viernes, noviembre 21, 2008

Del sueño vigil según G. .-1

María M. dice que mirará qué he dicho acerca de Gurdjieff. Y luego me dirige a cierta página de su edición de "El retorno de los Brujos" donde se alojan sueños interesantes.
¡Ay!, El retorno de los brujos! Jacques Bergier y Louis Pauwels. Allá por los 1970, Angel María Salaverría Garnacho un veraneante donostiarra en mi pueblo, amigo inolvidable y, a muchos efectos, hierofante y psicopompo de mi primera juventud, me puso sobre esta pista.
¡Ay, cómo me enganché a aquel libro de Plaza y Janés! ¿Cuantas veces lo leí, cuantas vueltas le dí, cuantos indicios allí señalados escruté en los años siguientes? Algunos llegaron hasta la mismísima era de Google: busque quien quiera la meseta de Marcahuasi en los buscadores y se encontrará con ... con una pista que no llevaba a parte alguna... excepto a cierta exaltación poética... o así.
Pistas de extraterrestres, de Centrales Universales de Energías, de Maestros de la Era, la Ordo Templis Orientalis, Charles Fort, Fulcanelli... a mis ojos juveniles, Griales, y a mis ojos un pelín más viejos, simples paneles pintados que nada costaba atravesar y dejar atrás, pero que, de alguna manera, actuaron como señalizaciones de una ruta donde siempre pone: "Si sigues queriendo buscar, ¡tienes ruta pa´ rato!".
Para no decir "libro seminal", diré que para mí fué, indudablemente, un texto semillístico.
Entre las pistas, algunas permanecen: Jorge Luis Borges, Gustav Meynrick, René Guenon en lo literario. Y, por primera vez, el nombre y las palabras de Georges Ivanovich Gurdjieff.
..En fin, snifff...

Total que en mi edición no estaban aquellos sueños en tales páginas. Pero, tras años , volví a tener el libro en mis manos, y fuí a mirar qué decía por aquí y por allí.
Y caí en lo que decía Gurdjieff.

Decía esto:

"Para comprender la diferencia entre los estados de conciencia, es preciso que volvamos al primero, que es el sueño. Es éste un estado de conciencia totalmente subjetivo. El hombre queda sumido en sus sueños y poco importa que conserve o no sus recuerdos. Aun en el caso de que algunas impresiones reales lleguen hasta el durmiente, tales como sonidos voces, calor, frío
y sensaciones de su propio cuerpo, sólo provocan en él imágenes fantásticas.
Después el hombre se despierta. A primera vista, es un estado de conciencia completamente distinto. Puede moverse, hablar con otras personas, hacer proyectos, ver los peligros, evitarlos, y así sucesivamente.
Parece razonable pensar que se encuentra en una situación mejor que cuando estaba dormido. Pero, si calamos un poco más hondo, si arrojamos una mirada a su mundo interior, a sus pensamientos, a las causas de sus acciones, comprenderemos que se halla casi en el mismo estado de cuando dormía. Incluso peor, porque , durante el sueño, permanece pasivo, lo que equivale a decir que no puede hacer nada. Por el contrario, en el estado de vigilia puede actuar continuamente, y el resultado de sus acciones repercutirá sobre él y sobre los que le rodean. Sin embargo, no se acuerda de sí mismo. Es una máquina, todo le viene de afuera.

No puede detener la corriente de sus ideas, no puede dominar su imaginación, sus emociones, su atención. Vive en el mundo subjetivo del “yo amo”, “yo no amo”, “esto me gusta”, “esto me disgusta”, “deseo”, “no deseo”, es decir, en un mundo hecho de lo que cree amar o no amar, desear o no desear.. No ve el mundo real. Se lo oculta el muro de su imaginación.
Vive en el sueño. Duerme. Y lo que llamamos “conciencia lúcida” no es más que un sueño... y un sueño mucho más peligroso que el de la noche, en su lecho.
...¿Cómo despertar? ¿cómo librarnos de aquel sueño? Estas preguntas son las más importantes, las más vitales que pueda formularse un hombre.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Leo tu blog y entiendo y vivo la dualidad. Hoy tuve un sueño que deseo que suceda y puede que sea posible pero mi "consciencia" no me deja ver el camino para llegar a el. Preguntas, dudas, lees y sobretodo planteas el como llegar... No sé la clave, igual es el sueño, igual la lectura.... igual el panadero de debajo de mi portal o igual nadie me la puede dar. Creo que hay alguien que me la puede dar y se que está ahi, ¿donde?.
Para mi los sueños son eso, claves pero no sabemos ver mas alla de la imagen que recordamos de ellos. No quiero lucidez solo sueño.

Francis Elizalde dijo...

Si es una clave, ¿quién la ha encriptado así?
¿Quién ha tomado algo real tuyo, lo ha revestido con formas que te impiden reconocerlo como tuyo?
¿Quién es el "clave-ador?
Ël, él, él y solamente él es quien tiene la clave de la clave. El Dueño de las Claves.

Cada día, 6.000.000.000 de personas tienen -dicen los médicos que lo estudian- una media de 4 episodios de sueños cada uno. 24.000.000.000 de sueños; de claves.
Un curro. El jodido "clavero", el jodido encriptador, se merece el sueldazo que le deben pagar, ¿eh?

O eso, o es un fenómeno haciendo claves...
o no hay ta, sino que cada uno es su propio encriptador y sólo él es la clave de su clave...
o no es algo seguro que los sueños sean tal cosa como claves...

En todo caso, se dejan utilizar como herramientas ara poner en marcha el pensamiento, ¿eh?

A ver cómo haces ara que ese sueño devena realidad!

Anónimo dijo...

"En el claro de la luna"
Silvio Rodriguez (1973)

http://www.youtube.com/watch?v=zrE3IZhyHkA&feature=related

En el claro de la luna
Donde quiero ir a jugar
Duerme la reina fortuna
Que tendrá que madrugar
Mi guardiana de la suerte
Sueña cercada de flor
Que me salvas de la murte
Con fortuna en el amor
Sueña, talismán querido
Sueña mi abeja y su edad
Sueña y, si lo he merecido
Sueãn mi felicidad
Sueña caballos cerreros
Suéñame el viento de sur
Sueña un tiempo de aguaceros
En el valle de la luz
Sueña lo que hago y no digo
Sueña en plena libertad
Sueña que hay días en que vivo
Sueña lo que hay que callar
Entre las luces más bellas
Duerme intranquilo mi amor
Porque en su sueño de estrella
Mi paso en tierra es dolor
Más si yo pudiera serle
Miel de abeja en vez de sal
A que tentarle la suerte
Que valiera su soñar
Suéñame, pues, cataclismo
Sueñe golpe largo y sed
Sueñe todos los abismos
Que de otra vida no sé

Anónimo dijo...

SIGUE....

Sueñe lo que hago y no digo,
sueñe en plena libertad,
sueñe que hay días en que vivo,
sueñe lo que hay que callar.

Sueñe la talla del día,
del día del que fui y del que soy
que el de mañana, alma mía,
lo tengo soñado hoy.

Francis Elizalde dijo...

con tu permiso, esta preciosidad se merece una entrada para ella sola. Le reservo sitio y te citaré.
Gracias, Anónimo!.
Francis

Anónimo dijo...

francis, soy arrate, de formacion..
un abrazo!!

yo