jueves, noviembre 29, 2007

ME CUENTAN:::




He tenido en estos días un disgusto: El aparato burocrático estatal me ha reclamado determinada documentación so pena de hacer peligrar la calificación de mi puesto de trabajo.
Tal reclamación, dicho sea, es tan estúpida como arbitraria, tan absurda como imposible de satisfacer; pero lo que aquí importa es cómo me la tomo yo. Me la tomo así: me siento apuntado por un cañón ciego a todo razonamiento, arrollado por una maquinaria irracional pero imparable, asustado y al mismo tiempo belicoso, despiertas en mí ansias de pelea, fantaseando con enfrentar, avergonzar y devolver a los corrales a esta amenaza.

Al despertarme tras una noche de insólito desvelo, recupero las imágenes
de la última cabezadita.

La mañana de un domingo, temprano y soleado. Poca gente por estas calles que sueño.
Frente a mí, un gran -pero gran, gran- parque de hierba verde y fresca.
Avanzo tranquilo por ese hierbín, y a lo lejos, veo un único grupo de personas:
parece una familia, cuatro o cinco miembros, vestidos de una manera algo estrafalaria,
pero sin llegar a lo grotesco.
Algo viene con ellos, entre ellos: algo grande, ¿un caballo? ¿una vaca?
algo entre lo uno y lo otro, algo bien grande, que camina a paso lento,
como "bovino".

Vaya, con lo grande que es el parque, parece que aquellos se están dirigiendo hacia mí.
Bueno, me digo, con desviarme un poco, me vale, al fin y al cabo esto es grande y yo solo estoy paseando...

Huy, parece que me está costando mover las piernas... qué fastidio. Venga, voluntad: este pié aquí, esta pierna allí... Voy a ver si me acerco a aquellos arcos que veo a mi izquierda y me pierdo por ellos. No es que tenga miedo, que se vé que es un bicho domesticado, pero me chincha que...

Vaya, según me muevo -con lo que me está costando, que casi es que me arastro, el bicho rectifica el rumbo y viene hacia mí. ¿Qué hace el dueño, que no lo guía en otra dirección?

...Ya, parece que el señor es el dueño, pero se vé que hasta cierto punto: finalmente, este vacaballo estan grande, tiene tal inercia, que el tío este más va arrastrado de la cuerda
que le une al bicho que conduciéndole. Y, claro, todavía no está digamos atacándome,
solo me enfila, pero me gustaría salir de su dirección... y no me puedo mover apenas...

¿Qué es esto que tengo en la mano? Ah, sí, es un alfiler. Un alfiler, grandecito,
como un buen clavo, pero muy afilado. Lo tenía en la mano todo el tiempo,
pero no me percataba de qué cosa fuese.
Un alfiler...

Pues como se me venga encima, se lo hinco en el morro!!! No tengo deseos de atacarlo,
por mí que se mueva en toda esta inmensidad de hierba, pero como me invada,
como me tope, como se meta conmigo, se lo hinco. ¡Vaya que sí!. En el hocico
de un caballaca, un alfiler tiene que doler mucho.
Aparta bicho, vete por ahí, que estoy armado!..............
en el sueño , durante todo este tiempo, no hablo. Pero me despierto con recrecidas ganas
de elevar la voz y empezar a tomar posición de comate, de contactar con otros perjudicados
por esta misma situación y tomar la iniciativa contra el absurdo. No estoy inerme: un alfiler puede poner en fuga a una mole de toneladas de peso.

¿Tendrá que ver mi situación y mi sueño? Usted, ¿cómo lo vé?

miércoles, noviembre 21, 2007

La Mosca que soñaba que era un Águila,

Había una vez una Mosca que todas las noches soñaba que era un Águila y que se encontraba volando por los Alpes y por los Andes.



En los primeros momentos, esto la volvía loca de felicidad;
pero pasado un tiempo le causaba una sensación de angustia,
pues hallaba las alas demasiado grandes, el cuerpo demasiado pesado, el pico demasiado duro
y las garras demasiado fuertes;
bueno, que todo ese gran aparato le impedía posarse a gusto sobre los ricos pasteles
o sobre las inmundicias humanas,
así como sufrir a conciencia dándose topes contra los vidrios de su cuarto.

En realidad no quería andar en las grandes alturas, o en los espacios libres, ni mucho menos.

Pero cuando volvía en sí lamentaba con toda el alma no ser un Águila
para remontar montañas,
y se sentía tristísima de ser una Mosca,
y por eso volaba tanto, y estaba tan inquieta, y daba tantas vueltas,
hasta que lentamente, por la noche, volvía a poner las sienes en la almohada.



Augusto Monterroso: La oveja negra y demás fábulas,

edit. Santillana, 2007, col. Punto de Lectura.

miércoles, noviembre 14, 2007

HE IDENTIFICADO EL ANTEPASADO DE ESTE BLOG

Encontré en Fnac -y se lo regalé de inmediato a mi novia- el "La vuelta al Mundo en Ochenta Días" de Julio Cortazar, en dos mini volúmenes, publicado y reeditado por SigloXXI.

En incontables ocasiones me había preguntado cómo podría hacerme con él, y he aquí que allí estaba, tal cual, mismo formato, mismas ilustraciones... Aunque, ¡un momento!, no del todo. Aquí , pag 114, vol II, hay páginas que no conozco. Bajo el título vuelta al día en el Tercer Mundo, hay páginas sobre VietNam y sobre niños de la calle venezolanos... que no estaban en la edición de 1970. Ergo...
¡Estaba Censurado! ¡La edición de siempre, estaba censurada! ¡Qué triunfo, qué homenaje para Don Julio! ¡Censurado, como cualquier Rojo de Mierda, como cualquier Masón, como un DisuelvePatrias! De verdad, me emocioné. Ganas me dieron de ir a su tumba -cuyo emplazamiento desconozco- y mostrarle las benditas pruebas de su definitiva reivindicación: "Cortázar, no sólo escribías como ninguno, sino que jodías como el que más!"

En fin, que me emociono... Volví a abrir las amadas páginas y al poco tuve la más irrebatible de las revelaciones: es allí, en esas páginas, donde bebe mi Blog las aguas de su método y su propósito.

En su día, treinta años hará, este libro fué para mí guía y oráculo, modelo y catálogo. Mamé de él la desvergüenza ante la contradicción, el abuso para con la sintaxis, la ternura contenida en el sarcasmo, el uso de las tijeras para alcanzar mediante el collage lo inalcanzable mediante la línea recta. El perder el tiempo como forma de señalar áreas de descanso, la despreocupación ante el aparecer pedante -aunque esta frase sea más bien de Miguel Espinosa-, la idéntica identidad entre lo SSSerio y lo CCCorriente... Y a citar, a citar con descaro, a citar como medio de expresión.

Pero, mucho más: de aquí extraje -literalmente de aquí- material de investigación para dos décadas de mi vida. Véase si no: Echando cimientos encima de Don Julio Verne, vino José Lezama Lima con su Paradiso, que me acompañaron por 12 años en forma de librería y por 20 en forma del mamotreto de Ediciones La Flor que me sirvió de almohada tantas veces. Sobre todo, sobre todos, Paradiso: José Lezama Lima, Fronesis yFoción, Oppiano Licario, Rialta, la abuela Munda yel tío Alberto Olalla, el Coronel, el Vasco, el crítico musical y el legionario romano...


Pero no sólo... Sir Georges Frazer y la Rama Dorada. Octavio Paz. Y Macedonio Fernandez. Y Thelonius Monk!!! Y Lester Young!!! y El Maestro y Margarita, ¡¡¡Y el Tristan Shandy!!! Y Marcel Duchamp, y Man Ray, y Leopoldo Marechal, y el mismísimo Jorgeluisborges...

(y El hombre Sin Atributos de Musil, y La Muerte de Virgilio de Herman Broch, que no alcancé a disfrutar ni a entender )

Y Luis Amstrong, Enormísimo Cronopio!!! Y... los incontables otros

Me sucedió para con estos libritos que los leí, los incorporé y partí en dirección a los rumbos que marcaban, y allí me los dejé, y se quedaron, como cáscaras de cigarras, vacías, olvidadas, mientras yo me alimentaba de los jugosisísimos frutos que allí hallé descritos; y sólo ráfagas de nostalgia me hacían recordarlo. Hoy,al volver a tenerlos, he sido consciente de lo profundamente que me marcaron y cómo los incorporé.

(a mi rara manera de pueblerino navarro, claro, ayuno de sus cualidades y con defectos del todo inachacables al texto original ni al espíritu del texto original)





y cómo este baul de saxtre que es el Blog de mis amores reproduce, siquiera esperpénticamente, la oblicua y sonriente manera de ser serio de Don,

Don,
Don
Julio Cortázar.

(¿Y, habla sobre los sueños? Pues no, no habla sobre los sueños, ya vé usted, aunque habla desde los sueños, con los sueños, bajo los sueños, contra los sueños, tras los sueños...

martes, noviembre 13, 2007

fragmentos

Nosotros decimos unas y otras cosas; percibimos desde ángulos diferentes; pensamos sucesivas respuestas. Esto es lo que reflejo en este Blog: dichos y escritos de algunos de nosotros, entre los que me cuento. A veces hablo por mi voz, otras a través de la voz de otros, pero en suma no hay nada en lo que ya he publicado que me sea extraño. Quiero decir: así soy, así somos, así soy.

Todos contamos nuestros sueños, y a algunos les da por zambullirse entre ellos y la vida para buscar conexiones. Explicamos, relacionamos, reverenciamos...

El lama que nos cuenta Norbu, tomó su sueño como un buen presagio, y me llama la atención lo claramente que lo dice. No lo tradujo; no era un lenguaje cifrado: funcionó como una apelación a algo que no fué intelectual, y que tuvo un claro componente emocional. Y aceptó ese impacto como un oráculo.

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Hace tiempo, -en fin!-, que proyecto un bloque titulado "¿Son cristianos los sueños?". La respuesta, claro, es que sí: mientras haya soñadores cristianos habrá circunstancias cristianas y sueños cristianos
(lo que pasa es que así dicho,"Los sueños son cristianos" me seduce como un título chusco.)
En el origen de este proyecto está el libro "La ayuda de los sueños en el crecimiento espiritual", escrito por Mariano Ballester, sacerdote jesuita y publicado por Sal Terrae. Un libro: interesante, bien escrito, junguiano, creyente y cristiano (quiero comentarlo más adelante, así como el de Castillo Colomer), que demuestra bien a las claras que los sueños son un excepcional ayudante para el crecimiento espiritual; vamos, que están ahí para eso..., y que, of course, Crecimiento Espiritual y Cristianismo son dos nombres para la misma avenida.

los ejemplos de sueños cristianos abundan. En la materia de Bretaña, por ejemplo, los caballeros de la Tabla Redonda soñaban con las virtudes teologales con las sutilezas de la escolástica y con monstruos sulfurosos que son, ¡vaya por Dios!, los judíos. ..

Y Nerea el otro día soñaba, a sus 9 años, con internet..., así que los sueños son prodigiosamente contemporáneos...

lunes, noviembre 12, 2007

vida de Milarepa




El Gran sabio y yogui Milarepa es una figura histórica de honda importancia entre las del budismo tibetano. La suya fué una vida espectacular, lo cual sabemos porque él mismo la dictó a sus discípulos antes de morir.


Liliana Cavani hizo sobre este asceta una película titulada Milarepa, y Alejandro Jodorowsky no camufla que es la fuente principal de inspiración para su relato de "El Lama Blanco", comic hermosísimo.


Habiendo sido de joven muy lanzado, crió mucho mal karma, con lo que requirió de la ayuda de un maestro muy especial para llegar a ser algo en la vida. El libro de los Cantos nos cuenta sobre todo la relación que se estableció entre Milarepa y Marpa, toda ella a base de coscorrones y humillaciones. A Milarepa le tocó esforzarse mucho, pero a Marpa no menos: hubo de convertirse en un personaje atrabiliario y detestable incluso para su propia media naranja, y más de una borachera se tuvo que provocar para poder recibir a su discípulo en un estado convenientemente incongruente, que era lo propio al empeño en marcha. En fin...
A menudo estuvo Milarepa retirado por las cuevas himalayas buscando la calma para su mente y la luz para su alma, y siempre que le escuchamos tenemos la impresión de que estamos con alguien que nos cuenta las cosas tal cual. En una de sus reclusiones, tratando de practicar el ejercicio del fuego interno nos cuenta que...

...después de lo cual pese a mi ahínco habitual en la meditación, veíame incapaz
de adquirir el dominio del beatífico calor corporal;
y al tiempo en que revolvía en mi imaginación qué mejor podría hacer,
tuve una noche un sueño en el que me vi arando un campo reseco,
y como no pudiera remover la tierra a causa de su dureza, pensaba abandonar mi labor,
cuando se me apareció viniendo del espacio el venerable Marpa, que me dijo:

- Hijo mío, prosigue con ahínco y diligencia, que alcanzarás a remover la tierra pese a lo dura que está.
Y teniendo a Marpa por guía, aré finalmente el campo. La tierra ablandada, dio una excelente cosecha. Ése fue mi sueño.

Al despertar me sentí muy feliz, mas dije entre mí:
“Si ni siquiera los estúpidos tienen por verdadera la absurdidad de los sueños,
¿habré de ser más estúpido que ellos y creer en sus mensajes?”.




Pg. 195. Vida de Milarepa. Versión de Iñaki Preciado. Edit Anagrama.

Namkhai Norbu rimpoche

...




Ya lo avisé hace algún tiempo: Norbu, el buen maestro, visita Barcelona muy próximamente.
(del 25 al 29 de noviembre).
De su libro "El cristal y la vía de la luz, publicado en Kairós y traducido por Elias Capriles, extraigo este texto, candoroso y escalofriante como el propio Norbu


"...mis padres ...contrataron los servicios de un monje para que realizara para ellos
una invocación de Tara durante un año entero pidiendo que, tras cuatro hermosas hijas,
les fuera dado un hijo varón. Una noche, ese monje, que también se transformó
en el tutor de mis hermanas, tuvo un sueño que interpretó como un signo auspicioso.

Soñó que una hermosa planta crecía justo enfrente de la chimenea de la casa de mis padres. La planta produjo una hermosa flor amarilla que se abrió y se hizo muy grande,
y el monje quedó convencido de que aquello indicaba el nacimiento de un hijo varón.

Más adelante, cuando nací, mis padres estaban tan contentos que sintieron
que yo era un regalo del cielo. En consecuencia me lamaron Norbu, que significa "joya",
y Namkhai", que significa "del cielo", o "del espacio";

Namkhai Norbu, que es el nombre que siempre he usado...

Cuando niño, con frecuencia soñé que viajaba a gran velocidad
dentro de lo que me parecía ser un tigre, una extraña bestia rugiente.

Nunca había visto un vehículo a motor, ya que entonces no había ninguno
en la parte del Tibet en la que vivíamos. Más adelante, por supuesto,
viajé en muchos automóviles, y entonces reconocí que era en dichos vehículos
donde me había encontrado en mis sueños.

Fué en mi temprana adolescencia,
cuando iba a caballo por la ladera de una montaña, que una noche,
al mirar la nueva carretera china que pasaba por abajo, vi camiones por primera vez.
El rojo de las luces traseras brillaba en los gigantescos camiones
que avanzaban con estrépito, y pensé que estos se encontraban en llamas.

También soñé con extraños objetos voladores encendidos que explotaban
causando una destrucción terrible.

Ahora sé que lo que vi eran los misiles que se estaban desarrollando muy lejos,

en otras partes del mundo, aunque por suerte,

todavía no he visto en mi vigilia

la guerra que vi en sueños cuando era niño"















martes, noviembre 06, 2007

Aprendiendo con sueños


+ En mi sueño me encontraba en el gimnasio de mi colegio, y mis amigos se iban ausentando y solo quedaban las chicas. Ellas se agrupaban, charlando, dedicadas a sus temas, y yo me veía callado. Había una rama en el suelo. Allí, junto a la rama me quedaba yo, e iba notando que no encontraba el momento de acercarme, de intervenir. Y me decía "¿qué me pasa? no suelo tener problemas para acercarme, no me veo tímido, pero ningún momento me resulta bueno para romper el silencio". Y saltaba sobre la rama.

*¿Puedes imaginar una nueva figura en el sueño? Imagínate a tí mismo, como que estás viendo la escena. ¿Ves a tu doble cómo está?

+Le veo agarrotado y nervioso.

*¿Quieres ayudarle a desatascarse? Te sugiero que le ofrezcas algo. Una cosa, una palabra o un gesto; algo que consideres que quieres darle. No te lo pienses demasiado: dale o primero que se te ocurra...

+ Me sale darle una colchoneta.

* A ver, ahora me dirijo de nuevo a tí, pero al tí del sueño, ¿vale? Te da una colchoneta. ¿Te dice algo?

+ Sí. La acepto y la acerco a donde están las chicas apilando colchonetas.

*¿Y...?

+ ya está bien, ya está la cosa en marcha, ya alguna me dice algo y contesto y ya no me siento atascado

* Tal vez puedas acordarte de esto cuando, algún día, te veas en esas. Recuerda: si el pensamiento te atasca, no cuentes solo con más pensamiento para desatascarte, que no siempre te va a funcionar. Por ejemplo, echa mano de algo, de lo primero que se te ocurra, aunque no parezca lógico, como la colchoneta en este caso. Y, a menudo, ese gesto abrirá la situación y dejarás atrás el atasco.