Lunes 25 de noviembre de 2012. Llego de vuelta a casa tras
los festejos del 80 cumpleaños de Claudio Naranjo. Ordeno las cosas, y aparecen
sucesivamente: el número de Noviembre de 2012 de la revisita
Investigación y Ciencia, que contiene un
artículo de James Valhos –“Delitos oníricos”- acerca del cerebro soñador y el
libro El Yoga de los Sueños, de Tenzin Wangyal Rinpoche, regalo de Ana Wainer,
psicóloga de nacionalidad argentina que me lo regaló mientras que yo le
regalaba a ella “El alma romántica y el
sueño”, de Albert Beguin. Además de esto, me traigo el amistoso encargo
de enviar a Luis Fernando Cámara y a Eduardo Guedes notas sobre el sueño y los
Senoi; cuando abro el correo del ordenador para cumplirlo, veo un mensaje,
firmado Iñigo Saez Uribarri que me envía un artículo que titula /.000 sueños y
unas gafas glosando la Hipótesis Teoría de
continuidad del sueño.
Todo lo cual me parece suficiente estímulo e indicio como
para ... ¿para qué exactamente?
1 comentario:
Y menos mal que soñamos...
Un abrazo Francis
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