viernes, junio 12, 2009

Y de Lisboa hasta chile



Perplejo: Por cada mujer escritora que vengo citando en el blog, ¡qué sé yo!, quince o veinte machos escritores.
...Me pongo a la busca.
Y doy con

“_A desenterrar los Rewe_ dijeron los ancianos- aunque en el sueño los árboles se sequen

el aliento de los ´pacificadores´no podrá estrangular el corazón de nuestros toros”


y doy con
“cantó y se perdió Mercedes Millapán : Oigan y callen”

y doy con
“galopa un caballo ardiente en el lomo del Bío Bío
Bío Bío era oscuro como el sueño que tuve anoche.
Lo vi convertirse en un gran piojo blanco"

escritos de Adriana Paredes Pinda, poeta mapuche-huilliche y
"siguiendo de sus nalgas la huella" (chicho sanchez ferosio dixit)
doy con este poema, que habla de sueño, de cuerpo y de "los adentros"


Del Exilio

Untada a mi cordón sin estrella
vine al mundo. Parí mis brotes
no tuve siete venas ni chaiwe
se me negó deshojar canelos junto
a mis hermanas. Sabiendo que una exiliada
no merece el poder. Me di.

A mi madre no le dijo la comdrona
que en su tripa de los sueños
habían doce nudos. No la atendió la méica
por chiñurra. Y a pesar de Doralisa
Huenuleo
alumbró a sus doce
“la mala yerba”como venía escrito con semen williche
en el cordón nupcial de los amaneceres.

Ya no sueño mamita
desde la última vez que me vi
untada y me vino la enfermedad. Ya no huelo la espesura
ni me invitan a ver la nieve. Yo quería
subir al cerro como mi abuela
pero ni una vkvlla me dejaron.

¿Y ahora me pides que vuelva?
Te dijo que amor en williche
se dice Lemunantu.
Lemünantu, el olvido está primero que la muerte.
Lemünantu.


Memorias
Yo soy la de cabellos trasnochados
húmeda y turgente en la lluvia
de perdidos nguillatunes.
Las cenizas desentierran la lumbre de mi entraña
soba su encarnadura la tigresa de los montes
calientes. Recía me aullo
para galopar en la última estrella de mi sangre
sobre la palma del mundo.
Arde luna perdida
me vine a la montaña a sorber tu corazón. No
me iré en la blancura de tu aliento.
Soy la que vuela con tres dedos
canta fuego por boca de su kona.
Bien me han nombrado
Kanvkvmv
la otra raíz.
Doce nudos tiene la culebra de los partos
Tiembla wuinkul.
Y fueron doce los sueños para tus doce pezones.
Alumbradores
los presagios del kultrúng en tu cuerpo.
Tus piernas
extendidas hasta los lechos del Bío-Bío
el llamado de los que saben la resistencia.
Se abandonó de nieve la hembra oscura
mitad ánima mitad carnal
vuelta hacia delante de la muerte
para tejer el metawe del origen
que se cantó en azul. La piel
del mapuche tiene la escritura.
Me fueron dadas las palabras
Como volcán que arde y sangra. Memoria
de alfabetos no aprendidos.


Desovaron los pezones del tiempo


fértiles fueron las tierras hasta el amanecer


cuando supe


que no era mi mano la escritura.





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