"Una señora americana, en Chicago,
soñó durante varias noches seguidas con un elefante.
El elefante llamaba a la puerta con la trompa, la señora le abría ,
y el paquidermo, muy fino, la invitaba a dar un paseo.
La señora viajaba, creo recordar que por el aire, montada en el elefante.
Una noche despertó, que llamaban de verdad a la puerta.
También despertó su marido, el cual bajó
a ver quien llamaba a la puerta tan fuerte y tan a deshora.
Era un elefante, que se escapara de un circo,
y paseaba pacíficamente por el barrio.
La señora reconoció en él al elefante de sus sueños,
a aquel amable compañero que
mientras la llevaba por el aire
le cantaba antiguas canciones inglesas,
las mismas que la señora escuchaba en un disco
que le regalaran por Pascua".
Esto queda escrito en la página 191 de mi ejemplar de "La otra gente", en la colección
Áncora y Delfín de Destino Ediciones.
Es el caso que, movido de deseo, me metí ayer en mis listas de Favoritos de Internet, localicé la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes http://www.cervantesvirtual.com/index.jsp y escribí
en la casilla de Búsqueda "Cunqueiro", y después "Älvaro Cunqueiro" y... y nada. Allí donde aprendí que descansaban disponibles las más de sus obras, y entre ellas unas cuantas que nunca leí en libro. Allí estaban el "Hombre que se parecía a Orestes", las "Mocedades de Ulises",
el "Fanto Fantini", la versión gallega de "La otra gente", con el título de "Os outros feirantes",
la "Escuela de menciñeiros", que sí que leí pero que falta en mi biblioteca,
un "historias de gente gallega" o algo con un título similar, la "Flores del año mil y pico de ave"... Todo a mi entera disposición: en PDF, no imprimible, pero a mi entera disposición.
Un intento más y apareció una explicación a tamaña ausencia: "Obras sujetas a derechos de autor". Por eso desaparecieron de los archivos: alguien reclamó y la Cervantes le dió la razón que, desde luego, le asistía. No le ha llegado a la obra de don Álvaro la hora de estar fuera del alcance de las compraventas.
He de decir que algo me apené, pero que, con la verdad en la mano, más me alegré.
Me alegro de que Cunqueiro haya de ser comprado para ser leído.
Esto hará que continúe siendo editado , en tanto al menos que demandemos sus libros.
Yo voy a demandar unos cuantos, y de a pocos, para que dure más la aventura.
Para Reyes - o mejor, para ponerme a tono con la señora de Chicago, para Pascua-
me voy a pedir el Orestes; para los del próximo año, el Fanto Fantini,
y entretanto lo que me falta de lo que editaron en Tusquets:
"Los otros caminos" y "Tesoros y otras magias".
Movido por ese ánimo ligero, me decidí a pescar un sueño de entre sus páginas.
Lo dejé hasta hoy. Ahora, de noche, saturado de los trabajos del día y de la semana,
escojo de la balda "La otra gente", abro por el final
y copio literalmente el sueño que veo escrito.
==De cuando en cuando, hasta en este Blog hay que ponerse serio
y contar historias de verdad. De verdad de la buena.
Por lo visto, Políades, uno de sus personajes ,en "Las mocedades de Ulises"
afirmaba que
"quizás fuera mentira todo lo que no se soñara"
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