Releyendo, encuentro esta reflexión que bien podía haber firmado fritz Perls bastantes años más tarde.
Perls siempre confió en haber "descubierto, que no inventado". Su deseo era haber dado con algo que siempre estuvo ahí, "como cierta cñlase de líquenes, que pueblan el paisaje desde hace millones de años pero no tienen todavía un nombre científico".
Este autor al que editó sir Arthur Avalon concluyó, desde la tradición de los tantras, y a partir de la suma armónica de observación y filosofía, una forma de considerar los sueños en todo pareja a la que propone Perls.
Me encanta!...
PRINCIPIOS DEL TANTRA: Pandit Siva Chandra Vidyárnava
Hhattacharya, Anthur Avalon.
Edit. Kier, Buenos Aires 1981.pag 204.
“El Antakharana es cuádruple (1), a saber: Manas, cuya
función es la duda; Buddhi, cuya función es la incertidumbre; Ahankara, cuya función
es el egoísmo y Citta, cuya función es la rememoración.
¿Qué recordará citta? No podrá recordar sino lo que ha sido
registrado por los sentidos y percibido por la mente. A menos que haya sido
percibida una vez la rememoración de una cosa es imposible.
Aquí puede objetarse…
Que las personas perciben en sus sueños el Cielo, (el
paraíso), lugares de peregrinación y las formas refulgentes de Devas y Devis
(divinidades) que nunca vieron antes.
¿Cómo pueden
reflejarse estas cosas en el ojo de la mente sin que primero las haya visto el
ojo físico?
Esta objeción carece de fuerza, porque todas las cosas que
se perciben en sueños son mentales. Durante
el sueño, todos los sentidos se
desactivan, permaneciendo consciente sólo la mente. En la representación
onírica la mente es el único actor, de modo que.
Sea lo que fuere lo
que se presente, los actos y escenas de esa obra son sólo el juego
de un solo actor que asume diferentes personajes. Leones,
tigres, víboras, osos, esposa, hijo, amigo
y sirviente, cielo e infierno y
todas las cosas de esa índole que se ven en sueños no son sino
transformaciones del antahkarana.
Cuanto la mente vio, escuchó o pensó en cualquier momento,
permanece grabado allí como marcas sobre una piedra. Por varias razones, en el
sueño desaparecen las subsiguientes impresiones sobreimpuestas, dejando al
descubierto ante la vista las marcas anteriores. Cuando se levanta el telón
externo, se patentiza la escena interior.
…aquí solo diremos que la mente es la constructora del Cielo
que se ve en sueños, cuando no trabaja con la ayuda de los sentidos, sino que
solo trabaja con el auxilio
de materiales que
ella percibió antes. Es con esos materiales que la mente construye
en sueños sus
escenarios y sus personajes.
Entonces, la mente, sin la ayuda del ojo ni del oído juega
con semejantes cosas,
como si el ojo o el oído las hubiesen visto u oído, pero con ésta diferencia: que poniendo en
contacto una cosa con otra previamente percibida, hace aparecer a ambas de
forma diferente a su forma real. Es verdad: vemos en sueños el Cielo, pero (…)
si no hubiésemos siquiera oído hablar de la belleza del
Cielo y grabado tal cosa en nuestras mentes, la idea de “Cielo” no estaría
dentro de nosotros y sin tal idea no habríamos visto en sueños” el Cielo”. Son
las impresiones anteriores, causadas
por lo que percibimos
las que nos hacen ver imágenes oníricas. …
Los palacios, los templos que vemos son solo reflejos,
adornados por la mente de distintas formas, de algo que hemos visto. Si vemos
una ciudad brillante, es porque
la mente ha untado
para nosotros un brillo y una ciudad que alguna vez percibimos.
Siempre han existido los bosques tupidos, llenos de animales
de presa; hoy la mente
me coloca en este
bosque, frente a este tigre. En esto solo ha de verse la maniobra
de la mente, el misterio oculto del drama, la característica
de los sueños…”
(1).- Antahkarana: Es el Ego, en general; es uno solo, aunque contiene
funciones diferentes.