lunes, mayo 31, 2010

adivinación, suposición, creencia VII

+.- Bueno, bueno... la tarde se va lentamente, y aquí tu y yo, divagando...
.- ¡ay!, del tiempo que transcurre... ¿recuerdas el Fado que nos cantaba en A Parreirinha d´Alfama la Argentina Santos? http://www.youtube.com/watch?v=xXk3VXA7wH8
"¡Meu deus, cómo o tempo pasa! / dezimos de quando en quando./ Ao final, o tempo fica: / a gente é que vai pasando..."

+.- ..."y la tarde que muere es miedo y frío:/ las tardes, a las tardes son iguales..."
.- ..."moza que estás en la cama /ten las teticas calientes..." vaya, ye se me ha vuelto a ir la temática...

+.- pues sí, un poco. Consuegro querido, te propongo que empezamos a hacer resumen de este monográfico primaveral sobre sueños y creencias. Pásame la bota.
.- toda tuya. Hay un libro...

+.- y que no falten...
.- y que no falten,... que está en el origen de esta grata reflexión, haciendo polo opuesto con la Demanda del Santo Grial. Míralo: lo compré en la librería de las Ediciones Paulinas; está publicado por la editorial Sal Terrae; su título es "La ayuda de los sueños en el desarrollo espiritual" y su autor es Mariano Ballester, SJ.

+.- SJ, como... ¿Sabio Judío?
.- ¿como Sueña, Jirafa.? ¿Como Supremo Jarabe? .. a ver, ¡que lo compré en las Paulinas, que lo edita Sal Terrae, que hable de espiritualidad... ¿No le da eso alguna pista ?...

+.- ...bueno, Sacerdote Jesuita, ya veo. ¿y?
.- pues que tras empezar a leerlo me hice una pregunta: ¿son los sueños cristianos?.

+.- ¡vaya pregunta sosa: ¡no! ¿cómo van a ser algo universal como los sueños algo tan particular como cristianos?... pero, aguarda, déjame que piense... claro, esa sería la respuesta de un no-cristiano como yo, que soy un descreído agnóstico estellés; pero si yo fuese cristiano, la respuesta solo podría ser la contraria: que sí, que claro que sí que los sueños, como el universo entero, son cristianos... ya lo voy pilando...
.- ya ves, ya. Tú amplía la pregunta, por ejemplo: ¿pueden los sueños ser estellicas? ¡Pues claro que sí: los de aquí soñamos un mundo... estellica; los de las Islas Aleutianas, por poner, no sueñan -que se sepa-con Montejurra: sueñan sueños aleutianos. Los cristianos sueñan sueños cristianos que les inspiran a la hora de procurar ser verdaderos cristianos. Y este señor Mariano, aceptando gallardamente tal particularidad de la mente humana, ha escrito un libro que no trepido ... -perdón: que no vacilo en calificar de estupendo.

+.- ¿de veras?
.- Afirmativo. Es un libro manejable; transmite seguridad y tranquilidad. Los ejercicios que propone son, según mi experiencia-que, para probarlos, los he llevado a la práctica-, fáciles de intentar y eficaces; y si no te cuento nada más de ellos es porque la obrita cuesta 11 euros, y el autor se merece que la gente se lo compre.. Pero quiero dejar dicho, -bajo el palio de esta luz crepuscular-, que en su capítulo 6, que titula "un subconsciente amigo", cuenta un sueño suyo de una forma casi excepcional.

+.- ...ya te pregunto, ya....: a ver,.... ¿qué es eso tan excepcional?
.- pues que después de contar el sueño, lo desencripta para nosotros, para lo cual nos habla de sus sentimientos. y expone una parte de sí mismo no precisamente ponderada y exitosa... Y extrae la debida lección, que le incita a adoptar una línea de conducta sabia y generosa, en vez de la precipitada y egótica que hubiese adoptado de haber actuado precipitadamente. Y entonces, después de habernos hecho partícipes de toda esa intimidad suya, nos dice que se plantó y decidió actuar a su manera de siempre, no hacer caso del mensaje de mejora espiritual que aquel sueño le estaba regalando; y que así obró. Y fin de cita. ¡No me dirás que el SJ no los tiene bien plantados!

+.- ¡vaya si los tiene! A pesar de mi ateismo acendrado, me voy a comprar el librico. ¿De verdad que está bien? ¿No será un terrón de azúcar edulcorado con extracto de buenismo new-age?
.- Para nada. Corto, claro, certero. No es que sea La Revolución de la Oniromancia, pero es honesto. De lo mejorcito, para mi gusto.

+.- Pues me lo compro.
.- Y ya tenemos un punto de partida para nuestro resumen. Ballester es sacerdote cristiano, y lleva años educando cristianos; creencias cristianas. Venimos hablando de creencias desde hace horas: de gente que creía en el Purgatorio, en el grial, en mil maneras de adivinación, de quienes miran los pájaros y acechan enemigos. Quiero que juntos tú y yo intentemos una gradación de creencias. A ver si , haciéndolo, te lo explico mejor...

viernes, mayo 28, 2010

adivinacion, suposicion, creencia VI

.- Buena historia, la de ese notario...
+.- ¿ A que sí?

.- Pues sí, especialmente aquello del que viajó en persona al purgatorio...
+.- ¡mira mira, mira mira! ¡golondrinas! Ya era hora de que apareciesen... ¿las ves? O sea que no todas han muerto de inanición con eso del invierno retrasado... ¡Me alegro pero que mucho!. Tu, que estás tan versado en lo soñado, ¿sabes qué significado tiene la golondrina en el repertorio simbólico sueñístico?

.- Pues, casualmente, tengo recién leído en el Artemidoro que me tocó en la Tómbola de San Fermín que hubo una tendencia a atribuir al avecilla significado de portadora de muertes prematuras y profundo pesar: resulta que la golondrina habría surgido como metamorfosis de una tal Filomela, chica desdichada que tuvo una vida horrorosa. Artemidoro, no obstante, señala un significado mucho más reconfortante: las golondrinas lanzan sus gritos desde el mismo comienzo de la primavera, y especialmente muy de mañana. "¡Despertad del letargo, empezad a trabajar!", dice briosa a los humanos; así que su significado es de aliento y encomio. ¡Ah!, y además pronostica, de cara a un matrimonio en ciernes, "que la mujer será fiel, hogareña y, en la mayoría de los casos, griega y amante de la música..."

+Así pues, Artemidoro atribuye el significado siguiendo pàutas más o menos razonables: son señal reconfortante porque su llegada coincide con la primavera, lo que es la mejor de las noticias después de las escaseces de un invierno sin un Eroski en el que abastecerse. Lo de que la fámula sea griega, ¿dice el libro por qué?
+.- pues no exactamente: echa mano de que las golondrinas hacen los nidos bajo los aleros de nuestras casas, y de ahí lo de hogareña. ... Hay claves que no termino de entender: La cigüeña, po ejemplo, "es particularmente beneficiosa respecto de la reproducción"... el cuervo se asemeja a un adúltero,las palomas bravas, significan prostitutas y peligrosas; las domésticas, amas de casa cumplidoras con sus deberes familiares. Claro, es frecuente ver a las cigüeñas cuidando de sus crías en sus muy visibles nidos urbanos, y las palomas se arrullan a menudo, sueltas las unas, domésticas las otras; y dice del cuervo que es negro -y eso ya no lo entiendo.
.- Ah, pues retomando el tema de esta grata charla, escucha, que voy a deleitarte con unos párrafos escogidos de "El arte de la guerra" .

"Un revoloteo de pájaros
indica que el enemigo está emboscado;

si los animales salvejes huyen aterrorizados,
el enemigo está intentando cogerte por sorpresa.

Esto es pura observación, pura predicción: la antesala de la adivinación, ¿o no? Esto sí que se entiende: aquí no hay todavía ninguna conjetura. Para llegar a los procedimientos de la adivinación hay que alejarse un poco más de los hechos. Por ejemplo: imagínate un grupo de familias -de chinos- viajando por aquellas mesetas -chinas-. Alguien observa un revoloteo de pájaros sobre unos carrizos. Al poco aquellos viajeros son atacados por tropas emboscadas: La gran escabechina -china-. Los pocos supervivientes cuentan la secuencia de los hechos: familias enteras asesinadas, mujeres raptadas... Cien años más tarde, los padres de la comarca avisan a los niños: "revoloteo de pájaros: muere el padre, muere la hija". Y eso se traspasa a los diccionarios de sueños, y se extiende, y ese tipo de aves queda señalada como de mal agüero.

+.- ... todo eso al mismo tiempo que Sun Tzu extrae de la misma escaramuza una lección para su Arte de la Guerra.

El polvo que se eleva verticalmente en grandes columnas
señala la progresión de los carros;

el que está suspendido por capas a poca altura
anuncia la proximidad de la infantería (Sun Tzu, pag 121.)

miércoles, mayo 26, 2010

adivinacion, suposición, creencia, V Lo soni II

+.- Permíteme, querido consuegro, que te releve en este punto: has citado Lo Somni, de Bernat Metge, y yo, de tal obra, soy un experto absoluto.
.- ¿Lo eres, en verdad?



+.- Lo soy, y gracias precisamente a los buenos oficios de Martin de Riquer que no otra que esa edición suya he manejado; que desde que el año pasado la adquirí en la Feria del Libro Usado y de Ocasión del Arenal bilbaino, he leído el texto no menos de una vez y el prólogo no menos de tres; todo lo cual me convierte instantáneamente en un experto. Y ahora, ligando habilmente lo que contabas de los sueños usados como herramientas doctrinales con lo que cuenta Martin de Riquer en el prólogo, te voy a iluminar con la siguiente historia:

Corría el siglo XIV por Barcelona ,y corriendo por allí vió nacer a Bernat. Su padre, boticario, pronto murió; su madre contrajo segundas nupcias con Ferrer Sayol, "Protonotario de la reina Leonor, esposa del rey Pedro el Ceremonioso". Influido -bien- por su padrastro, Bernat se hizo experto en lengua latina y, siguiendo su estela, alcanzó el título de Notario, pasando al servicio de la reina, y de su hijo Juan cuando ella falleció. Juan llegó a rey el año 1378 con el nombre de Juan I; y a su séquito más cercano perteneció Bernat hasta el 7 de Diciembre de 1398, cuando el rey murió súbitamente, sin haber alcanzado el consuelo de una última confesión.

Turbios tiempos aquellos, por lo que se cuenta. Nada más morir Juan I, su hijo, Martín I manda encarcelar a toda la camarilla que ha aconsejado a su padre, entre ellos, a Bernat. Las acusaciones: "toda suerte de crímenes, violaciones, robos, estafas, fraudes, cohechos, abusos fiscales, connivencias y confabulaciones..."
.- No sé, no sé, algo de esto que cuentas me suena como a conocido, pero ¿a qué? ¿Marbella, Gürtel, Palma, Lanzarote...?



+.- deja, deja, que me vas a hacer llorar... en fin: tenían razón los acusadores en algunas de estas cosas -que pronto se taparon, porque al fin y al cabo solo eran delitos contra el erario público, y no específicamente contra los intereses de las Empresas y el Capital
.- que si así fuese, otro gallo hubiese cantado...



+... que si así fuese otro gallo hubiese cantado, pero, ¡Ay!, había entre todas una Gran Metida de Pata y una Gran Falta. La Metida de Pata fué que, tiempo atrás, Bernat había dicho en privado perrerías del entonces Duque y ahora nuevo Rey Martín I...
.- Vaya, que le pillaron "off the record", pero "con el micrófono abierto", "como a algunos que yo me sé...

+.- Claro, claro: igualito que a Sarkozy, o a la Sarah Ferguson - o a la Espe Aguirre... pero mejor lo dejamos: Decíamos que había una Gran Falta. Un delito imperdonable. Se acusaba a los conspiradores de que sus fechorías habían dado tal disgusto al Rey, que este había fallecido de la impresión; y había fallecido de sopetón, sin confesarse, con lo cual... tal vez el Rey se había granjeado la Condenación Eterna. Y eso, ser culpables de que el rey ardiese en los infiernos para toda la eternidad, esoera algo que ni se podía olvidar ni se podía perdonar!.
.- es que, ¡hasta ahí podíamos llegar!

+.- Efectivamente; ¡Hasta ahí podríamos llegar! Y de tal delito bien podían seguirse procesos resultantes en sentencias capitales; o, en el mejor de los casos, en no menos que destierros en vida para los culpables. Los cuales eran por educación y por educación cortesanos, y querían volver a serlo prontamente, en la recién constituida nueva Corte. Así que, ¿qué hacer?

El primero de aquellos caídos en desgracia en actuar fué Ramón de Perellós, vizconde de Perellós y Roda. Tras estudiar todas las opciones, escogió la siguiente: acompañado de un "lucido cortejo", viajó hasta Irlanda, y allí buscó la entrada a cierta cueva "que hay en el Lough Derg" (por cierto, ¡vaya lugar!, -véase la foto adjunta-)





que según se creía conduce al Purgatorio. Allí entró, y a la vuelta escribió un relato de su encuentro con las ánimas, y particularmente con el alma de Juan I, quien le contó que se encontraba allí purgando su excesiva afición a la caza.

Bernat optó por una solución literaria. Era un escritor magnífico, -el primer gran escritor en lengua catalana, creo- y un calígrafo igualmente dotado -mira si no el grabadito que acompaña el post anterior, que reproduce su hermosa letra-. Escribió, estando en la cárcel, un libro, "El sueño", en el que demostraba lo mismo que Ramón en su excursión espeleológica. Partiendo de un día de modorra excepcional, relata que se durmió y recibió así dormido la visita onírica de su benefactor Juan, preocuparse por su alma.

A mí me gusta el cómo lo hace. Cuando ve ante sí al rey -que viene acompañado por dos figuras, Orfeo y Tiresias-, desconfía. ¿Qué es aquello que está viendo, que parace su Rey, estando este como está fallecido? Y esgrime ante el espectro toda una serie de reparos, todos ellos razonables, todos ellos inteligentes para que un difunto pueda tener una vida tras la vida del cuerpo. Y es el propio espectro del Rey quien le va convenciendo de que sus razonamientos son erróneos; de que sí que es el mismo rey; de que existe un alma en cada persona; de que no sucede así en los animales, cuyas ánimas son transitorias y corruptibles... Y así, poco a poco, De esta forma, nuestro autor se pinta como alguien ignorante, y al difunto Rey como al listo de los dos; y a sí mismo como un buen vasallo, y al rey como al sabio que le corresponde ser por su estirpe y su rango.
.- Deseo interumpirte para hacer una apreciación. En el sueño de Perceval que comentaba yo hace poco, el autor nos cuenta lo qué les sucede al caballero y al monje, pero aquí el autor nos cuenta lo que le pasó a sí mismo. Así que escoje bien el rol en la narración; lo escoje en función del lector al que va dirigida la obra entera. Martín de Riquer lo dice así: "Lo somni es una obra que fué escrita desde la primera página hasta la última pensando en un único lector:
El Rey Martín I".

+.- Del todo de acuerdo, aunque en cierto momento mira también hacia la esposa de este, como verás. Bien, el libro entra en temas delicados. "Donde está el alma de su alteza?", pregunta Bernat "En el Purgatorio, en el Purgatorio", le contesta Juan, "por cazador, por demasiado afecto a los músicos y por consultar mucho a los adivinos".
.- ¿Muchas llamadas a teléfonos de tarot?

+.- Algo así. Otra pregunta:"¿Porqué Dios permitió que murieseis así?" "Era necesario, para que a mis leales os acusasen los injustos del oro bando, como así ha sucedido, de manera que vuestra inocencia quede finalmente clara tras ser puesta en duda"
.- Joé, vaya razón le cuela al buen rey para morir!

+.- Impresiona, ¿verdad? En fin, la cosa sigue y Bernat interroga a los dos adivinos acompañantes, y hablan de mujeres...
.- Eso también me suena muy contemporáneo!

+.- Casi todo Es Muy Contemporáneo, consuegro extemporáneo. Casi que te agradeceré que me dejes terminar mi relato, ... ¿si? Vale... Hablan de mujeres, los adivinos echan pestes y Bernat se enoja, y quiere demostrar el valor del mujerío, y trae los ejemplos de aquella reina cuyo notario fué su padre, madre de Juan y de Martín; y de la esposa de Juan I, que tanto afecto le demostró cuando era reina; y de la esposa de Martín I, que ahora le mira con enojo pero que es una dama sabia, inteligente y misericordiosa -y aquí es cuando, por un instante, mira Bernat no solo al rey como lector, sino también a la reina-, ... Y después, profetiza.
.- ¿Sí? ¿Se atreve a profetizar?

+.- Se atreve. Dice: "Pues si me has perdido a mi, que era tu señor, tan bueno y mejor lo has ganado. Él te sacará, a tu honra, de la cárcel en que estás y no tolerará que se te haga injusticia; porque es muy justo y virtuoso y conocerá pronto a mala intención de tus perseguidores, aunque para condescender con ellos, por razón de su nuevo señorío, no te resolverá tan pronto como quisieras y mereces por justicia... Luego, si le sirves, sabrá remunerarte bien. Pero tú no tienes que sorprenderte mucho de ello, pues bien lo conoces".
.- ¿Y se sabe si esa profecía se cumplió?

+.- Al pié de la letra. El 28 de Abril de 1399, Martín I escribió una carta a Bernat pidiéndole una copia de ese libro del que había oído hablar tanto. La copia manuscrita que le envió Bernat fué una bellísima. En 1402 y es secretario vitalicio del nuevo rey.

adivinacion, suposición, creencia IV Lo Somni


Bernat Metge
Lo somni
(I,i,1) Poch temps ha passat que, stant en la presó, no per demèrits que mos perseguidós e envejosos sabessen contra mi, segons que despuys clarament a lur vergonya s’és demostrat, mas per sola iniquitat que m’havien, o per ventura per alcun sacret juý de Déu, un divendres entorn mige nit, studiant en la cambra on jo havia acostumat star, la qual és testimoni de les mies cogitacions, me vench fort gran desig de dormir. E, levant-me en peus, passejé un poch per la dita cambra; mas, soptat de molta son, covench-me gitar sobre·l lit e soptosament, sens despullar, adormí’m, no pas en la forma acostumada, mas en aquella que malalts o famejants solen dormir.

(I,i,2) E, stant axí, a mi apparech, a mon viyares, un hom de miya statura ab reverent cara, vestit de vellut pelós carmesí sembrat de corones dobles d’aur, ab un barret vermell en lo cap. E acompenyaven-lo dos hòmens de gran statura, la un dels quals era jove fort bell e tenia una rota entre les mans; l’altre era molt vell, ab longa barba e sens ulls, lo qual tenie un gran bastó en la mà. E entorn los dessús dits havie molts falcons, astors e cans de diversa natura qui cridaven e udulaven fort legement.




No ha pasado mucho tiempo que, estando en la cárcel, - no por demérito que perseguidores y envidiosos supiesen contra mí... sino únicamente por el inicuo odio que me tenían...-, un viernes, hacia medianoche, estudiando en la habitación en la que acostumbraba estar, que es testigo de mis preocupaciones, me vino un gran deseo de dormir, y poniéndome en pié paseé un poco por dicha habitación; pero sobreviniéndome mucho sueño, me fue preciso echarme en la cama, y súbitamente, sin desnudarme, me dormí, no en la forma acostumbrada sino en aquella que enfermos o hambrientos suelen dormir.
Estando así se me apareció, a mi sentir, un hombre de mediana estatura, de cara venerable, vestido de terciopelo peloso carmesí, sembrado de coronas dobles de oro, con un birete rojo en la cabeza. Acompañábanlo...”




El sueño (Lo somni) Año 1399. . Bernat Metge. Trad. De Martin de Riquer. de. Planeta, 1985

adivinacion, suposicion, creencia 3

Llegó el momento en el que la adivinación se generalizó tanto y alcanzó tal desarrollo que usurpó el lugar de la Profecía.

El caso es que la profecía se impone, bien por su propio poder, bien por la autoridad de la que emana. Pues bien: uno -u otro- puede -en cualquier momento- estar tentado de revestirse de tal poder que sus conjeturas cuelen como profecías.


El sueño artúrico de las dos damas y su interpretación como "la Ley Antigua y la Nueva Ley cristiana" es un ejemplo de esto. Al autor anónimo no le bastó con dejar por escrito sus ideas al respecto: Para dotar a esas ideas de un valor indiscutible, utilizó recursos, cómo lo diría, ¿retóricos? El primero fué el hacer que sus ideas se presentasen en escena bajo la especie de un sueño; el segundo, el que un varón santo sea quien vierte la interpretación que contiene el dogma.

El lector -digo "este lector", e imagino que lo mismo, cuando menos, sucedería con los lectores de su tiempo, de los siglos XIII al XV- aprende que su héroe, el protagonista de la busca del Grial, la más santa de las demandas, tuvo cierta noche, en medio de una fuerte aventura, en una isla desierta, un sueño, y que lo recordó con todo detalle. Y poco después, recibió ayuda de un eremita, que le explicó el sentido del sueño.


A mi esto me hace pensar todo el tiempo en la tradición de sueños que viene -precisamente- del Antiguo Testamento; de los sueños que Moisés interpretó para el Faraón, y de los sueños que Daniel interpretó para su monarca babilonio. Son relatos que, por estar en donde están -nada menos que en la mismísima Biblia-, adquieren una fuerza inmensa; y además, para agregar más fuerza probatoria a los relatos, se nos dice que cuando llegó el momento, las interpretaciones -de las vacas flacas, de la estatua con los pies de barro- se cumplieron al pie de la letra, lo que confirmó su carácter de Profecía.

Un autor se vale del respeto que producían en sus lectores las interpretaciones de sueños para hilvanar un pobre sueño, añadir una escuálida interpretación y por fin inculcar sus ideas -ortodoxísimas, por lo demás-. Triste caso literario, querido consuegro...

lunes, mayo 24, 2010

adivinacion, suposición, creencia 2


La historia de cómo se pasó de la observación y la deducción a la observación y la tentativa de adivinación solo puede entenderse si atendemos a la estructura misma de nuestros órganos del conocimiento, lo que excede del todo los recursos de esta monólogo. Pero a una cosa iba yo:
Hace mucho tiempo, la no-lejanía entre la gente y su universo circundante de la que estaba hablando, hubo de favorecer la ampliación de las pistas mediante las cuales prever el futuro.



De atender el vuelo de las aves y sus migraciones, y la densidad de las poblaciones de animales, y los diferentes vientos, y qué avisos traían, se fué pasando a una desmesurada lista de indicios
a tener en cuenta. Echo mano de las mancias de las que nos quedan ecos, y enumero:

La Aeromancia es la ciencia -o la maña- de adivinar el futuro según los dibujos que creaba
el aire en el agua de una copa; la Alectomancia, interpretando los movimientos de un gallo; la Amniomancia, o adivinación por la placenta; la Apantomancia, que tiene en cuenta los encuentros inesperados; la Aritmomancia que es una forma de numerología geométrica; la Astragalomancia, o adivinación por el juego de tabas. Y la Axiomancia que pronostica mediante el equilibrio de un hacha; la Bibliomancia, en todas sus variantes: lectura de una página al azar de... la Biblia, Homero, Ovidio, Lao Tse...; la Bolomancia, mediante flechas; la Botanomancia, según qué hojas no arrastre el viento; la Capnomancia, que atiende al humo de los sacrificios; la Cartomancia, en sus mil modalidades; la Catoptromancia y la Enoptromancia, practicadas en el templo de Ceres, y que se valían de ojos vendados y luces reflejadas en espejos; la Cledonismancia, por las concordancias sonoras escuchadas accidentalmente; la Cleidomancia, con una llave y una palabra escrita; Coscinomancia, o mediante un cedazo; Cromiomancia, mediante cebollas que van germinando sucesivamente... y seguiríamos con toda la familia de las Geomancias, que atiende a tiradas de ramas de artemisa (I Ching), de conchas caurí (Oráculo Ifa), de caracoles (Buzios brasileiros)...;

Y así continúa, escogiendo el uso como pronósticatorio de la sal (halomancia), de los pies (podomancia), de las varillas (rabdomancia)ncia), de las sombras (sciomancia), del ruido del viento nocturno en las hojas de las higueras (sideromancia), de las cenizas (tefromancia); de la harina, del pan de cebada (Alfitomancia); de los posos de las infusiones; del mirar vasos con agua, gotas de tinta o esferas cristalinas; del fuego, de los rayos y relámpagos, de la cera, de los cristales, de las empanadas y las tortillas (Cristobalomancia), de las sortijas, del laurel, del modo de vestirnos -o de que nos vistan nuestros sirvientes, "estolisomancia"; de las hojas de una rosa y de los pétalos de las margaritas; de las líneas de la mano (quiromancia) y de la constitución física (fisiognomia); de las entrañas de los pescados (Ychtiomancia) o de los animales domésticos terrestres (Hepatoscopia); del relincho de ciertos caballos; del aullido de los perros; del ruido de los guijaros al entrechocarse; de las uñas (onicomancia); de las perlas (margaritomancia), de los inciensos, de las espaldas (omomancia)...

En esta lista asombrosa encuentra su parcelita la Brizomancia, o consulta a Brizo, dios del soñar; un nombre especial de la familia de las Oniromancias, la adivinación por los sueños.

Y además de estas- que son unas pocas de las mancias europeas, y a las que hay que añadir diez veces mas de prácticas adivinatorias nacidas entre los asiáticos, los africanos, los americanos y los australianos, y los isleños, y los navegantes, y los eremitas, y propias a las mujeres todas, y a los marinos, y a los mineros, y......

Y todavía nos queda un campo libre. Es aquel al que recurrimos incesantemente del pálpito, de la corazonada, del augurio, del presentimiento, de todo aquello a lo que otorgamos un valor probatorio por el sencillo procedimiento de meterlo en un core especialísimo en el que hemos escrito, con caligrafía críptica, la inscripción "Intuición".

sábado, mayo 22, 2010

adivinación, suposición, creencia I

.- Qué bonita está la tarde, ¿eh Florián?
+- Preciosa, Fortún, preciosa. Ese azul del firmamento, y el fresquito de la brisa... Y el vino de la bota, claro,,,

.- Mi monólogo de esta tarde comienza con el vuelo de las aves. ¡Mira, querido consuegro, el vuelo de las aves a nuestro alrededor!
+- Eh... ya... este... no doy con ninguna ave, consuegro estimable.-.. no veo ni un pajarillo,
pero ya voy a seguir mirando, ya. ¿Puedes continuar en ausencia de tal manifestación volante?

.- Hombre, puedo. Sobre todo puedo porque lo que me interesaba traer a colación era el antiguo arte de la Ornitomancia, o adivinación por el vuelo de las aves. Te leo el último párrafo de la página 243 de esta edición en editorial Aguilar de la Odisea, de Homero, en traducción de Luis Segalá: “Así que acabó Telémaco de hablar, pasó sobre ellos, hacia la derecha, un águila que llevaba en las uñas un ánsar doméstico, enorme, arrebatado de algún corral... y al llegar junto al carro, torció el vuelo a la derecha, enfrente mismo de los corceles. Al verla se holgaron; a todos
se les regocijó el ánimo en el pecho, y Pisístrato Nestórida dijo de esta suerte: “Considera, oh Menelao, si el dios que nos mostró este presagio lo hizo visible para nosotros o para tí mismo”
… entonces... Helena, la de largo pelo, adelantóse pronunciando estas palabras: “¡Oidme, pues os voy a predecir lo que sucederá, según los dioses me lo inspiran en el ánimo... tal y como esta águila viene del monte, donde nació y tiene su cría...” ¿pero, ¿qué estás mirando al cielo, que no me prestas atención?

+- Pues que no veo pájaros, oye... ¿Ni una golondrina siquiera? ¡Qué cosa más rara! Para los días que son ya de Mayo, tenían que estar zumbando, pillando insectos todo el rato...

.- Querido suegro, he ahí una buena observación: No ves aves! Tu que eres de raigambre labriega, ¿puedes deducir algo de tal hecho?
+- Pues que este verano, si las golondrinas, va a ser de mucha picadura de mosquito... Y que los murciélagos se pondrán las botas... http://www.avesdeuruguay.com/friogolondrinas.htm

.-Pues bien: has deducido mirando el vuelo de las aves hechos que pertenecen al porvenir. Hete aquí convertido en un augur, en un, digamos, ornitomante.
+- Pues bueno, pues vale, pues me alegro. ¿Y?
.- Acomódate, y pásame la bota, que voy a soltar un párrafo largo largo- largo...:

Deducir, prever, son potencias de la mente humana. Desde que tal cosa como “la mente humana” se dió en este planeta; y, con toda seguridad, desde mucho antes.
Los animales preveen lo que va a suceder. Salen corriendo cuando huelen el humo que precede a un fuego, y almacenan comida cuando las temperaturas bajan para afrontar la invernada, y se apostan allí donde el rastro de un olor es más fuerte por si quien dejó ese rastro vuelve a pasar, en fin, se previenen. Como de los animales tenemos informaciones menos personasles que de los humanos, pasemos a estos animales humanos pues: prevemos continuamente; y en tiempos algo menos tecnológicos, cuando el medio no había sido tan domesticado, seguro que dependíamos todavía más. Del paso de las manadas de rumiantes, de las temporadas de lluvias, de las nevadas... Cada animal humano ha hecho previsiones a partir de los datos sensoriales siempre; luego están os que se distinguen por una especial agudeza sensorial en tal o cual especialidad: el que mejor huele el aire, el que mejor escucha, el que mejor mira los vuelos de las aves y de ahí infiere los vientos y las bonanzas... Siempre los ha habido: cuenta un taoista de aquella vez en que el Emperador pidió a su mejor cuidador de caballos que le escogiese un caballo “superior”
+- ¿Qué se entiende por “caballo superior?”
.- Ni idea, no tengo; cualquiera sabe... El caso es que el especialista se excusa: él conoce a un “especialista superior”, capaz de encontrar un “caballo superior”. Se encarga al recomendado la misión y res o cuatro meses después, vuelve. “Ya está, ya lo he encontrau”, dice. “En la finca de tal y cual, provincia de ChinChin: ya lo están trayendo poco a poco, para que se acomode”. “¿Y cómo es?”, pregunta el Emperador Superior. “Un caballo gris”. Llega el caballo y resulta que se trataba de una yegua, y marrón. El Emperador llama a Primer Cuidador y le cuenta el desaguisado. El Primer cuidador suspira, deja caer una lágrima y dice “¡Tan lejos ha llegado ese santo! Yo conozco los caballos mejor que nadie, pero me fijo todavía en las apariencias, pero él, él ha visto por debajo de lo más obvio, de lo indiscutible. ¡Qué tío! Probad, Majestad el caballo, digo la yegua”. Fué probada y, efectivamente, era un caballo superior.
+- ¿Qué taoista?
.- Uno, un taoista, Chuang Tzu, o Lie zi, qué más dará, ¿Los distingues tu muy bien, a los taoistas, o qué? La cosa además iba de especialistas, no de taoistas. Especialistas en detectar las huellas del futuro en los signos presentes...

un sueño... de José Bianco.


-...Anoche volví a soñar con la misma atmósfera. Es gris, pero también a ratos blanquecina, muy traslúcida. Quedé en suspenso. Temía despertarme. Entonces, comprendiendo que Jacinta estaba ahí, le dije que me había engañado, que me utilizó para que yo internara a Raúl en el sanatorio, que nunca hubiera supuesto eso de ella. Le supliqué que nuevamente se dejara ver. Hablamos de cosas muy íntimas, de nosotros dos, de una mujer de quien Jacinta tenía celos.

Yo temblaba de rabia. Pero Jacinta se burlaba en lugar de enojarse. Me decía, observando mi temblor: «Friolento como todos los hombres.»

De pronto, comenzó a hacerme reproches. En una ocasión yo le atribuí sentimientos que ella reprueba. Afirmé haberla visto llorar. Eso la ha herido. «Nosotros no lloramos», me decía, aludiendo a ella y a Raúl. Le hice notar que las lágrimas no respondían a su verdadero estado de ánimo, que en realidad ella no sufría, que más tarde yo lo había explicado de una manera verosímil. Mis explicaciones, sobre todo, la pusieron fuera de sí. «Tú también has hecho trampa», me decía en alemán.

- ¿Habla alemán? -

-Ni una palabra, pero en el sueño le oía pronunciar distintamente: «Auch du hast betrogen!» Entonces me encontré haciendo un solitario y sentí que alguien me aplastaba la mano contra la mesa en momentos en que yo iba a destapar indebidamente una carta. Me desperté.

El señor Sweitzer lo alentó: Jacinta volvería al sanatorio a ver a su hermano. Era lo más lógico. No había que dejarse sugestionar por los sueños.


"Sombras suele vestir..." (fragmento)"

intuición


Cuando miro mi vida a través de un sueño
– algo parecido a mirar a través de un metafórico espejo-
tengo destellos de visión lúcida.
“¡Ajá, claro que sí! ¡Por supuesto!”
Muchas veces me sorprendo al reconocer
las verdades que funcionan en mi vida
y me siento elevado a una conciencia superior de significado.
El sueño sigue estando sin interpretar,
pero eso carece de importancia.
No es que el sueño sea comprensible,
sino que más bien es la mejor
expresión poética de la verdad...
En esos encuentros, mis sueños no juzgan.
No me siento avergonzado, ni culpable,
ni orgulloso ni poderoso.
Simplemente, siento cómo soy.

Henry Reed: La ayuda de los sueños, de. Del comienzo, Madrid 1992 p.131, en Ballester, p. 53.

lunes, mayo 17, 2010

notas a pie de página, 1

Los dos ejemplos de sueños artúricos aparecen en un libro publicado por la extinta Editora Nacional: el titulado "Demanda del Santo Grial" (1). Carlos Alvar corrió al cargo de la edicioón.


Son dos ejemplos de utilización del recurso del sueño como vehículo de ideas. El segundo, el sueño de los 7 reyes, se escribe para legitimar determinadas líneas dinásticas. A lo largo de la historia de occidente, se detecta una y otra vez el esfuerzo de tal y cual escritor por dotar a sus patrones de un linaje incontrovertible. Los unos son descendientes de Eneas, los otros, como
es el caso, fueron cristianados por el propio José de Arimatea. (2) Lo cierto es que lo que me cautivó del poema fué lo inesperado del momento en el que aparece, y lo que tiene de anacrónico, y la sucesión de reyes imaginarios, y la validación de las estirpes escocesas(3). Y finalmente
la revelación absoluta: Galaad es tu hijo.


(1) entre paréntesis: (gracias a ese título se pasó años don Mario Roso de luna subiendo y bajando por las tierras sorianas de la Sierra de la Demanda, haciendo... lo propio: buscando griales... Como no dejó dicho que encontrara ninguno, quedó el terreno libre para soñadores aficionados a buscar y buscar)


(2) por ejemplo, Ercole I d´Este, señor de Ferrara, quiso afianzar su tesis de que la casa d´Este había nacido de las bodas de Ruggiero di Risa con Bradamante di Chiaromonte, y no del infame traidor Gano di Maganza como murmuraban sus enemigos; así que contrató a Mateo Marría Boiardo, conde de Scandiano, para que inventase un envoltorio suficiente a tal efecto. Boiardo escribió el "Orlando Enamorado" hasta que la muerte le levantó del pupitre; y entonces, Ludovico Ariosto retomó por si mismo la tarea y trabajando desde 1504 hasta 1532, dió a luz el Orlando Furioso. Todo esto lo cuenta -¡y cómo lo cuenta!- Italo Calvino en su precioso "Orlando Furioso", en Edit . Muchnick


(3) he aquí un ejemplar de escocés, con saludos para Mariano

domingo, mayo 16, 2010

otro sueño artúrico más



pag. 170: EL SUEÑO DE EWALACH.

(Lanzarote tuvo un sueño en la página 168. Un oportuno eremita le ofreció su ayuda para poder entender el mensaje que su sueño contenía. Pues bien: mientras le va adoctrinando, el ermitaño nos sorprende contándonos a su vez un sueño: el sueño del Ewalach, viejo rey de la ciudad de Sarraz, que se encontraba en guerra cuando acogió con hospitalidad a un viajero perdido. Aquel viajero era ni más ni menos que José de Arimatea, que había abandonado Jerusalén cuarentaidos años después de la Pasión de Cristo. José, en pago, le dió excelentes consejos, mediante los cuales, Ewalach ganó su contienda. Se convirtió al cristianismo el rey, y también su cuñado, que se llamaba Serofe y cambió su nombre por el de Nascián).


“En aquel tiempo soñó el rey Ewalach que a un sobrino suyo, hijo de Nascián, le salía un gran lago del vientre; de aquel lago manaban nueve ríos, de los cuales ocho eran muy grandes y profundos, pero el noveno era mucho mayor y profundo que todos los demás y era tan rápido y ruidoso que no había nada que lo pudiera soportar. Aquel río era turbio al comienzo, espeso como el barro; a mitad del camino era claro y limpio, y al final era de otra forma, pues era doscientas veces más hermoso y más claro que al principio, y tan dulce de beber que nadie se quedaba saciado. Así era el último de los nueve ríos. Después miró el rey Ewalach y vio venir a un hombre de la parte del cielo, que traía el testimonio y la semejanza de Nuestro Señor, y cuando llegó al lago se lavó las manos y los pies y lo mismo hizo en cada río, pero al llegar al noveno se lavó las manos, los pies y todo el cuerpo.>


En el sentido y el significado del sueño, el sobrino del rey del que salía el lago era Celidón, el hijo de Nascín, el primer rey cristiano que poseyó el Reyno de Escocia, gran maestro en ciencias, conocedor de las estrellas y los planetas y gran siervo de Jesucristo. De él descienden nueve personas, siete reyes y dos caballeros: Los reyes son el rey Narpus; Nascián, que tomó ese nombre del abuelo, Elian el Grande; el rey Isaías; Jonaán, que se casó en las Galias con la hija de Manorex; el primer Lanzarote, que se casó con la hija del rey de Irlanda; y el rey Van. Y los dos caballeros sois tú mismo, Lanzarote y el hijo que engendraste en la hija del Rey Pescador: el fiel Galaad”.

(Demanda del Santo Grial, pag 173)

un sueño artúrico

Perceval se encuentra en la página 124 de la Demanda del Santo Grial. En la página 123 ha montado temerariamente sobre un caballo muy grande y muy negro, que tiene todas las trazas de formar parte de los recursos del Enemigo. El jaco, como era de temer, galopa como un poseso y quiere lanzarse a las aguas de un hondo río, ante lo que Perceval tiene que hacer el signo de la cruz para que el caballo -que por algo es tan negro...- se encabrite y así se deshaga de su montura. Lanzado por los aires, Perceval , cae al agua -que se incendia al punto por varios lugares-, sale a la otra orilla, se refugia para pasar la negra noche y se dedica a “hacer sus ruegos y oraciones tal como las sabía”.

Ya es de día. Mira alrededor y se percata de que está en una isla, “pero no sabe a cuál”. Trepa, teme, tiembla. Advierte un fortísimo peñasco, y allí que se dirige; lo asciende, lo culmina y en su cumbre recibe la visita de cierto león al que había salvado de tamaño culebrón en la página 97. Ambos camaradas pasan el día en ayunas y se duermen, el uno en las zarpas del otro. Perceval echa a soñar.

En su sueño, dos damas se le aparecen: una joven va delante, monta sobre un león;

otra vieja, cabalga un ofidio, más atrás. “¡Apréstate a combatir mañana”, le avisa la primera. “Mucho daño me habéis hecho gratuitamente, malandrín!”, le amonesta la segunda..


La bronca que la anciana le está echando alarma a nuestro campeón. “¿En qué os hice daño?” “Matasteis un culebrón de mi propiedad cuando estaba venciendo a cierto león. ¿Por qué lo hicisteis, siendo así que león y culebra son ambos animales, y que no conociais de antes a ninguno de los dos?” “Pues hombre... así como que el león se me hacía más... ¿heráldico?” “¡Pues vaya razón de las p...! ¡Haceos vasallo mío para reparar vuestro crimen ecológico!” “¡Para nada!” “¡Andaos con cuidado, joven: mío fuisteis ya antes y mío os haré en la primera ocasión en que os pille despistado!”. Y así termina el sueño, al final de la página 130.


En las páginas 131 y 132, un oportuno bajel todo blanco desembarca en la isla y acepta a Lanzarote como pasajero. Un buen hombre venerable se hace el encontradizo: bien pronto se ve que tiene la misión de confortar y guiar a nuestro protagonista. Una cosa lleva a la otra y el reciente sueño aflora en la conversación, y el vejete, que se las da de intérprete, se adueña de la narración y da las claves de las visiones:


“Perceval, la dama que iba sobre el león en la Nueva Ley; y va cabalgando sobre el león, ¡que es Jesucristo! Esta chica es la fé, la esperanza, la doctrina y el bautismo; ella es la piedra dura y firme sobre la que Jesucristo cimentó la Santa Iglesia . Es más joven que la otra, ¿por qué...? Porque tiene menos años, ya que nació en la Pasión y la Resurrección, mucho después de que la otra empezase a andar sobre esta tierra. Y el mensaje que te traía con sus palabras, pues está claro: ¡Apréstate a combatir!. ¿A quién? ¡Al Enemigo, pardiez!

Y ahora que te he hablado de la una, te pregunto, caballero preclaro, asombro de Occidente: ¿Quien crees tú que es la otra?

.- “¿ Rita Barberá???”
.- ¡¡¡No, so inculto!!! La otra es …. ¡La Sinagoga!”
.- “¿Perdón?”
.- ¡La Sinagoga! ¡La primera Ley! ¡La ley mosaica, el judaismo, el Antiguo Testamento, que quedó obsoleto “tan pronto como Jesucristo trajo la nueva Ley!. Y la serpiente que le trasporta, ¿quién es...?
.- Euuuh.. ¿Benjamin Netanyahu?


.- ¡No, no, no, no! ¡El Enemigo mismo, pues! El Enemigo en tanto en cuanto que Escritura mal entendida y mal interpretada, es decir, regida por la hipocresía, la herejía, la iniquidad ¡y el Pecado Mortal Propiamente Dicho! La serpiente del Edén, mismamente. Y al hablarte de aquella manera en que te habló, no se quejaba de que le mataste la boa constrictor que aniquilaste en la página 97, no, ¡sino de las veces en que, santiguándote ( o santiguándoos, que de ambas maneras se puede decir), echabas abajo la tela de araña de las añagazas del Maligno! Bueno, basta por hoy: me voy con mi nave blanca, que tengo unos prodigios por terminar”.

Y se fué, dejando a Perceval en otra isla, igualmente desconocida, en la que recibió -en las páginas 137 y siguientes- la visita apasionante, lujuriosa, hormonal, sensual y lúbrica de una bella doncella plebella que cabalgaba -¡y cómo cabalgaba!- una nave negra.

Demanda del Santo Grial. Anónimo. Edición preparada por Carlos Alvar. Editora Nacional, 1984.

viernes, mayo 07, 2010

así pienso yo ahora.

Los sueños visten emociones. Las imágenes están ahí al servicio de emociones. Las emociones son a veces muy virulentas, y a menudo, apenas perceptibles. Mi clima emocional de un día es frecuentemente algo que fluctúa dentro de parámetros acostumbrados; pero a veces es el resultante de días o meses de carga emocional intensa, y entonces el mero descanso no es suficiente como para que ese impulso desaparezca. al fin y al cabo, uno puede muy bien acostarse angustiado y despertarse angustiado.
En ocasiones, es durante el sueño cuando el peso de la carga alcanza su límite. Entonces es cuando nos despertamos sollozando, asustados, gritando, temblando. Normalmente, imágenes muy chocantes acompañan ese desvelo; no es raro que deseemos no volver a dormirnos -a todos nos ha sucedido en la niñez- para no tener que volver a la ingrata sensación que ha puesto fin brusco a nuestro dormir.
Creo en la conexión entre la forma de nuestros sueños y nuestro estado emocional, y entiendo menos que tal forma calque nuestros conflictos concretos. No veo con claridad cuando miro en los símbolos; conozco a otros que en tales berenjenales se sienten a sus anchas, y al escucharles me doy cuenta de que está tridimensionalizando el sueño con acierto y maestría. Yo por mi parte doy cuenta de la presencia de lo emocional, y por lo general ahí me detengo.
Me consuela leer en J. Allan Hobson (los 13 sueños que freud nunca tuvo), que
"según mi nueva teoría de sueños... al hacer caso omiso de ciertos errores fácticos, el cerebro soñador puede consolidar e integrar efectiva y eficientemente el contenido sobresaliente en un sentido emocional....
en mis sueños, mis motivos no están disfrazados; antes bien, son revelados por el sueño.
Para ser entendidos, lo único que exigen es una minuciosa atención, no una interpretación compleja.
Basta que ponga atención a sus sueños y se sorprenderá de su propia creatividad.
Y todo ello se debe a la claridad de su alto contenido emocional".

miércoles, mayo 05, 2010

momentos de la vida

¡Qué hermoso el sueño de aquella noche! Éramos un grupo numeroso: más de 100 personas, diría. Todos juntos, partiendo de algún albergue en lo alto de una cuesta, echábamos a andar;
era la hora de la media tarde, con un tiempo soleado. Cada uno iba vestido a su manera, y se movía a su aire: los unos, a solas, en grupitos los otros, por un camino sobradamente ancho.

Cada uno , ¿cómo decirlo?, “actuaba”, siguiendo un guión conocido por todos: probablemente
la obra se titulase “pequeños momentos de la vida”. Uno se acercaba a otro y le decía algo,
a lo que el segundo respondía actuando su reacción, así que, por ejemplo, daba media vuelta y subía a contracorriente para encontrarse con una pareja a quienes explicaba, mientras iban bajando, algo que yo no alcanzaba a oir; al mismo tiempo, cuatro o cinco se apiñaban junto a una chica que se reía, y allá, un poco más abajo, dos chicos empezaban a perseguir a un tercero... y otros lloraban y se echaban en cara viejas rencillas, y todo ello era absolutamente espontáneo y fresco. Se iban sucediendo escenas inexplicables simultáneas con otras anodinas, y cada uno se veía implicado en juegos incesantes que le permitían cambiar de registro una y otra vez.

Al principio yo miraba aquello con curiosidad; después, con interés, y ya después, cuando la marea de los sucesos acercó hasta mí a unos y otros de aquellos actores sorprendentes, me iba dando cuenta de que, sin necesidad de saberme guión ninguno, mis propias respuestas naturales encajaban con total suavidad en el flujo de aquel momento, y que dejarme ir se convertía en mi aportación a aquel hermoso acto.
Más y más encantado, lleno de gratitud hacia aquella gente, llegué por fin al término de la cuesta, que daba a un pueblo muy pequeño, muy “típico”, con un pequeño bar y una plazuela donde los vecinos cantaban sus romances con acompañamiento de guitarra.

Mis compañeros de excursión, una vez terminada la performance, volvían a subir la cuesta, felicitándose por el éxito del proyecto; yo me quedaba entre los lugareños, haciéndoles fotos y aprendiendo sus cantos.

Aquella comunidad hacía de aquella representación, una auténtica fiesta. Por eso digo que el sueño fue muy, muy hermoso.

¡Por fin un sueño sexual!

buscaba algo suelto en el monedero...


de todo-todo, hay en la viña del señor

Anteanoche soñé... con "requisitos".

¿A quién se le ocurre, soñar con Requisitos?



No digo que haya que soñar con cúpulas doradas
con manantiales de luz... no al menos cada noche,
pero metidos en gastos, soñar al menos con desdenes, con argucias,
con subterfugios, con agañazas, con celadas,

o con precipicios por donde se despeñan los cuatreros...



Hace cuatro noches tan solo era yo el portero de un concierto de Los Ramones,
y casi me la doy con el todoterreno en la más tonta de las curvas,

(y esta misma noche había un gatito asustado maullando
y era sorprendente cuantas cosas llegaba a contar a su madre
con una sola palabra: Miau!
y una vez siendo muy joven, tuve un sueño extraño,
que sucedía en Torralba de Calatrava, ...o ese era otro?...)


Soñé ¡con requisitos!. ¡En fin!

¡Menuda decadencia!

lunes, mayo 03, 2010

de todo hay en la viña del señor

...cuando analizo mis motivaciones -respondió-
suelo incurrir en inexactitudes.
Una vez siendo muy joven, tuve un sueño extraño.
Sólo recuerdo que sucedía en Torralba de Calatrava,
provincia de Ciudad Real.
Fuí a consultar al traumatólogo y no me supo dar razón.
Desde entonces, me rijo por algunas normas sencillas
de mi propia cosecha...



(Eduardo Mendoza: La aventura del tocador de señoras. Edit. Seix Barral )