lunes, noviembre 10, 2008

Kung Fu Tseu

En una biografía de Confucio escrita por Richard Wilhelm y editada haca mil años por Alianza has dos episodios en los que se deja ver la importancia que aquel gran educador les daba como guías y como diagnósticos de su integralidad. Ahí van:


“El gran maestro, en una época triste, exteriorizó esta queja: “Voy para abajo (en otra versión: ¡qué decadencia!) Hace mucho que no he visto en sueños al príncipe de Tschou!” (El Príncipe fué uno de los Gobernantes de los tiempos antiguos de los que aprendió para refundir su propio sistema: el más joven, el más modesto y a quien más trató Confucio de parecerse.)
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"Al comenzar el verano del año 479 concluyó la vida terrenal del maestro. Algunos sueños
que había tenido y en los cuales se veía a sí mismo sentado en el templo entre pilastras rojas,
le prepararon para el acontecimiento. Dícese que una mañana se levantó temprano y arrastrando su bastón, estuvo paseando por el patio arriba y abajo. Al mismo tiempo cantaba:

“El Monte Taishan se derrumba,
la viga se rompe,
Y el sabio termina su vida”.


Luego se sentó silencioso en su habitación. Preguntado por Tsï Kung acerca del sentido de su canción, refirió su sueño. Luego agregó:
“No surge ningún rey sabio. ¿Quién habría de escucharme? ¡Tengo que morir!”

Después se acostó en la cama, y tras una enfermedad que duró siete días, murió.

Está enterrado en el cementerio familiar de K¨üfou.
(Fotografía: El Monte Taischan).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sueños para ti en 'El Retorno de los Brujos'. En mi edición en la página 413.

Comentado el de Niels Bohr que dio lugar al modelo atómico. Uno de Auguste Kékule para la teoría de la estructura. Uno de Bell también.

Te dejo la referencia.
Besos :)

Anónimo dijo...

De los animales de sangre fría el camaleón es el único que sueña.

Más tarde vengo a leer lo que tienes de Gurdjieff