jueves, mayo 21, 2009

The Turning Point 1 :Revista de la Escuela Madrileña de Terapia Gestalt

Amor Hernandez tuvo el impulso de hacerme una entrevista para el nº 7 de la Revista de la Escuela Madrileña de Terapia Gestalt, y ahora ha salido al aire. Con gratitud hacia ella y hacia la Escuela me permito copiar aquí lo que toca a los sueños.


Amor.- He visto tu blog “anoche cuando dormía” eres un apasionado de los sueños, ¿qué son para ti y que quieres?

.- Me parece que me gustan los sueños gracias a los Surrealistas más que gracias a la Psicología. Desde joven me gustaron las barbaridades que hacían y proponían aquellos poetas, di Chirico, Dalí y Buñuel, las imágenes de “un perro andaluz”, esas obras. No “querían decir” nada específico, pero de alguna forma limpiaban de rutinas mis creencias.
Cuando atiendo a los sueños, me siento abierto a lo inesperado; y eso me encanta.
Y, a la hora de trabajarlos, el enfoque gestáltico también me encanta. Lo primero que leí acerca de los sueños fueron escritos de Freud, y, si soy sincero, no saqué nada en claro ni memoricé nada de aquello -por falta de preparación, por supuesto-. Pero me ha vuelto a suceder cada vez que lo he releído; y lo mismo me ha sucedido con Jung. La impresión que tengo ante esas obras es la de hallarme frente a sabios ensimismados, plenos de autoridad, ante quienes me siento abrumado y de alguna forma intruso. Suelo abandonar su presencia sigilosamente y hasta hoy
no he sentido otra motivación a la hora de volver a visitarles que la del ignorante que reconoce
al erudito y se acerca a ver si algo se le pega.
El trabajo con sueños de la Gestalt me llegó muy de otra forma. Lo aprendí en grupo: Primero con Rams, con Ángeles Martín, y más tarde con Claudio Naranjo. Allí me sentía en presencia
de un gran espacio personal, y trabajo tras trabajo asistía a creaciones tan inesperadas, libres
y poderosas como los mismos relatos oníricos. Desde entonces sí que me he ido acercando
a nuevos sistemas de abordaje y, de entre ellos, el gestáltico es para mí el más brioso
y satisfactorio de todos, si bien algunas de las obviedades más manejables que tengo en cuenta
a la hora de trabajar sueños las he encontrado en Karen Horney, en Erich Fromm
y en Irving D. Yalom.

El Blog es otra cosa. Allí miro eso de que cada noche, cada uno de nosotros, crea con facilidad increíble parajes y hechos tan detallistas, tan bien rematados como el mayor de los poemas,
y luego todo se viene abajo. Es un espectáculo maravilloso por sí mismo, y aquel mundo al que nos asoma lo llamamos los humanos “El Misterio”. Y no nos saciamos de ello; desde los primeros documentos escritos de que disponemos tenemos constancia de que miramos hacia ese Misterio incesantemente, movidos por las cuatro reglas de siempre: la esperanza y el miedo, la aflicción
y la diversión.
Así que me gusta leer a quienes han querido comprender el mundo mirando en el espejo de los sueños. Desde los surrealistas hasta quienes escribieron la Epopeya de Gilgamesh.
Unos aseguran que dormidos abrimos puertas para que nos posean entidades etéreas; otros,
que es el futuro quien nos visita en sueños, y otros, que el pasado. Hay quien escucha la voz
de sus difuntos; la de su Dios; la de Esculapio prescribiéndole remedios... Quien mira tan a su través que descubre el vacío esencial que nos sustenta. Quien todo lo cifra en la nostalgia;
quien cree que en sueños nos la pasamos ensayando para mejor actuar despiertos;
quien supone que en los sueños vertemos al vacío lo que nos sobra. Y muchas más visiones...

¿que si hay alguna que sea “la más verdadera”? ¡No, hombre, no, que eso nos lleva a “esto “o” aquello”; seamos gestaltistas: “Esto “Y” aquello”! Todas las voces juntas, y la mía también:
Ese coro numerosísimo de personas diferentes en cultura, en época, en creencias, es el coro que
a mí me gusta escuchar cuando me pregunto ¿Y Yo qué soy?
De eso va el Blog, y así paso buenos ratos".

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