miércoles, enero 11, 2012

Pesadilla en Egipto

    
 Fusilo este relato de   http://clio.rediris.es/articulos/egiptoinsolito.htm   donde viene un interesante exposición de documentos egipcios sobre el soñar (el Papiro Chestrer Beatty III en especial).

" Conservamos un magnífico relato de pesadilla en el antiguo Egipto. Se localiza entre los episodios de la vida del héroe novelesco Setne, escritos en demótico en época de la dinastía griega de los ptolomeos (cuyo último vástago fue Cleopatra). Este Setne es la recreación literaria tardía (época grecorromana) de un personaje histórico, un hijo de Ramsés II ilustre por su afición a la magia y a la sabiduría. El episodio en cuestión es un mal sueño inducido por Thot para castigar a Setne por haberse procurado un libro secreto sobre el que pesa un fuerte tabú.


        Setne soñó un día que paseando por la avenida del templo de Ptah en Menfis encontraba a una mujer bellísima. El deseo de poseerla le inflama y sin rodeos se dirige a ella para proponérselo a cambio de diez monedas de oro. Ella responde:
 
   —Soy una sacerdotisa, no una cualquiera. Si quieres hacer conmigo lo que deseas, ven al templo de Bastet, a  mi casa donde hay todo ajuar, y harás lo que deseas conmigo sin  que nadie del mundo me encuentre. No me comporto como una plebeya  en la calle.
Setne dijo: es justo, y no dudó en ir al templo de Bastet. Encontró una casa muy alta con un  muro alrededor, que tenía un jardín al norte y un embarcadero a la entrada. Setne preguntó: ¿De quién es esta casa?. Le dijeron: Es la casa de Tabubu. 

                Setne atravesó la puerta y dirigió la vista a la casa del  jardín. Avisaron de esto a Tabubu, y ella bajó, tomó la mano de  Setne y le dijo:
¡Por la salud de la casa del profeta de Bastet, señora de  Anejtauy, a la cual has llegado! ; me será muy agradable que subas  conmigo.
                Setne subió la escalera de la casa junto a Tabubu, hasta  alcanzar el piso superior de la casa, que estaba limpio y regado  con agua, y su pavimento regado era de auténtico lapislázuli y   de  auténtica malaquita. Allí había muchas camas cubiertas de  tela preciosa y sobre la mesa había muchos vasos de oro. Pusieron incienso en el quemador y llevaron ungüento del que usa  el faraón. Setne pasó un día feliz con Tabubu, pero no veía aún  su aspecto. Setne dijo a Tabubu:
 —Hagamos aquello por lo que hemos venido aquí.
                Ella le dijo:
—Estás próximo a satisfacer tu deseo, pero yo soy una sacerdotisa, no una mujer  cualquiera. Si quieres hacer conmigo lo que ansías, me tienes que  hacer un escrito de alimentos y una cesión de todo cuanto  poseas.
                Él dijo:
   —¡Que traigan un escriba de la escuela!.
                Lo trajeron inmediatamente y Setne le hizo redactar un  escrito de alimentos y una cesión de todo cuanto poseía. Avisaron a Setne:
   —Tus hijos están abajo
                Él dijo:
 —Hacedlos subir
                    Entonces Tabubu se levantó y se vistió con un vestido de tela  preciosa; a través del cual Setne podía ver todos sus miembros.  El deseo que sentía se hizo mayor que antes. Setne dijo:
 —Tabubu, permite que haga aquello por lo que he venido aquí. Pero ella dijo:
 —Estás próximo  a satisfacer tu deseo, pero yo soy una  sacerdotisa, no una mujer cualquiera. Si quieres hacer conmigo lo que ansías, deberás hacer que tus hijos firmen mi documento para  que no lleguen jamás a litigar con mis hijos por tus bienes. Setne hizo subir a sus hijos y les hizo firmar el documento.

Entonces Setne dijo:
 —A ver si puedo hacer aquello por lo que he venido aquí
                   Pero ella le dijo:
  —Estás próximo a satisfacer tu deseo, pero yo  soy una  sacerdotisa, no una mujer cualquiera: si quieres hacer conmigo lo  que ansías, deberás hacer que maten a tus hijos, para que no  lleguen jamás a litigar con mis hijos por tus bienes.
                 Setne dijo:
  —Que les hagan la atrocidad que te ha venido a la mente. Mataron a sus hijos delante de él y les arrojaron a la calle  desde la ventana, a los perros y a los gatos, para que comieran  sus cadáveres, y él lo oyó mientras bebía con Tabubu.
                 Entonces dijo Setne:
 —Tabubu, hagamos aquello por lo que hemos venido aquí; he  hecho todo lo que has dicho.
                 Ella le dijo:
 —Ven a esta habitación.
                Setne fue a la habitación y se tumbó en una cama de marfil y  ébano y su deseo hallaba cumplimiento: Tabubu se acostó junto a  Setne, y él alargó el brazo para tocarla. Pero entonces ella  abrió su boca hasta el suelo con un gran grito y Setne se  despertó como si estuviera dentro de un horno.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=1MDlMdu2gjw

milagro en escena


kLMIDAD

Anónimo dijo...

ME RECORDASTE

Me recordaste la Nostalgia
y ante mis ojos
mi corazón latió
recordando aquel hermoso
Amor,
aquellos días en que la alegría
inundó mi vida.

Me recordaste la Nostalgia
noches repletas
de música, de bailes
en que me quedaba dormida
en tus brazos
mientras la luz de la luna
nos envolvía.

Me recordaste la Nostalgia
tus labios susurraron
lo que tanto ansiaba
escuchar mi Corazón
mi rostro de nuevo se iluminó
porqué llego
una Estrella Hermosa
que me brindaba
su Amor...