viernes, septiembre 26, 2008

He dicho.




No quiero saber más, nada de sueños.
Tengo una espina clavada, de pescado,
En un lugar detrás de mi garganta.
¡Que detengan el tiempo, que me bajo!

Soñé con un cristal inmaculado
Y una luz de cristal, y alguien me daba
Sin permiso ninguno, abruptamente,
Noticias tristes de mi pobre hija.

A quien me lo interprete, le abro el cráneo.
(Juan de Mena: El Rimado de Palacio )



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