miércoles, septiembre 16, 2009

No digas que fue un sueño

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EL DIOS ABANDONA A ANTONIO

Cuando de pronto a medianoche escuches
pasar el invisible tropel
-con admirables músicas y voces-
no lamentes tu suerte, tus obras
que fracasaron, las ilusiones
de una vida que llorarías en vano.

Como dispuesto desde hace tiempo, como valiente
despídete de Alejandría que se aleja.
No te engañes, nunca digas
que fue un sueño, que tus oídos te confunden.
En tan vanas esperanzas no caigas.


Como dispuesto desde hace tiempo, como valiente
como quien fue digno de tal ciudad
acércate a la ventana
y escucha con emoción
-no con las quejas y súplicas de los cobardes-
la música exquisita de ese tropel divino;
goza por última vez sus sones
y despídete, despídete de Alejandría que se aleja


(kONSTANTINO kAVAFIS).

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