domingo, febrero 12, 2012

¡¡¡ BAYA SEMANITA VI !!!



Los padres, los aitas de la clase de la escuela adonde van nuestros  hijos   hemos decidido, forzados por las circunstancias más trágicas, hacer frente juntos a la situación, que es de conflicto armado, de catástrofe natural, de fuego de armas y fuego de incendio y fuego de volcán... Tan dura es la cosa que somos conscientes de que muchos morirán en la jornada. Para que nadie se sienta solo ni nadie se eche atrás en aquello que le toque afrontar, afirmamos entre nosotros un pacto: al final de la batalla, todos nos daremos muerte. Nos hacemos conscientes de que, por así decirlo, ya estamos muertos: esa conciencia puede que nos dé el arrojo y las fuerzas necesarias para afrontar lo que nos espera.



Nos dispersamos en pequeños grupos por las laderas y cumplimos, entre gravísimos riesgos, con las distintas fases de aquel rescate desgarrado: está en juego la supervivencia de nuestras familias y de la comunidad misma. Hay actos de valor y de heroicidad inusitados, hay astucia, hay buena suerte, y al cabo, nos encontramos entre las ruinas los supervivientes. Conjurado el peligro, empieza a cumplirse el pacto, y uno tras otro los compañeros tomas machetes y se degüellan de un tajo.

Yo sé que mi hora ha llegado, y estoy asombrado de cuan cerca está mi muerte estando tan vivo como me siento, pero acepto mi destino... solo que voy posponiendo mi turno. Me digo que quiero despedirme en condiciones, de tanta gente que quiero que sepa que estuvo en mi pensamiento hasta el último momento.... y me meto en una papelería, donde hay mucha gente antes que yo, a comprar un papel bonito, rojo quizás... y un rotulador de punta muy gorda, que no voy a escribir una carta, sino un cartel que dejaré junto a mi cadáver... y voy pasando el tiempo, y entretanto van llegando las familias de todos y... al cabo, no me suicido. Me voy mansamente con los míos.

Nadie me recrimina, nadie me habla de aquel pacto: hay demasiada presencia en el ambiente. Pero aunque nadie me recrimina, en sucesivas escenas ulteriores, yo hablo conmigo. No me recrimino: ¿a quién, me digo, hubiese ayudado mi muerte? ¿Qué se habría ganado con ella? No pido reconocimiento: cumplí con mi deber como el que más, y ahora, cansado, ayudaré en la reconstrucción... pero... pero va ganando espacio en mí la impresión de que el tiempo irá deteriorando la situación; el dolor de los otros terminará por volverse reproche; mis hijos sufrirán burlas por lo que su padre no hizo; tendremos que irnos a vivir a otra parte...


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Soñe...

www.youtube.com/watch?v=gKye0i6cOvY

Paul dijo...

¡Menudo sueño Francis! Me recuerda a una de esas matrices perinatales que relata Stanislav Grof, donde el sujeto vivencia la guerra, el sufrimiento, el infierno, etc...

EVERLY BROTHERS! dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=YKn6h2x5IcY


dream, dream, dream


http://www.youtube.com/watch?v=sMq3fgoJD20&feature=related

wake up

Leo dijo...

Suzzane

http://www.youtube.com/watch?v=_Af4p3OUX1I

Estrella dijo...

www.youtube.com/watch?v=ATv6qVC--4o