martes, julio 26, 2011

me contaron...

...
me cuentan ...  "¿tendrá que ver la noticia de la muerte de Amy Withehouse con el hecho de que me haya despertado soñando con una mujer que estaba decidida a suicidarse?

Ella lo tenía claro. Y él, su pareja pasional,  también: Que era en parte por causa de él, eso lo decía ella; que ella sabía lo que se hacía, eso lo decía él.
Y yo allí delante, de testigo. Aceptando: que ella era muy dueña de hacer según su criterio, y él también, Pero asustado, abrumado, avergonzado y crecientemente irritado.
Ella lo planea todo. Para mañana. Pañuelos blancos y negros, trapos, cintas de música. Entreabierta la ventana en la que se degollará. Él cumpliendo con su parte del guión, se larga, desaparece de la escena.

Yo voy, vengo, voy, vengo... consuelo, callo, acompaño, ayudo...

Pero al cabo, -solo hacia el final-, se desborda mi energía.y le encaro y le interpelo:  "¡qué, puñetera egoista, ?a hacer según tu voluntad como toda la santa vida, no?"
Ella se vira hacia mí, interrumpida en su perorata, molesta porque le quite el protagonismo, pero también sorprendida: nunca me había visto así antes...

"¡Una vez más, a joderme la vida!ª. ¡A ver qué le cuento yo mañana a tu familia... al mundo entero... sin contar con la pasma... ¡a ver cómo quedo yo, que estoy aquí de testigo pasmarote, a ver cómo me explico y quién quiere escucharme y creerme!. Y todo el santo piso estará marrano de sangre... y yo dando razones, a solas con mi disgusto... ¡egoista, que eso es lo que eres!"

Hace ademanes de ignorarme, y yo, para impedirlo, le suelto un cachete en el flanco; eso la interrumpe del todo. Repito el lance, le arreo un bofetón  y a la de tres descubro: el alivio y el gusto.

"¡toma y toma, joder! Mira tu, ¡al fin y al cabo mañana estarás muerta!, pues igual voy y me doy el gustazo de arrearte una paliza;  y te la llevas contigo... ¡egoista, insaciable, desconsiderada, toda la vida a tu rollo, a tu rollo, y para una vez que te encuentras con la horma de tu zapato, con ese zenutrio que ni sabe llevarte la contraria ni sabe darte la razón, te enfurruñas y te decides a suicidarte. ¡Pues que sea fuera de mi casa, cojones, búscate otro árbol del que colgarte!. ¡Fuera de aquí...!"


en fin, este es el sueño que me han contado. Cosas de los sueños, digo yo...

Miró, noviembre de 1981:

"Nunca sueño mientras duermo


sino, tan solo, cuando no duermo"

arreando, qu´es gerundio

Plagiando a Borges

bajo las sábanas
me dió un sueño un aviso...
¡Se miá olvidáu!

(Liborio Martincorena  (Iguzquiza, 1953): Nuevos y viejos Jaicus. Edit Tierraestella )

lunes, julio 11, 2011

Uun centenar de personas hemos compartido durante 10 jornadas  mesa y cama en la Casa Grande de Valdivielso.

De día, un apretado tapiz de emociones; de noche, un denso tapiz de sueños.

Cada mañana, al despertar, uno abría las cortinas de las ventanas esperando ver el paisaje lleno hasta los topes de amores frustrados o incipientes, de padres brutales, de hermanos desaparecidos en combate, de brotes de nuevos clanes de amistad, de golondrinas gigantes, de escaleras de caracol sin comienzo ni tope...

y allí estaba la Aurora, la de rosados dedos, en toda, toda, toda su prístina desnudez: como el primer día del mundo.

Entretanto, Anónimo me enviaba este poema admirable que ahora encuentro esperando entre mis correos. Gracias, Anónimo...


INSOMNIO

Tú y tu desnudo sueño. No lo sabes.
Duermes. No lo sabes. Yo en desvelo, y tú, inocente, duermes bajo el cielo.
Tú por tu sueño y por el mar las naves.
En cárceles de espacio, aéreas llaves te me encierran, recluyen, roban. Hielo,cristal de aire en mil hojas.
No. No hay vuelo
que alce hasta a ti las alas de mis aves.
Saber que duermes tú, cierta, segura
-cauce fiel de abandono, línea pura-
tan cerca de mis brazos maniatados.
Que pavorosa esclavitud de isleño,
yo insomne, loco, en los acantilados,
las naves por el mar, tú por tu sueño.


Gerardo Diego. "Alondra de verdad, 1941.