viernes, abril 03, 2009

Don Rogelio de La Bastida (alias Roger Bastide)

"Siempre sentí interés por mis sueños.

Y siempre lamenté que no existiera la biografía del hombre nocturno, ya que hay tantas que se refieren
a hombres diurnos. Porque hay sueños que se repiten, e incluso los hay que prolongan su tema de una noche a otra, como si nos bastase quedar dormidos para que un sueño ya comenzado se reanude
a partir del punto en el que lo dejamos la noche anterior, cual si se tratase de una película de episodios.

Yo he llegado al extremo de tener un sueño dentro de otro sueño, con lo cual quiero decir que me he soñado dormido y soñando otro sueño.

Y muchas veces me entretuve en dirigir mi pensamiento onírico, tanto a partir de alucinaciones hipnagógicas como en persecución de una pesadilla que me despertaba y de la cual, pese a todo, me interesaba "saber cómo seguía", "cual iba a ser el final" de la aventura (para realizar tales propósitos ejercitaba sobre ellas un cierto control, que era, entiéndase bien, un control a medias, no sé si porque el sueño debilitaba mi voluntad o porque, en última instancia, lo imprevisto me resultaba siempre más atractivo.

De todos modos, nunca pude consumar el deseo de escribir mi autobiografía nocturna porque nunca pude vencer la pereza que me inspiraba la idea de levantarme para tomar apuntes en plena noche. Y así he dejado sin documentar mi historia de fabricante de fábulas, cuyas briznas calcinadas flotan por un solo instante en mi vida diuirna -el tiempo indispensable para darle cierto gusto a ceniza-, antes de evaporarse para siempre..."
R. Bastide. "El sueño, el trance y la locura". pag 11. Amorrortu editores
Retrato onírico del joven Roger Bastide titulado "Lozanía".
Por Yixiazi Flickr.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que pausa tan larga... espero andes bien... acostumbrada a leerte, te echo de menos,
un abrazo

Francis Elizalde dijo...

gracias por el cuidado. estaba de vacaciones. y también descansando un poco del teclado, que últimamente me he esclavizado un tanto de tal trasto...
va por usté
francis