lunes, marzo 12, 2012

Moebius y el Incal



 


Divina Comedia, Inferno: Canto I. 

Habla John Difool, detective privado de clase B, con despacho en Ciudad Rosa.

 

Nel mezzo del cammin di nostra vita

mi ritrovai per una selva oscura

ché la diritta via era smarrita...







Con esta viñeta comienza "El Incal Negro", el primer volumen de la serie "El Incal", de Jodorovsky y Moébius. Costaba 400 ptas.



Ese primwer volumen apareció en 1983.
En 1989, seis álbunes más tarde, termina con esta viñeta "Planeta Difool", sexta parte de la serie del Incal.
Costaba ya 675 pts.

No me queda sino encomiar la obra y avisar a quienes todavía no la conocen. Muchísimo que disfrutar y mucho para pensar...








4 comentarios:

Emilio Blázquez dijo...

Francis, me sumo al recordatorio que haces de Moebius y a su excelente obra el Incal, donde con Jodo describen las distintas etapas del antihéroe que resonarán a todos los buscadores y aventureros.

Paul dijo...

Por cierto Francis, leyendo a Píndaro me he encontrado un sueño incubatorio. Aparece en la Olímpica XIII, si no recuerdo mal. En este sueño Belerofonte recibe de Atenea el invento del freno (las bridas) siguiendo las instrucciones de un adivino. Las usa para montar en Pégaso y vencer a la Quimera y otros monstruos.

Un saludo!

Francis Elizalde dijo...

Paul, ¿me puedeas hacer llegar ese fragmento de Píndatro, por favor?
Gracias, majo
francis

Paul dijo...

OLÍMPICA XIII (464)

A Jenofonte de Corinto, vencedor en el estadio y en el pentatlo.
[...]

Aquél [Belerofontes] había soportado en verdad antaño/ muchas penalidades, en su afán por uncir/ a Pégaso, hijo de la ofídica Górgona, cerca de la fuente,/ hasta que la doncella Palas le llevó/ la áurea diadema de las bridas, y del ensueño al punto/ surgió una visión real; y ella le dijo: <<¿Duermes, rey eólida?/ Toma, acepta este ecuestre encantamiento/ y muéstraselo al padre Domador mientras le sacrificas un/ toro blanco>>./ Tales son las palabras que la doncella de oscura égida/ le pareció que le había dirigido en las tinieblas/ mientras dormía; de un salto enderezó sus piernas./ Tomó en sus manos el prodigioso objeto que a su lado estaba./ Alegre fue a buscar al adivino local,/ el hijo de Cérano, y le expuso la conclusión de todo el/ suceso:/ cómo sobre el altar de la diosa/ se había acostado durante la noche/ de acuerdo con su oráculo y cómo en persona/ la hija de Zeus, el del rayo por lanza, le había proporcionado/ el áureo objeto domeñador de impulsos. / Obedecer cuanto antes al ensueño/ fue su consejo y, cuando al poderoso/ sostenedor de la tierra hubiese sacrificado un animal de fuertes pezuñas,/ levantar enseguida un altar a Atena Ecuestre./ El poder de los dioses hace que se culmine ligera/ una empresa que sobrepasa al juramento y la esperanza./ Así fue como el valeroso Belerofontes,/ enardecido, tensando/ alrededor de la quijada el calmante remedio, sujetó/ al caballo alado. [...] (etcétera)

(Píndaro - Obra completa, Editorial Cátedra, 2008)

Saludos!