" A veces, cuando abatido y humilde, la propia fuerza de soñar se me deshoja y se me seca,
y mi único sueño sólo puede ser el pensar en mis sueños,
los hojeo como a un libro que se hojea y se vuelve a hojear sin leer más que palabras inevitables.
Es entonces cuando me interrogo sobre quién eres tú,
figura que atraviesas todas mis antiguas visiones demoradas de paisajes distintos,
de interiores antiguos y de ceremonias fastuosas de silencio.
En todos mis sueños o apareces, sueño, o, realidad falsa, me acompañas.
Visito contigo regiones que tal vez son sueños tuyos, tierras que tal vez son cuerpos tuyos
de ausencia y deshumanización, tu cuerpo esencial con sus formas desdibujadas en planicie tranquila y en monte de perfil frío en jardín de palacio oculto.
Tal vez ya no tenga otro sueño sino tú,
tal vez sea en tus ojos, recostando mi cara sobre la tuya, donde yo podré leer
esos paisajes imposibles, esos tedios falsos, esos sentimientos que habitan
la sombra de mis cansancios y las grutas de mis desasosiegos.
¿Quién sabe si los paisajes de mis sueños no son mi manera de no soñarte?
Yo no sé quién eres, pero
¿sé acaso con certeza lo que soy?
¿sé yo lo que es soñar para que se sepa a qué equivale llamarte mi sueño?
¿sé acaso yo si no eres una parte, quien sabe si la parte esencial y real, de mí mismo?
¿Y sé acaso si no soy yo el sueño y tú la realidad,
yo un sueño tuyo y no tú un sueño soñado por mí?
¿Qué significa esto, que nada significa?"
Lourdes me hizo llegar -milla esker!- esta confesión de Fernando Pessoa
No hay comentarios:
Publicar un comentario