jueves, septiembre 18, 2008

sueña Dios y sueña Jacob y sueño yo y...

Un Mundo con un Pueblo con un Dios con un Plan. Dios ha prometido cierto desarrollo del Mundo, y no otro, a su Pueblo. ¡Y es un dios que cumple lo que promete! Así que no puede dejar nada al azar. Por ejemplo, los sueños.



(¡¡pero los sueños son cosa nimia y sin fundamento!!)

(¡¡qué va, que no: cada hecho, cada coma, cada punto es lo que es y no puede ser otra cosa!! ¿te imaginas el lío si fulano tiene un sueño incontrolado y de resultas una reacción incontrolada y eso arroja al mundo a una situación incontrolada? ¡pues se va el Plan a hacer Gárgaras!)

(seguro que entiendes mal la cosa: se referirá a los sueños, cuando mucho, de los fieles de ese Dios)

(que no, que también se necesita que los infieles bailes la parte que les corresponde según y cómo, porque si no, los leales se quedan sin poder dar la réplica. Mira, una prueba, a ver si te vale: Los judíos en Egipto, queriéndose marchar para casa y el faraón, erre que erre, que no, pese a que cada vez que dice que no, le caen a su pueblo encima plagas abominables. Y El Innombrable dando el guión al director humano de la película, por aquel entonces, Moisés. Viene en Éxodo, 10, 1 "(Moisés)... preséntate al Faraón, porque yo le he puesto terco a él y a su corte, para realizar en medio de ellos mis signos; para que puedas contar a tus hijos y nietos como traté a los egipcios, y los signos que ejecuté en medio de ellos; así sabreis que yo soy el Señor" Y claro, como el Faraón estaba terco porque Dios le había puesto erco, pues dijo que no, con lo que le cayó encima la Octava Plaga: la langosta. Con lo que el Faraón se ablandó, y se propuso autorizar el éxodo, "Pero el Señor hizo que el Faraón se empeñase en no dejar marchar a los israelitas" (Ex., 10, 20). Y así sigue la cosa! Novena Plaga: Las Tinieblas. El Faraón se acojona, interviene Él, que tiene un Plan y sigue escribiendo el guión "El faraón no os hará caso, y así se multiplicarán mis prodigios en Egipto". Y dicho y hecho: El Faraón se echa atrás en las conversaciones de paz. Y Aquel, que dice a Moisés: "Todavía tengo que enviar una plaga al Faraón y su pais. Después os dejará marchar... (Ex, 11, 1)". ¿te convences ahora?)



en fin, sigamos. Ahora hay que imaginar a Dios durmiendo. A Su Santo Gusto. Las nubes de materia oscura están deliciosamente mullidas, y tumbado tan largo como es sobre todo el universo, se sumerge en el querido estado de reposo... pero de reposo divino. El Plan sigue ahí.

Allá, en La Tierra, los hombres duermen y sueñan. Según estimaciones muy burdas, sueñan entre tres y diez veces cada noche; digamos cuatro, para no pasarnos. Tres sueños multiplicado por seis mil millones de homosapiens, nos da unos dieciochomil millones de sueños cada veinticuatro horas. Y allí están todos juntos. Sueños de chilenos, de suizos, de uzbekos, de budistas, de animistas africanos, de sintoistas. Sueños infantiles, sueños paisajísticos, sueños aparentemente anodinos (nunca anodinos, pues forman parte del Plan). Sueños atroces, paradójicos, sorprendentes:

sueños con fuegos artificiales, con volcanes, con pájaros; pesadillas bárbaras, chistes que van directamente al olvido (del soñador, no de Dios). ¡cantidades ingentes de sueños eróticos, con todas las variantes existentes de gozo, con y sin orgasmos anexos, qué envidia!

Dieciochomilmillones de sueños simultáneamente: ese caudal da cierta medidade lo que sueña en un ratito el buen Dios.


Después, en algún momento, se despereza, siente ganas de Mear y se despierta.



Y quien le acompaña (que me imagino que, con tantos Fans, alguno le acompañará a la hora de dormir...) le pregunta ¿qué tal has dormido? y Él, sonriente, se deja acariciar por esa millonada de imágenes que de Ël han surgido y dice que Bien, que Muy Bien, que ha tenido sueños divertidos;

y Siendo, en el Seno de la Sopa de Hadrones, se dispone a seguir, una mañana más, con los trabajos de Aquel Plan que Le incluye.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

!cantidades ingentes de sueños eróticos! tantas como cantidades de vivencias eróticas de dia. ¿Cuál es la diferencia?

Anónimo dijo...

Ninguna, ¿a que no?
así, imaginando cómo se siente Él, me doy un atisbo de cómo -me dé o no me dé cuenta cabal de ello- es que me siento, cotidianamente, yo.

De todas formas, es pura gula, pero me vienen ganas de ese extra nocturno de la delicia erótica soñada. ¿sólo a mí?

Anónimo dijo...

¡Mucho listo es lo que hay!
Diríase que entre el uno y el otro se dan codazos por debajo la mesa.
"día, noche, ¡igual nos da!"

¡Llega un día en que sólo en sueños se da la auténtica cacería sexual,
la vigorizante batalla sexual,
el triunfo que trae el gozo
y el simple y puro Pillar!

¡Ya me contareis cuando ese día os llegue
si es lo mismo algo, por muy soñado que sea,
que nada!