jueves, noviembre 20, 2008

( y sigue...)

Hipótesis

formulada como conclusión tras analizar los datos:

En algunas ocasiones, Yo -el sujeto- colisiono con el ritmo de los sucesos que me rodean y con los que me involucro. No llego. Me harto. Me agobio.
En esos casos, Yo doy en abrumado, en descontento, en rezongante, en irritado.
Entonces, Yo reniego de lo que hay, de lo que soy, de los demás y de los demás
y con ese reniego, parto, desgajo, disocio trozos, áreas, campos de mi vida,. y los reservo para ser habitados por instancias compensatorias.
(De otro modo: me meto al Water ... a leer. O me retiro del contacto con el otro... hacia fantasías bien conocidas. O hurto tiempo/bienes/ guiones... y los sitúo fuera del alcance de la frustración.
Eso es la segunda Vida... si no me equivoco).

Es decir: cuando estoy yo en mi vida, solo hay una Vida; Cuando me divido entre Estar y Renegar, creo una Segunda Vida.
Y esa daría cuenta de su presencia a través de los sueños y bajo la especie de casas inconvenientes. Así que, necesariamente, esas casas son clandestinas, inconvenientes, y a ellas voy a solas y paso pocos, solitarios ratos, y desordenadas quedan, bajo la alfombra, hasta otra ocasión.

Ergo... si estoy en lo cierto, estos sueños se darán concomitantemente con épocas de descontento. De no muy hondo descontento -cuando es muy hondo, me lo anuncian sueños en los que sigo en la Universidad, sin terminar la carrera y con varias asignaturas colgando; ahora mismo recuerdo la última vez que decidí en sueños que no, que lo dejaba, que no iba a seguir con biología, que me tendría que contentar -que mis padres se tendrían que contentar- con el título de Psicología-. De desazón. De humor reviado. De "no quiero"

Animado por tanto movimiento, froto la lámpara de Aladino yle pido al genio que me eche una mano con otro aspecto del sueño: El circo rocoso que rodea a mi población. A ver si se porta...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Coges a "mi población" bajo la ducha y enjabonas al "circo rocoso".