viernes, noviembre 17, 2006

EL SUEÑO DE RAQUEL

Soñé que, soñando, estaba para entrar en uno de los paisajes en los que suelen suceder mis sueños, unos paisajes que no creo haber visto jamás. Un lago. Y entonces, ante mis ojos, el agua desaparece y deja ver lo que había debajo: el prado de los burros, el que estaba detrás de mi casa cuando era niña.

Y eso sucedió una y otra vez. El templete, el embarcadero del río… se recogían ante mí y me dejaban ver las vías del tren de la Francoespañola, el camino… unas montañas se deshinchaban y eran un sendero. Hasta diez veces. Y en el centro de todo aquello, como el centro de un cuadrado, la casa de mi niñez.

Me sentía tranquila, y contenta de comprender. Y todo era muy nítido, muy claro. Y todo era exactamente como era entonces, con las casas de entonces.

pocos dias mas tarde, volví a soñar en uno de aquellos escenarios, y todo había vuelto a revestirse de las formas acostumbradas: el lago cubría el prado, las montañas se alzaban en el lugar del sendero...

Titulo el sueño “Todo estaba allí”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Howard Philips Lovecraft narró una experiencia semejante en un largo relato: En busca de la ciudad del sol poniente.