camina a ninguna parte. Se queda en la casa.-¿Qué es soñar mal?-Cuando un sueño te dice algo malo. Un señor soñó que lo mordía un perro. Entonces ese día puede suceder algo malo.-¿Cuál fue su último sueño?-Había un águila que no pude matar con la cerbatana. La cerbatana es un tubo que hacemos y dentro va la flecha. Soplamos para dispararla. La flecha lleva curare, un veneno de la selva. Le dí al águila con la flecha, pero voló y yo no sabía si iba a morir o sólo estaba herida. Para nosotros volar es pasar fronteras. Mi padre interpretó que el águila puede que sea la empresa. Pero no vi su muerte. Y aquí, en Buenos Aires, todavía no pude soñar nada, tal vez porque estoy lejos de mi territorio".
http://anochecuandodormia.blogspot.com/2007/03/ellos-tambien-suean-3-los-sarayaku.html
Asunto solucionado: Sí que hay Senoi. Sólo que en las antípodas, en Sudamérica. Y esta vez no lo dice ningún intermediario, no hay problemas con los etnógrafos ni con los traductores: lo afirman, como vemos, ellos mismos. Se acabó la discusión: llegó el Sarakayu y mandó a parar!
Todos de acuerdo. Todo termina encajando, dibujando un sueño, lleno de pasión, y de contradiciones, un fractal donde cada punto repite la estructura de la totalidad. Senois y viajeros y buscadores y competidores. Todos escriben, todos exploran, todos afirman haber encontrado algo, todos ( y yo incluido). Trenzándose, buscándose, aliándose, enfrentándose... No se trata de la verdad de "si Senoi sí o no", se trata de esta verdad dinámica, tejida entre todos los innumerables actores y los numerosos protagonistas.
Ninguno, en ningún caso, ha dicho nada malo acerca de los Senoi; todos se sintieron agusto y bien recibidos entre ellos. Todos reportaron la gran importancia de lo onírico en su -y en nuestra- vida cotidiana. Todos les ven como un pueblo pacífico e interesante, y dicen que "tiene mucho que enseñarnos": va a resultar que "eso" no se originaba en su estilo de abordar los sueños: ¿tal vez en eso de que se niegan a enseñar nada a sus hijos, esa consideración de lo pedagógico como potencialmente yatrogénico?
Coinciden todos en mucho, pero... algunos dijeron haber presenciado algo, quienes le siguieron no dieron con ello.
(Personalmente tiendo a aceptar las posturas más escépticas: su defensa es infinitamente más consistente que la de los Verdaderos Creyentes. Veo aspavientos ineficaces en Strephon, y solidez en Domhoff, pero me disgusta de este último su constante denuncia de fraude hacia Carlos Castaneda, sus aires de triunfador en lo que más bien ha sido un exégeta; su paternalismo para con el Movimiento californiano de los 70, su afirmación de que amó América y el espíritu americano... hasta que llegaron los marxistas (!!!) )
pero qué más da, qué fenómeno ante el observador, un despliegue hermoso de un manto de voluntad de conciencia; un mito que nació tal vez de aquel sueño de un muchacho con un coyote, que adquirió vuelo años después y estuvo en reposo y germinó como las habichuelas mágicas, y adquirió un matiz benigno en el camino, hablando de autoconocimiento, de la posibilidad de un autocontrol no represivo, de una sociedad orientada a las necesidades de sus miembros antes de a fluctuaciones de puro poder. Y se otoñó, y se amustió, pero ya había soltado sus esporas, ya empieza a ser planta frecuente.
Una sacudida en el tejido de la realidad, que diría un cursi. El fenómeno colectivo de transformación que señala el nacimiento de un mito.
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