viernes, marzo 30, 2012

 He recibido un comentario que quiero compartir y aprovechar. Allá va.
Anónimo Anónimo dijo...
otro sueño:   Me dirijo a casa con amigos y amigas,(aquella casa de veraneo, que nos vio crecer, a veranos de besos, a estudios, sol playa...de niño a adolescente a joven a adulto...ays...) uno de ellos se queda en el parking y cómplice le digo: "los pequeños detalles son lo que es la hostia!" y reímos.
entro al portal y por el pasillo agarro a la srta. Milagros por el hombro ante lo que gira su cara y la observo sonriendo con nocilla por los morros (...mmmm....) ante lo que expreso: Mila! tú siempre con nocilla o con el cigarro en la boca....jajjajaja!
entramos al ascensor junto con otra srta cuya cara no me suena pero de cuerpo interesante...subimos , subimos....y zas!
comienza a caer el ascensor tras un ruido ensordecedor...
debe ser un piso 100 desde el que caigo pues la velocidad y duración esta siendo verdaderamente largo en el tiempo, angustia, sí unos segundos...
pero tras sentir mi cuerpo tenso agarrado a las paredes del ascensor haciendo fuerza sobre el techo, compensando la fuerza gravitatoria del caer, pienso, reflexiono...
-como dicen los sabios...mejor me abandono...
si voy a morir en unos segundos, lo acepto y con disposición curiosa espero...
suelto mi cuerpo, no hay tensión y me dejo flotar, sin apoyo en las paredes, sin fuerza. experimento la sensación, ya no hay angustia, no hay presión en mis músculos...ahh mejor... y ahora?

no pasa nada. el ascensor disminuye la velocidad poco a poco...
despierto. acelerado sí pero con todo lo demás también.
y así es mi vida ahora.

PD: algo de sueños lúcidos? a ver...algo interesante que leer, algo para compartir Francis?
Ander

  Estimado Anónimo:

Mil y una gracias por ese sueño!. además del gesto de compartir, que me satisface tanto, está el interés intrínseco del sueño: eso que sube, y de pronto cae, y en el larguísimo tiempo de esa caída de segundos, da lugar a una reflexión, una reestructuración corporal, un cambio de estado...

Estoy desorientado y al mismo tiempo saturado del tema de los sueños. Mañana mismo doy un taller en gasteiz, y me acuesto con un libro "El significado de los sueños", de W. Kemper, escrito en 1955 y traducido y editado en Alianza el año 69; es obra de uin psicoanalista ortodoxo que, 40 años más tarde, relee a freud y se esmera por hacerlo comprensible y por "aligerar la salsa", como hicieron los cocineros de aquella Nouvelle Cuisine: ¡Menos nata, por favor!.
Relaté tiempo atrás un sueño que tuve una vez en el que caía por un tobogáán  vertiginosamente, y que hacia el final se franaba suavemente y por milímetros, con infinita precisión, me dejaba en el suelo sano y salvo. Solo que en aquel momento yo estaba convencido de que todo en mi vida -en el sueño y fuera de él- propiciaba el descarrilamiento absoluto, y fué el sueño mismo el que me hizo saber que existía una salida... y eso fué exactamente lo que pasó. tu sueño y el mío tienen mecánicas semejantes al servicio de mensajes distintos.
...si es que hay tal cosa como mensajes en los sueños -dice mi escéptico interior, siempre zumbando-. Si es que hay Sueños, y no únicamente Soñadores...
Y este motivo de reflexión y discusión, que no otro, es el motivo de todo este santo blog


No tengo experiencia suficiente con los sueños lúcidos. Lo que más a menudo me he encontrado es gente no tan lúcida intentando que no solo su vigilia sino que también su dormir digan lo que ellos se empeñan en decir; vean la vida tal y como ellos la conciben. No diría yo que sea una actividad peligrosa, pero suele sonar como chapotear en el mismo charco pero más rato, más sesuda,mente, con "más opciones de adquirir... Poder". En fin.
Conozco excepciones brillantes -empezando por Jodorovsky y Carlos Castaneda, y otro Carlos que me sé yo; y Jung, con sus fantasías semioníricas...-, que trabajan los sueños lúcidos al mismo tiempo que bregan por la auténtica lucidez en el día a día, pero entonces la parte soñada viene a ser como un correlato de la otra. No tengo, la verdad,  nada valioso que aportarte al respecto.
"El mundo bajo los párpados", de Jacobo Siruela, es un libro bien entretenido sobre estos asuntos; "El cuerpo que sueña", de Arnold Mindell, un libro interesante y aprovechable para psicoterapèutas. Y "los 13 sueños que Freud nunca tuvo", de J. Allan Hobson es una introducción a la versión "neurociencias" del dormir y el soñar que a mí me gusta más que ninguna otra.



1 comentario:

Emilio Blázquez dijo...

Hola Francis, sobre los sueños lúcidos tengo un libro donde te indica ejercicios para poder tenerlos : EL SUEÑO LÚCIDO de Consuelo Barea (Editorial Océano, S.L., 2002). Luego hay otro libro de Jodorowsky, LA DANZA DE LA REALIDAD (Siruela), donde en el capítulo El sueño sin fin habla ampliamente sobre sus sueños lúcidos. Abrazos.