La vertical sucesión de ideogramas recientemente alojada en este Pedazo de Blog, ha provocado una muchedumbre de comentarios de lectores; y los dos me piden lo mismo:
¡que lo tradu-u-uz-can! ¡que lo tradu-u-uz-can!
Sensible a ese clamor, doy la traducción, y aún la ilustro.
Se trata de un típico poema del reino laosiano de Laos-Tia en el estilo cortesano Fiang-Psú, en el que el poeta, ebrio de vino y aguardiente de cuajo de rana, deja pasar
-como malamente puede- las horas de una jornada
mirando la "escalera de sueños", insinuada
en los motivos del calabozo y el cormorán empachado,
dejando para el remate de su mínima oda lo que bulle y rebulle en el fondo de su corazón.
Su título es:
"Para Inteligir el Tractor, es menester Amar el Tractor"
(y está inspirado -por no decir "servilmente copiado"- en el escritor argentino Carlos Anglada, si damos crédito a lo que don Horacio Bustos Domecq nos dice que don Gervasio Montenegro
contó aquella tarde a don Isidro Parodi en su celda, ...por resumir...)
Traducido al castellano por Lupercio Leopoldo de Argensola viene a decir -hipérbaton más, paráfrasis menos-:
El alba titubea. Tintinea
el bulbo ,calabozo desvelado.
Un cormorán ahito de sardinas
la siesta cubre de serrín de orujo.
Y empezando la noche almidonada
la sonrisa del loto bebe vino.
Colina, flor de playa,
relojito...
¡Ah! ¡Y sexo!
¡ Mucho, mucho, mucho sexo,!
¡sexo, hasta por las orejas!
1 comentario:
muy clarificador grafico en cuanto a lo que significa "sex", ahora me he enterado.
pero lo que no acabo de ver bien es que tiene que ver el "sex" con el sueño de la escalera...
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